Democracia y elecciones (Ofertas electorales y los dientes de mi vecino)

Miércoles, 17/11/2021 01:09 AM

"No tengo suficiente filosofía para remontarme a las especulaciones elevadas del pensamiento. Esto explica mis asuntos banales, y por qué trato ahora de encerrar en breves líneas la historia—si así puede llamarse—"(1)

La escritura, como dicen los intelectuales forman un cosmos, en ella las palabras son dimensiones complejas, siendo cada una de ellas realmente una esfera danzante que solo le es posible convivir si se integran amorosamente a la galaxia comunicacional; por ello es de admirar y disfrutar a los que se dedican a ese menester.

Es que las palabras cautivan, envuelven, seducen, definen; algunas son tan sonoras que son como mágicas, dominan el escenario; recuerdan a aquellos habitantes de las cavernas que pintaban animales en las paredes para tener dominios sobre ellos en sus lances de cacería.

Jesús, en su sacrificio según el evangelista San Juan, Pilatos le mandó a colocar un letrero: "Jesús el Nazareno, Rey de los judíos", cosa que protestaron los sacerdotes, a lo que el gobernante respondió: " Lo que he escrito, escrito está", este es el INRI, que hemos visto y vemos en la iconografía cristiana: "Per Saecula Saeculorum".

Estando en mi soliloquio, recibo a un amigo exdiputado constituyente, quién andaba en sus afanes políticos buscando votos para su correligionario candidato a Alcalde del Municipio; después de ponerse cómodo, tomar agua, mientras le preparaba un café, me hizo la complicadísima pregunta: ¿Cómo ves la vaina?, y le respondo--- casualmente, ando buscando respuestas a esa pregunta—pues la "vaina" no solamente es venezolana sino que va un poco más allá, y eso me ha llevado a interrogar a dos "veteranos de la Filosofía y la historia", separados ambos por más de veinte siglos, pero cuyas ideas no han sido simples amontonamientos de palabras lanzadas al voleo; uno de ellos dijo lo siguiente:

"…la sabiduría está en todos los hombres en razón de su saber. El motivo de esto es que los unos conocen la causa y los otros la ignoran.", más adelante agregó: "Lo que cada cual en particular añade al conocimiento de la verdad no es nada, sin duda, o es muy poca cosa, pero la reunión de todas las ideas presenta importantes resultados." (2)

El otro veterano consultado, es W.G. Forrest, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Oxford, quien ha trabajado con amplitud lo relativo a la Democracia Griega, algunos de ellos publicados a mediados de la década del 60.

Es que el asunto que el amigo revolucionario quería abordar, cosa que lo llevó a visitarme era precisamente sobre las próximas elecciones venezolanas de noviembre y, por razones naturales la conversa nos condujo al centro, al meollo: la Democracia, ¿es esto una Utopía, una abstracción?, como se hace tangible semejante aspiración; lo que sí sabemos, es que esta sonora palabra, ha sido una existencia cultural que ha acompañado a la humanidad durante muchos siglos y su concreción social pareciera fundamentarse más en virtudes teologales como la Fe y la Esperanza, que en el esfuerzo inteligible y constructivo humano.

Entonces la conversa se nos complicó, pues el centro del tema es la Democracia, la Madre que cobijó social y organizativamente al hombre de la polis, permitiéndoles a los griegos en su tiempo y medio cultural, darle sentido a sus asuntos, al menos así lo entiendo de lo que nos cuenta Forrest. En esas correrías humanas, la vida nos ha advertido de las diversas dinámicas de cada sociedad y sus particularidades, de la que no podemos aspirar a ser copias, modelos parecidos o simples imitaciones; lo mejor sería entender como "es la vaina" es decir, como es la "vaina nuestra" en nuestro entorno; pues de este palique al menos colegimos que, las elecciones, no son otra cosa que un método, una manera, una búsqueda, el andar en un camino hacia la complejidad de un cosmos que permanece en nuestro milenario haber cultural que, llamamos Democracia: (¿Gobierno del Pueblo o sea, de la mayoría?). En esas ventoleras teóricas, en el siglo XVIII, el suizo Juan Jacobo Rousseau, nos lanza este balde de agua fría:

"Tomando el término en todo el rigor de la aceptación, jamás ha existido una verdadera democracia, ni es posible que jamás exista. Es contrario al orden natural que gobierne la mayoría y que la minoría sea gobernada".(3)

Por supuesto hay que ubicarse en el tiempo y contexto en que el autor del Contrato Social, lo dice e incluso pensando si la traducción es correcta. Sin embargo la práctica política universal de las democracias al parecer tienden a darle la razón al filósofo de la Ilustración; tema este, para ser tratado por cerebros mejor equipados en política y filosofía y no por pedestres ciudadanos como uno, de neuronas y bolsillos escasos.

Los venezolanos tenemos una amplia experiencia eleccionaria, somos duchos en los asuntos de la Democracia, al menos eso creemos, y esta la entendemos a nuestra manera y ningún entrépito va a venir a dictarnos catedra. En estos desafortunados tiempos de pobreza creciente y abundante Covid, se pautaron para este mes de noviembre unas elecciones para escoger gobernadores, legisladores regionales, alcaldes y concejales, esto semi-alborotó a algunos sectores del municipio, hubo muchas ofertas, pero al parecer pocos regalos a diferencia de las elecciones del 2015, que la candidatura revolucionaria repartió celulares, y hasta taxis asignaron, no siempre a taxistas y, la oposición no hubo cosa que no ofreciera.

En las elecciones en el periodo de Punto-Fijo, se podía observar las largas colas de ciudadanos en las casas del partido de turno en el poder, o en dependencias municipales buscando sus planchas de Cinc, sus saquitos de cemento y algún otro material para mejorar el ranchito, otras veces se pintaban las fachadas de las casitas de los cerros caraqueños con los colores del partido gobernante, y así crecían los votos, es que aquí nosotros no nos hemos complicado mucho, se trata de lograr la mayoría, eso es la democracia, los adecos fueron mayoría y gobernaron, los copeyanos también, ahora sobre los resultados de esas gobernanzas, amigo lector asuma usted la responsabilidad de la respuesta.

Para esta nueva contienda eleccionaria, el PSUV, hizo sus escogencias internas y aparecieron por allí unos candidatos muy activos en la oferta de gobernar mejor, fueron a algunas comunidades e hicieron podar algunas malezas. A un buen vecino jefe de calle, uno de los candidatos le ofreció acomodarle los dientes y ponerle una plancha, hasta logró que les hicieran las extracciones; pero el candidato no salió beneficiado con el voto interno, y se fue, quedando el amigo desdentado, ojalá que el ganador si es elegido alcalde, le mande a poner la "plancha dental" al camarada, ya que el otro de la plancha política revolucionaria, dada su derrota, no va a cumplir la oferta electoral.

Hay algo que observé en estas jornadas electorales, no solamente la pobreza física por la ausencia de regalos y derroches propagandísticos como en el 2015, sino la habitual pobreza discursiva y propositiva. Esto dramáticamente reafirma, que la democracia que practicamos queda reducida cada vez más, a un asunto cuantitativo de votos, resultados contables, gana la mayoría y esa es la Democracia.

En esta oportunidad observé unos camiones recolectores de desechos sólidos, con afiches del candidato oficial, ojalá que esos camiones se queden aquí como trofeos electorales, y sustituyan a los camiones no aptos para esas tareas, donde los muchachos trabajadores se zambullen en los desechos.

Oscar Wilde, escritor Irlandés, a finales del siglo XIX, escribió el ensayo: "El Alma del Hombre bajo el Socialismo" allí refiriéndose a los que trabajaban en condiciones repulsivas, decía:

"todo trabajo que no desarrolle el intelecto, todo trabajo monótono o sórdido, todo trabajo que se ocupe de sustancias terribles o en condiciones desagradables debe realizarse por la máquina (…) no hay ninguna duda de que en el futuro ese será el papel de la máquina".

Ciudadano que asuma la alcaldía del municipio, aproveche que esos camiones existen, déjelos aquí y rescate de la basura a esos muchachos trabajadores.

El amigo exdiputado, hombre de bien, se despidió pues iba a seguir buscando los votos para el candidato, pero observé que hacía unos delicados movimientos con las manos como si cargase algo entre ellas…después entendí, era la "esfera danzante" de la Democracia, que reclama atención, que posiblemente perdió su conexión amorosa con la galaxia social.

Rafael Castro

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

(1).- Garmendia, Julio./La Tienda de Muñecos/Monte Ávila, Pág,5/Editores Latinoamericanos/Caracas 2004.

(2).- Aristóteles/Obras Filosóficas/Los Clásicos/Págs., 5,11/ Editorial Cumbre/México 1978.

(3).- Rousseau, Juan Jacobo/El Contrato Social/Pág. 72/Editorial Linotipo/Bogotá 1979.

 

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