El drama histórico reciente de Venezuela puede resumirse con estas tres palabras: una traición, una ausencia y la resistencia.
Una traición, que a estas alturas es palpable, sólo negada por enchufados y cándidos. Baste para ilustrar a la felonía, poner la atención sobre el retroceso de la propiedad social, base material del Socialismo. Desde pdvsa (quién lo podría predecir) despedazada y entregada al capital privado, hasta los hoteles y abastos, todo cayó en las arcas de los capitalistas, una verdadera subasta de la Patria, inocultable, aunque existe una aberrante "ley del secreto" que sólo se le podía ocurrir a los maulas.
Una ausencia. Los líderes del chavismo se dispersaron, y cada fragmento toma una ruta particular, la mayoría de estos tomaron posiciones inofensivas a la traición que estaba en pleno desarrollo. Unos se plegaron abiertamente a la traición, amanecieron hablando de las bondades del capitalismo, aprendieron en el caído campo socialista a pasarse al bando contrario; otros inventaron teorías torcidas para justificar su salto, hablaron de burguesías revolucionarias, de elevar las fuerzas productivas como paso previo a cualquier avance, es decir, construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo. Otros se refugiaron en puestos anodinos, embajadores, delegados, oscuros ministerios; otros se dedicaron a la historia, a la poesía. Otros, los consecuentes, los que se atrevieron a denunciar la felonía, fueron objeto de una brutal campaña de desprestigio, de persecución, y pararon en la cárcel o en el exilio.
El país sufre una orfandad, un vacío de liderazgo que amenaza con un futuro lúgubre. La masa, el pueblo, la gente quedó al garete, sin líderes, sin resistencia a la traición, y en estas condiciones se corre el riesgo de que sigan a cualquier canto de sirenas.
La resistencia. Esta adversidad de la Patria plantea un reto a los líderes chavistas, ya pasaron los tiempos de diagnósticos, de análisis. Está claro que esto no es chavismo, y está claro lo que hay que hacer, cuál es el objetivo de los revolucionarios, de los honestos. Es necesario salir de maduro, enfrentarlo junto a la oposición de derecha que lo complementa, a guaidó y a los alacranes. El primer paso es construir una dirección que guíe la resistencia. Esa es la tarea urgente, vital. Es necesario que los líderes chavistas, los que estuvieron cercanos al Comandante, compartiendo con Chávez pensamiento y acción, convoquen a una reunión preparatoria de la dirección de la resistencia chavista. Lo importante no es el número, es la calidad de las ideas. Allí está el Plan de la Patria, el discurso de Chávez en el cne, con motivo de presentar su candidatura, allí está el discurso de despedida, allí está su pregunta "¿Dónde está el Socialismo?", que hoy se transforma en ¿Dónde está la resistencia chavista, dónde los chavistas de verdad?
Así como en San Pedro Alejandrino no murió el Bolivarianismo, al contrario, se hizo parte del inmortal torrente de las luchas por tomar el cielo por asalto, de construir el reino de cristo, del amaos los unos a los otros; así como con la crucifixión del Comandante Chávez no murió el chavismo, al contrario, se hizo parte de ese río inmortal, universal.
¡CHÁVEZ RESISTE EN EL SOCIALISMO!...