Varios buenos camaradas han pedido que clarifique y puntualice algunos planteamientos y enfoques en torno a las elecciones regionales y municipales del pasado 21-N; y eso es lo que aspiro con el presente texto.
En primer lugar, aclaro que me corresponde votar en el estado Miranda y que lo hice integralmente y sin complejos en la tarjeta del gallo rojo, cumpliendo ese elemental deber de un militante del PCV. Aunque también debo decir que sólo pude realizar ese acto, porque ir más allá de eso sería deshonesto e indecoroso, dado que estaría obligado a mentir descaradamente y a deshonrar la coherencia ética y las concepciones revolucionarias que deben caracterizar a quienes vindicamos el ideal comunista.
En honor a la verdad, debo señalar que la conducta política, la orientación ideológica y el prontuario moral del candidato a gobernador –así como el método y trasfondo para su designación, y el light y farisaico «programa electoral»–, me llevaron a repetir lo mismo que decía mi padre acerca del apoyo al milico Chávez en las elecciones presidenciales de 1998: «Es el voto más militante que me ha pedido el partido»[1].
Afortunadamente, en uno que otro estado los militantes comunistas al menos tuvieron el aliciente de contar con un camarada probo, decente y combativo como candidato al Ejecutivo regional o municipal.
Igual que lo hicimos en los comicios parlamentarios de 2020, unos cuantos votamos en la tarjeta del gallo rojo «sin ilusiones triunfalistas ni falsas expectativas», con un claro deslinde al aclarar que se hacía reivindicando «la historia de luchas, principios fundacionales y objetivos estratégicos del PCV», aunque durante años –y aún hasta hoy– esos tres aspectos medulares han sido pisoteados y traicionados flagrantemente por la envanecida camarilla que por más de dos décadas se ha entronizado como establishment en la otrora gloriosa organización.
EXCUSAS VS. DATOS
Hay quienes, para las elecciones del 21-N, afirmaron que «todo apunta al fin de un ciclo», que «solo existen dos posibilidades», y en estas elecciones regionales y municipales llamaron a votar por ellos: «Para que gobiernen los trabajadores», «Para demostrar que un Gobierno de trabajadores es posible» y «Por un salario digno para todas y todos los trabajadores»[2].
Con gran jolgorio presentaron sus candidaturas y vaticinaron «escenarios donde la confrontación electoral resulta prometedora»[3], pero en los que finalmente quedaron en 5º, 6º ó 7º puesto, incluyendo alguna «extraña» alianza[4].
Además, para mayor descaro, cuando los resultados electorales muestran que su votación electoral cayó 43,65%[5], como buenos excusadores de oficio, empiezan a elucubrar discursos que les sirvan de pretexto, aludiendo «la complejidad de la dinámica de la lucha de clases», «determinar objetivamente la correlación de fuerzas», que el análisis no debe partir de «la definición que los "datos" dan de la realidad», que deben emplearse «los "datos" como referentes subalternos», e invalidando «cuadros de votaciones emanadas desde la institucionalidad burguesa (CNE)»[6].
De entrada, en el caso de que los resultados electorales les hubiesen sido favorables o al menos satisfactorios, es de presumir que no se devanarían los sesos así para construir subterfugios, sino que estarían jactándose de haber «demostrado» que su política es correcta y exitosa.
Con ese «método» de interpretación artificiosa y acomodaticia –contrario al materialismo dialéctico y, por ende, al método científico–, las conclusiones de las tesis de grado nunca refutarían el «planteamiento del problema» o Kepler (1571-1630) jamás hubiese descifrado las leyes del movimiento planetario.
En cierta ocasión, Karl Marx, de manera sucinta escribió: «mis ideas, cualquiera que sea el juicio que merezcan, y por mucho que choquen con los prejuicios interesados de las clases dominantes, son el fruto de largos años de concienzuda investigación. Y a la puerta de la ciencia, como a la del infierno, debiera estamparse esta consigna: Qui si convien lasciare ogni sospetto; Ogni viltá convien che qui sia morta ["Déjese aquí cuanto sea recelo; Mátese aquí cuanto sea vileza", La divina comedia, Dante].»[7]
A cualquiera que se precie de ser marxista, no le resultarán desconocidos los artículos del genio de Tréveris que componen el libro «Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850», los cuales rebosan de datos electorales y cifras de votaciones para describir y explicar los desarrollos políticos analizados. De ahí que, acerca de la importancia de esos datos, su inseparable colaborador resaltara:
«Y aunque el sufragio universal no hubiese aportado más ventaja que la de permitirnos hacer un recuento de nuestras fuerzas cada tres años; […] la de informarnos con exactitud acerca de nuestra fuerza y de la de todos los partidos adversarios, suministrándonos así el mejor instrumento posible para calcular las proporciones de nuestra acción y precaviéndonos por igual contra la timidez a destiempo y contra la extemporánea temeridad; aunque no obtuviésemos del sufragio universal más ventaja que ésta, bastaría y sobraría.»[8]
EXAMEN ABIERTO
Tiene asidero aquel refrán: «Cualquiera es general después de la batalla»; pero quienes deciden obviar la realidad, desconocer las evidencias, privilegiar concepciones idealistas y negarse a realizar análisis empíricos, no podrán ser generales ni antes ni después de las batallas, aunque ostenten título de «jefe».
Y como también: «Lo que es bueno pa’l pavo es bueno pa’ la pava»; someto a examen abierto lo que dije antes de las elecciones del 21-N, para que sea contrastado con los resultados y que cada quien se forme su opinión.
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En un artículo publicado en agosto pasado[9], se explicaron las razones legales, políticas, numéricas y conceptuales por las que no había condiciones cuantitativas ni cualitativas para prever «un tercer factor –realmente alternativo al statu quo– en el "gallinero" electoral venezolano».
También se puntualizó que «para el 21-N, es seguro que habrá más de una oferta electoral por cada bloque, pero todas serán alguna versión de la misma "polarización" [chavismo-antichavismo]; y probablemente esto lleve a la gran mayoría de los votantes hacia la lógica básica de: "para votar por una mala copia, mejor votar por el original", como ya le ha ocurrido varias veces al PCV por la obcecada testarudez de sus máximos cabecillas en posicionarlo como "el Partido del chavismo consecuente".»
Y esto se demostró en los resultados electorales, si se ve, por ejemplo, que de 2020 a 2021 la votación nacional de la tarjeta PCV cayó 15% mientras que la del GPP sólo 6,1%[10].
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A finales de agosto, en una entrevista[11], se dijo claramente que: «los errores y deficiencias de los gobiernos de Chávez y de Maduro, a lo largo de los últimos tres lustros, sumado a las limitaciones intrínsecas de sus concepciones reformistas, a la vocación autoritaria de ambos y a la ausencia de una organización autónoma que hiciese denuncias y llamados de alerta oportunos dentro de "las fuerzas del proceso", han sido el lamentable caldo de cultivo para el descrédito de propuestas revolucionarias y para el fortalecimiento de las opciones de derecha».
Con ese contexto, se señaló que «el bloque de la oposición de derecha fue el único cuyo caudal de votos creció consecutivamente en cada uno de los siete eventos electorales nacionales llevados a cabo de 2006 a 2015, con 10,53% como promedio de aumento en su apoyo de unos comicios a los siguientes»; por lo cual, si las diversas tendencias de derecha lograban «construir una alianza electoral para el 21-N, son el PSUV y su llamada "revolución bolivariana" los que podrían recibir una paliza».
Y el análisis de los resultados electorales demuestra que, de haber ido unida, la oposición de derecha hubiese obtenido 18 Gobernaciones, incluso con la alta abstención, sin necesidad de un voto más[12].
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A principios de noviembre, en otra entrevista[13], se expresó que «de los diversos movimientos, organizaciones y corrientes que integraban la denominada "Alternativa Popular Revolucionaria" (APR), algunos se desprendieron totalmente de ésta y otros, en al menos la mitad de los estados del país, apoyan opciones distintas para el 21-N».
Esto fue particularmente evidente en estados como Miranda, Lara, Anzoátegui, Aragua, Carabobo, Sucre, Yaracuy, Bolívar o Falcón; sumado a que «amplios sectores del denominado "chavismo de base", que es la población objetivo de la "APR", si ven que una Gobernación está en peligro de ser ganada por la derecha […] no dudarían en votar de nuevo por el PSUV u otro partido del GPP».
Concluyendo en que «todos estos factores, quiérase o no, permiten visualizar que el resultado electoral de la "APR", que se cuantificará en la tarjeta del PCV, será sumamente negativo, posiblemente entre los peores de la historia reciente».
Y se constató con los resultados electorales, ya que, en comparación con las anteriores elecciones regionales (2017), la votación en la tarjeta PCV retrocedió en 22 de 23 estados y nacionalmente cayó 57,3% constituyéndose en el peor resultado de los últimos 17 años[14].
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Por eso, en una entrevista pocos días después de las elecciones[15], tomando en cuenta que «el Buró Político (BP) del PCV […] impulsó la denominada "Alternativa Popular Revolucionaria" (APR) como agrupamiento de las bases chavistas-antimaduristas», lo más natural es que planteara «comparar con los resultados obtenidos por aquellos con quienes el BP quiere disputar las "bases chavistas", es decir, el PSUV y el Gran Polo Patriótico (GPP); y ahí tampoco puede mostrar ningún éxito, ya que el 57,3% que cayó la votación del PCV, entre 2017 y 2021, es mucho mayor a la pérdida de apoyo que tuvieron el partido de gobierno y el GPP, que fue de 34,1% y 33,1%, respectivamente».
De ahí que se pudiera afirmar que «quien ha sido secretario general del PCV durante los pasados 25 años, faltó gravemente a la verdad cuando afirmó, dos días después del 21-N, que los resultados obtenidos "se mantienen en los rangos históricos de votación"[16]; ya que esos números ni siquiera se acercaron al "techo" de votación del PCV, sino que volvieron a acercarse a su "sótano electoral"»
Además de que: «No es con burdas falacias, intentando maquillar la realidad o pretendiendo "esconder el sucio debajo de la alfombra" como los comunistas debemos actuar, sino dando la cara al pueblo trabajador y asumiendo lo nefasta que ha sido la política errada y vergonzosa impuesta por una camarilla».
Y, estudiando los resultados electorales, se puede corroborar que llevar al PCV a presentarse como adalid del «chavismo antimadurista», sólo lo ha debilitado –con fracasos tan estruendosos como el de Distrito Capital[17]–, al tiempo que se fortaleció un sector del «chavismo gobiernero»[18].
ANÁLISIS, DEBATE, CONCLUSIONES Y CORRECTIVOS
Me gustaría saber –y seguramente a muchos otros– si alguno de los sesudos visionarios, sociólogos, planificadores, estrategas de comunicación política-electoral y «Social Media Manager» que enfilan sus baterías hacia este modesto «opinador», podrían hacer un cotejo similar acerca de lo que dijeron en la campaña versus la realidad que les estalló en la cara.
En todo caso, es fundamental que todos aquellos que luchan y defienden honestamente los intereses de la clase obrera, el fortalecimiento del PCV y el objetivo histórico comunista, hagan un análisis serio e impulsen un debate objetivo de estos resultados electorales y de su significación integral, evaluando la política y la dirección, para sacar conclusiones y definir correctivos.
Me atrevo a esquematizar mis conclusiones:
– Asumir la reivindicación de «el legado» de Hugo Chávez y priorizar las «bases chavistas» como población objetivo del PCV y de la «APR», ha sido una política errada, vergonzosa y contraria a los fundamentos históricos marxistas-leninistas.
– Insistir, durante años, en privilegiar alianzas con sectores reformistas-oportunistas (como el de Uzcátegui), lumpeniles-delincuenciales (como el de Pinto) y trotsko-chavistas (como el de «Lucha de clases»), además de las limitaciones político-ideológicas de éstos, no suma casi nada y debilita cualquier perspectiva revolucionaria.
Y, con esa base, esquematizo lo que considero que debemos hacer:
– Iniciar la reconstrucción revolucionaria del PCV:
1.º Desarrollando una profunda y descarnada autocrítica acerca del rol seguidista y cómplice al que una dirección personalista y autoritaria ha arrastrado al PCV durante las últimas más de dos décadas;
2.º Asumiendo sin temores un verdadero y efectivo deslinde frente al chavismo, sus concepciones, prácticas, influencias perniciosas y proyecto histórico socialreformista;
3.º Aplicando los cambios requeridos en nuestra política y una consecuente depuración de los organismos de dirección.
La otra opción es continuar por el rumbo indigno y antihistórico de la demagogia, la subordinación, la superficialidad, la repetición mecánica de consignas y la fraseología pseudorevolucionaria.
[1] @caquino1959, 21 de noviembre de 2021.
[2] https://prensa-cc.blogspot.com/2021/10/los-comunistas-sucrenses-y-las.html, 5 de octubre de 2021.
[3] https://prensa-cc.blogspot.com/2021/09/en-sucre-presentamos-todas-las.html, 30 de septiembre de 2021.
[4] Edo. Sucre, mcpio. Bermúdez (21-N): https://drive.google.com/file/d/1IovJyzprH75a9e2osbBJRUpE6l_lCHGu/view
[5] Edo. Sucre, Gobernaciones 2017-2021: https://drive.google.com/file/d/1BfbZRYtfhO7EeQUg6IUGQfLszbJ3s316/view
[6] https://telegra.ph/elecciones-charlatanes-y-oportunismo-12-02, 2 de diciembre de 2021.
[7] Karl Marx, «Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política» (1859), en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, Tomo I, Editorial Progreso, Moscú, 1976.
[8] «Introducción de F. Engels a la edición de 1895» de «Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850» (1850), en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, Tomo I, Editorial Progreso, Moscú, 1976.
[9] https://drive.google.com/file/d/1bDn3kkTHdIHsmy_945ZktKGrrIVlfKAR/view, 25 de agosto de 2021.
[10] @caquino1959, 28 de noviembre de 2021.
[11] https://contrapunto.com/nacional/politica/al-psuv-le-puede-salir-el-tiro-por-la-culata-si-la-oposicion-le-hace-caso/, 30 de agosto de 2021.
[12] @caquino1959, 25 de noviembre de 2021.
[13] https://tenemosnoticias.com/nacionales/contrapunto-com/carlos-aquino-el-chavismo-disidente-esta-casi-tan-dividido-como-la-oposicion-de-derecha/, 2 de noviembre de 2021.
[14] @caquino1959, 27 de noviembre de 2021.
[15] https://contrapunto.com/nacional/politica/carlos-aquino-el-pcv-debe-entrar-en-un-proceso-profundo-de-autocritica/, 25 de noviembre de 2021.
[16] @PCV_Venezuela, 23 de noviembre de 2021.
[17] @caquino1959, 29 de noviembre de 2021.
[18] @caquino1959, 1 de diciembre de 2021.