"La primera arista: El talento sin probidad es un azote. Este pensamiento de El Libertador Simón Bolívar, hace referencia a que poseer talento y no tener ética, es una verdadera desgracia, una calamidad. Un hombre puede poseer mucho talento, o mucha capacidad para el estudio o evocar conocimientos, pero si no tiene ética , no es capaz de vencer su sentido de la desproporción al actuar , al hablar al hacer cosas realmente detestables e innobles. Un hombre o una mujer con talento, y sin probidad es alguien innoble que no puede ni podrá nunca alcanzar el respeto de nadie, ni siquiera de si mismo o misma ; porque alguien con un sentido retorcido de las cosas, jamás gozará de la estima ni del aprecio de nadie, solo de quienes son como él o ella. Se puede ser una persona muy inteligente o destacada en alguna ciencia o actividad, pero carecer totalmente de principios morales o éticos; porque se puede poseer un conjunto de facultades o capacidades tanto artísticas como intelectuales; pero ni la más remota convicción de lo correcto o incorrecto desde el punto de vista deontológico o de la conducta moral o normativa. Una persona así nunca tendrá paz en su conciencia, en caso de que pueda tener conciencia porque si la tuviera no actuaría tan desatinadamente".
Fin de la cita. Crisanto León.
Nunca había visto a lo largo de mi vida, durante cualquier gobierno, sea este dictatorial, neoliberal, totalitario, socialista, estalinista, comunista, o incluso democrático, algo tan asqueroso, y nauseabundo: lo del salto sin garrocha hecho por el Niche "adeco" Claudio, cuando brincó, del Estado Miranda donde votó el 21 de noviembre, al Estado Barinas, amparado por el poder, y violando flagrantemente, reglamentos, y leyes electorales venezolanas para participar como candidato a gobernador el 9 de enero del 2022 en esa entidad llanera.
Esto deja al descubierto la inmoralidad, de este viejo lambucio alacrán octogenario, y rastrero gusano, arrastrado al poder para adular al Presidente, que en privado debe sentir asco por esta alimaña opositora, en una actitud servil, engañosa, y manipuladora, con el propósito de sacar ventaja dineraria, y favorecerse a nivel personal. ¿Es esto un acto revolucionario?
Los "alacranes", con esta nueva bajeza politiquera, han desarrollado habilidades, y destrezas para estar vigentes en cualquier gobierno de turno. No hace falta una ideología o pertenecer a un partido político, a veces, mejor es así, acaban de demostrar mucho su sagacidad, y la oportunidad que les ofrece esta coyuntura política, para estar próximos a quienes detentan el poder, pero siempre en beneficio propio.
"Rastrero" es una palabra utilizada en el léxico popular venezolano, muy bien caracterizada en el Diccionario Enciclopédico español, quien señala que también significa adulador, servil, lisonjero, quien se humilla hasta lo criticable, para sacar alguna ventaja. Su sinónimo a lo cubano es "gusano", es decir, el que se apega fácilmente por interés, un adulón, un oportunista.
Jala bolas también se refiere a la palabra etimológica del desprecio, a la venezolana, es decir, un busca la vida, una persona que fue inteligente, y comedida, y ahora busca cómo sobrevivir, un vividor. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se refiere como sinónimo de adulador, al lisonjero, halagador, servil, mentiroso, elogioso, rastrero y despreciable.
En el lenguaje criollo, prevaleció para estos ratones, la trilogía: "No seas ladrón, flojo ni mentiroso" como principio máximo que regulaba el funcionamiento de la sociedad venezolana en el siglo XX donde naci, donde prevalecían esos valores en las relaciones sociales. Por eso mismo, esta trilogía debe ser incorporada en una nueva reforma Constitucional como principios, valores, y fines del estado, en el ánimo de recuperar estos valores en la gestión gubernamental como principio constitucional, pero que no quede solo en la norma, sino que sea reglamentada, porque en la práctica, después se hace todo lo contrario. También debe ser incorporado: el no ser adulador, para que las personas inescrupulosas dejen de adular, y mentir a los ciudadanos, y al poder, y ocasionen que estos hagan una lectura equivocada, y sesgada de la coyuntura política que vive Venezuela.
Esta crisis venezolana de todos los días nos ha enseñado a caracterizar a los "aduladores" como mentirosos, los que distorsionan la realidad, manipulan datos, y hacen conocer solo lo que conviene al contexto o al poder político. No dicen toda la verdad, manipulan al Presidente, haciéndole ver que se las saben todas, y se fían de esos aduladores que lo dejan mal parado en cuanto a imagen, y credibilidad de sus afirmaciones en los medios de comunicación.
Muchos ministros no informan la verdad, nos informan mal, en base a eso, el presidente decide mal, y se profundiza el conflicto social, por lo tanto, los ministros contribuyen a crear incertidumbre perjudicando la gestión gubernamental, y dejando que la Máxima Autoridad Ejecutiva cometa errores, y hasta imprecisiones en sus declaraciones.
Los "arrastrados", sin embargo, están en todas partes, no solo en el Gobierno. Están en las instituciones públicas, las organizaciones sociales, en el deporte, y existen "alacranes" de toda tenaza para beneficiarse de su cercanía al poder de turno.
El adulador es lo más asqueroso que puede existir en una sociedad, siendo más ratas que aquellos a quienes adulan, y vienen a ser los únicos causantes de la soberbia de ciertos personajes en el poder.
Es muy fácil identificar a un adulador de toga y birrete. Nunca tiene la razón porqué siempre hace el ridículo en sus opiniones. Muy distinto es la persona solidaria no incondicional, con un mandatario, y su gestión de gobierno, al cual uno la considera positiva. La diferencia entre el adulador profesional, y un arrastrado, es que el primero se la pasa todo el día arrodillado, lanzando su asco a tirios, y troyanos con su servilismo ramplón: Esto es considerado como el verdadero culto a la personalidad.
La adulación rastrera es una especie de falsa moneda que le arruina el alma al que la recibe, donde su curso es determinado por la vanidad humana. Los aduladores han sido considerados a través de los siglos como los bufones que acompañan a la mentira. El adulador en la política, hoy en día se ha convertido en un vulgar rastrero servil, presente en todas partes.
Nicolás Maquiavelo siempre detestó al adulador rastrero, y servil, considerándolos unas bacterias contrarias al libre pensamiento del hombre, en el buen manejo de la cosa pública. ¿Cómo se derrota a un adulador?: "Maquiavelo siempre aconsejó censurar en publico a quien públicamente elogiaba al príncipe".
El adulador es un individuo de baja calaña moral, su pensamiento depende de la ‘topia’ de los demás, disfrutan con onanismo de la hipocresía moral, ajustando su pensamiento a las circunstancias del momento.