AGENCIA DE EMPLEO, FERIAS, FIESTAS Y FESTEJOS
Bases para el guión del 21 de noviembre
“¿Hasta cuándo has de abusar de nuestra paciencia, Catilina? ¿Hasta cuándo se burlará todavía de nosotros tu insensatez? ¿A qué extremos llegará tu desenfrenada audacia?...!Qué tarea tan miserable la de dirigir el Estado y, más aún, conservarlo!”.
Catilinarias de Cicerón
Los distinguidos señores que conforman el consejo nacional electoral, presidido por el señor pedro calzadilla, informaron a venezuela y al mundo que el 21 de noviembre de este 2021, se llevará a efecto la elección de 23 gobernadores, 253 legisladores estadales, 335 alcaldes y 2471 concejales. Los elegidos, según los imparciales árbitros, serán determinados por la manifestación libre de la voluntad de los venezolanos, quienes gozarán de los derechos y garantías para que puedan expresar su opinión, sin presiones de ninguna naturaleza que pudieran afectar dolosamente un proceso que ha sido impulsado con apego a la constitución y leyes de la república. Cabe observar que el ejercicio de democracia dispone de 14262 centros de votación.
Para darle las mejores condiciones a cada votante, se ha desplegado el plan república con miles de efectivos militares que portarán armas cortas, largas y cualquiera otra que fuese imperativo usar. Se trata de efectivos comandados por generales que han dado muestra de objetividad, equilibrio, e interés exclusivo en la patria, y jamás han arrimado sus preferencias partidistas por ninguna parcialidad. Con ellos estarán funcionarios de la contraloría, la fiscalía, la defensoría del pueblo y jueces del poder judicial, concurriendo todos, con la moralidad que los caracteriza, para impedir cualquier acto de chantaje, fraude o estafa que pudiera echar sombras sobre el impoluto acto.
Esta vez se le ha dado la mayor importancia a la observación internacional, la cual dará testimonio de que llegó, vio, se alimentó, ofreció conferencias, y revelará que, a pesar de un accidente aquí y otro allá, el proceso se ha llevado a cabo sin escándalos mayores. Técnicos, analistas, peritos, metodólogos, expertos electorales, estadísticos, mandatarios y representantes de mandatarios, jefes de misión, oidores, veedores, miradores y acompañantes, entre otros, se movilizarán por aire, mar y tierra, para dejar en pie que venezuela dio un ejemplo de democracia al mundo. No menos de trescientos efectivos internacionales presenciarán la coreográfica contienda.
Por una parte, uno de los contendores porta un uniforme rojo-rojito, que se dice victorioso en todos o casi todos los torneos en los que ha participado. Todo el mundo sabe que sus triunfos los ha logrado porque las arbitradoras del pasado le han permitido (pensando en el futbol) que meta goles con los pies, y con las manos también; que juegue con once jugadores, pero si trae cinco más de la banca, también vale; que las zancadillas infligidas al otro equipo no se pitan, y ¡que siga el juego!; que las faltas de su oncena o veintena en el área chica son gajes del oficio. En todo caso, el resultado final está cantado.
Por otra parte, el equipo contrario puede tener hasta siete jugadores, cada uno enfundado en camiseta de colores distintos: resaltan el fucsia, el amarillo, el verde, el azul, el blanco, el marrón, y el magenta. Cada jugador de esta cuadrilla calza un botín en el pie no dominante, pues el otro pie deberá estar descalzo, y el uso de dos botines se castigará con la expulsión del juego; no se permite que su campo sea defendido por un arquero, ya que ninguno de los siete puede tocar la bola con la mano, y si alguno se le ocurre hacerlo, se sancionará con penalti; se ha sabido que dos de los siete jugadores, realmente juegan para el rojo-rojito, y sólo simulan avanzar en la cancha para encajar un gol y, a veces, hasta se lo permiten, siempre que no amenace la puesta en escena o definición del juego.
Planteado así el juego electoral que tomó como ejemplo al fútbol, quedan dos posibilidades para cualquier venezolano común y corriente: presentarse para guindarle una estrella al equipo rojito, y decirle a tirios y troyanos que venezuela es un ejemplo de democracia, donde las organizaciones políticas dirimen sus diferencias en sana paz y protagonizando elecciones equilibradas, en las cuales resulta ganancioso el que determine la voluntad popular, o no presentarse a hacer el ridículo, y abstenerse de participar de una picaresca desde todo punto de vista repugnante. La conducta malviviente se ha instalado en este territorio, y toca hacer un esfuerzo monumental para cambiar el hecho electoral, así como el modo de relacionarnos, el cual tiene que ser mediante reglas de obligatorio cumplimiento, y moviendo reciamente la base cultural, para alterar en su esencia nuestro modo de vivir. El 21 de noviembre, yo me inhibo siguiendo el sentir de lo que creo, con fundamento, es el sentir mayoritario de los venezolanos.
Ya llegará el día de votar libres de coacción y apremio; asistiremos a elecciones que no estén antecedidas de estafas, confiscaciones y chantajes, y que efectivamente nuestra manifestación mayúscula de voluntad sea respetada. En su momento habrá de decantarse la política como comparsa de proxenetas, mafiosos, saltimbanquis y peleles, animadores del comercio ilícito profanador del templo Republicano, y construirse la política ciudadana en la mejor de sus acepciones.