Los gringos consideran a este continente como su patio trasero, y lo defienden como una cuestión de honor, su opinión pública no les perdonaría la instalación definitiva de rusos y chinos en Venezuela, otro fracaso en este territorio. Los tiempos de las invasiones militares abiertas, tipo Panamá, Granada parecen que pasaron, ahora son más sutiles, pero más efectivos.
Venezuela es un objetivo estratégico para ellos, por el petróleo y demás minerales, y sobre todo por el ejemplo que fue Chávez. Los gringos desplegaron una fina operación contra el Socialismo que se construía con el Comandante Chávez, y tuvieron éxito. Comenzó con el magnicidio, y continuó con la presión sobre el gobierno del madurismo, que no aguantó dos guarimbas para irse al capitalismo, caer en manos de los imperios. Triunfaron los gringos, cumplieron su objetivo: el Socialismo Bolivariano, el chavismo, sufrió una derrota de las peores, que son aquellas en las que el derrotado no percibe el fracaso.
Ahora, los imperios, duermen tranquilos, en Venezuela ya no hay socialismo, es más, el socialismo está desprestigiado, carga con las culpas de las plastas maduristas. Salieron barato los gringos, no hubo desgaste en la opinión pública mundial, no hubo gastos militares, la resistencia fue despreciable, todavía un grueso de la población no percibe la derrota, la masa chavista no cae en cuenta de la capitulación, aún hay muchos que creen que esto es chavismo y que el gobierno es antiimperialista.
Les queda a los gringos un problema: no han conseguido la estabilidad política del país, establecer un pacto de gobernabilidad, de dominación, lo que ellos llaman democracia, que es en realidad una dictadura capitalista, una barrera contra el peligro socialista. El último intento fue en México, allá fueron con esperanzas de restituir una especie de pacto de punto fijo, una democracia burguesa, volver a la cuarta. Y cosecharon lo mismo que en los intentos de diálogo anteriores: el madurismo no quiere la alternabilidad en el poder, y exige garantías, inmunidades, al no conseguirlas, con la excusa de saab, se levanta de la mesa, y cambia el paisaje político.
La incógnita es ¿cuál será el próximo paso de los gringos? Todo está muy tranquilo, pero la procesión va por dentro. Podemos suponer que se están reuniendo escondidos con el madurismo; podemos suponer que tienden puentes hacia fracciones madurista que quieren salvarse y abandonan el barco que hace agua. Seguro que tienen planes alternativos.
Si queremos imaginar que harán es necesario revisar su conducta, hasta ahora: No han dado prioridad a la fuerza, no han ido más lejos de las amenazas, se mueven en el plano de la idealidad, manipulan los miedos y la ambición material del madurismo, de esa manera lo naricearon hacia el capitalismo, debemos suponer que seguirán presionando, saben que el madurismo es pragmático, sin ideales fuertes, cede a las presiones. Saben que no tiene apoyo popular. ¿Confían en que el madurismo cederá de nuevo, o por el contrario ya se mueve la rueda de la salida violenta? Cualquiera solución es posible. Lo que sí es seguro es que el madurismo está de salida, ya no tiene nada que ofrecer, su tiempo histórico se cerró, finalizó. Cumplió su tarea destructiva y carece de cualidades de constructor.
¡CHÁVEZ, FUTURO!