Sin pueblo no hay patria ni soberanía. Se equivocan quienes pretendieron que descalificar el proceso electoral. La legitimación de los comicios lo garantiza el colectivo nacional, ejerciendo su derecho al sufragio. Y eso fue lo que sucedió el pasado domingo 21 de noviembre, pero con una enorme abstención que alcanzó 58% del Padrón Electoral. Pero lo que quedó claro es que ni la Unión Europea ni el gobierno imperialista de Estados Unidos son los más indicados para deslegitimar las elecciones ni dar lecciones de democracia.
El frustrado paso que dio Josep Borrell, Alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad del viejo continente, al declarar que la legitimidad del proceso electoral venezolano lo garantizaba era el informe, ya preparado, amañado, inconsistente, manipulado, sesgado, lleno de mentiras por parte de los delegados de la Unión Europea, quedó frío y al descubierto, pues la legitimidad le correspondió al pueblo de Bolivariano tal como lo establece el artículo 5 de nuestra Constitución: "La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos".
Señor Borrell, más preciso y claro no puede ser. Sus pretensiones colonialistas y sus aires de prepotencia es un sueño. Le recuerdo que hace 200 años el bravo pueblo venezolano, con el Libertador Simón Bolívar a la cabeza del ejército patriota, arrasó con todo vestigio del pasado opresor. Usted no conoce ni sabe dónde está ubicada nuestra patria. Igual que el señor, por llamarlo de alguna manera, Antony Blinquen, Secretario de Estado de Estados Unidos, quien a última hora intentó desconocer la voluntad popular al señalar que los comicios fueron "amañados". Otra infeliz declaración de un representante de un imperio que pretende dar lecciones de democracia cuando impone con violencia su estilo que ellos denominan "democracia". Sin embargo, en estos comicios amañados" resultaron electos candidatos del bloque fascista, como Manuel Rosales, en el estado Zulia, acusado de varios delitos de corrupción en la defalcada empresa Monómeros y llamados al bloqueo criminal contra Venezuela, José Galindez, (estado Cojedes) y Morel Rodríguez (Nueva Esparta). Todos de la vieja guardia proimperialista y cómplices de los robos, desfalcos y del crimen político contra miles de víctimas del Pacto de Punto Fijo.
Es cierto que ejercieron su derecho al voto más de 8.151.793 ciudadanos, representando el 42,26 por ciento de participación del total convocado, de un Padrón Electoral de más de 21 millones 100 mil electores. La abstención se ubicó en 58%.p, pero estas cifras para nada pueden poner en entredicho los comicios, pues no existe en nuestra Constitución ni en la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE), umbral de votación que indique qué porcentaje es válido para que las elecciones sean legítimas.
El amañado informe suscrito por la jefa de la Misión de Veedores de la Unión Europea, Isabel Santos, quedó al descubierto, pero será entregado a la maquinaria mediática para su difusión en el ámbito mundial en un intento para descalificar las elecciones y presentarnos como un gobierno forajido.
Lo que sí queda claro, señores imperialistas y colonialistas, es que la soberanía reside en el pueblo.