1. Gran noticia: "Jonathan, operador de la Unión Tepito, fue detenido por su posible participación en el ataque con armas contra del empresario restaurantero Eduardo Beaven, en un operativo conjunto que realizaron maravillosamente elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) local, agentes de la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de Justicia capitalina". Mi pregunta deseable es: ¿Cuándo gobierno y medios dirán que Slim, Salinas Pliego, Larrea, Bailleres, Arango y el embajador yanqui –después de burlarse de sus 500 guardaespaldas- fueron sorprendidos por un grupo de izquierdistas y trabajadores, en un lujoso departamento de Polanco (un bunker), posiblemente planeando un golpe de Estado contra AMLO con apoyo de los EEUU? Se denunció, pero ni gobierno, ni guardia nacional, ni prensa, respondieron.
2. Los gobiernos de la burguesía empresarial son muy efectivos para detener a los jóvenes y adolescentes ladronzuelos de carteras, de bolsas de mujer o a los que le mientan la madre a cualquier ricachón; precisamente por ello hay más de 200 mil pobres en la cárceles y ningún rico burgués. ¿A cuántos ricos, ladrones, desfalcadores y asesinos del país ha denunciado López Obrador sin haberles impuesto ningún castigo? Más aún, ¿cuántas decenas de políticos que trabajaron con el PRI, PAN, PRD, que les llamaron mafia neoliberal, son ahora funcionarios del gobierno de AMLO? El racismo asesino en EEUU –que hemos mirado en noticieros, en novelas y en el cine- es contra los negros, los puertorriqueños y los mexicanos; el racismo en México es contra los pobres, los barrios populares y los campesinos que no saben leer.
3. La llamada justicia en México –de castigo a los pobres y premios a los ricos- es la misma que rigió en los gobiernos de Santa Anna, los 14 años del gobierno de Juárez, durante los 35 años de Porfiriato, los 70 años del PRI, los 12 años del PAN y los tres años que llevamos con AMLO. No podría ser diferente desde que en 1824 se fundó constitucionalmente nuestra nación en un mundo capitalista dominado por ingleses, franceses y yanquis, de clases sociales y profundas desigualdades. ¿O alguna vez –por milagro divino, religioso- desaparecieron las clases y hubo igualdad? Estas injustas brutalidades sólo desaparecerán cuando sea enterrado el capitalismo y las clases sociales. Hoy lo único que podrá registrarse son pequeños e insustanciales cambios para suavizar. Por ello en México siguen 200 mil pobres en las cárceles y ningún rico.
4. Hoy el gobierno derechista y asesino de Colombia, del tal Iván Duque, anunció la captura de Otoniel, "con una vida criminal de más de tres décadas, en la que inicialmente se desmovilizó de la guerrilla izquierdista del Ejército Popular de Liberación, para luego vincularse a las Autodefensas Unidas de Colombia, la mayor organización paramilitar del país, Úsuga (Otoniel) se convirtió en el máximo líder del Clan del Golfo, banda criminal dedicada al tráfico de estupefacientes. Sin embargo, por más que los llenen de improperios, luego estos "criminales" -siempre menos delincuentes que sus gobiernos- son perseguidos por ser enemigo de los gobiernos y del imperialismo yanqui. ¿Por qué los EEUU ofrecieron cinco millones de dólares por su captura? Yo no me dejo engañar con estas maniobreras y falsas noticias.
5. No conozco a Otoniel, pero conociendo la cantidad de vómitos arrojados por los capitalistas y el imperio, propagados por medios de información a su servicio, contra Fidel Castro, Hugo Chávez y decenas de líderes izquierdistas y socialistas, que han buscado servir a sus pueblos, ¿quién tonto puede creer en esos medios? Por ello, siguiendo a Nietsche, puedo demostrar que no existen verdades, sólo interpretaciones y que una de éstas –la que conviene- es convertida en "verdad" por quienes manejan el poder. ¿Por qué aceptamos que los auténticos ladrones y asesinos son los pobres y no los millonarios y los gobiernos que manejan el poder, cuando es exactamente lo contrario? Simplemente porque los poderosos dicen que es verdad y qué es mentira y nosotros que les creemos. (24/X/21)