El Faro del Araguaney

Luisa Ortega y Alex Sabb, el espíritu de hacer el bien en una revolución popular sin burguesía y bolichicos

Miércoles, 15/12/2021 02:06 AM

Las fuerzas productivas en Venezuela se anclan en un sistema capitalista deteriorado, pero, fundamental para los bolichicos que son promocionados desde la cadena empresarial e industrial bajo Acuerdos concordados entre el gobierno central y Fedecámaras. Entonces, tenemos que la concentración capitalista del país es reducida y, se ha invertido tiempo en ella desde que falleció nuestro comandante Hugo Chávez Frías, el ancla dinamizadora de la nueva República y que de una manera programada venia haciendo el cambio social y de manufacturas dadas desde el V Plan de La Nación y los organismos centralizados de planificación como la COPRE.

En los comienzos presidenciales del presidente Nicolás Maduro Moros hubo un carácter accidental en el manejo de ese capital que se distribuyo entre dos grupos centralizados de poder, uno de factorías y el otro castrense que nucleanizo el sector agroalimentario y busco a dos personajes que ayudarán a solventar la traída de alimentos para los pobres desde países lejanos y que en oportunidades había facilidades de traerlos al país bajo la figura de ayuda humanitaria. Uno de estos personajes esta detenido por razones accidentales y, se dejo utilizar por un factor militar dentro de la estructura del Estado que, en vez de dinamizar la economía, lo que hizo fue trancarla y deteriorar nuestras relaciones diplomáticas con países extranjeros.

Mientras que países deprimentes en sus directorios decidieron subir los salarios hasta 435 dólares, en el nuestro apenas se cancela 1.5 dólares, acelerando la carestía en los hogares venezolanos y fomentar los movimientos migratorios, hacia otros países que no tienen capacidad industrial para absorber mano de obra calificada y vemos médicos residentes e ingenieros químicos haciendo las veces de mesoneros y taxistas con medio sueldo laboral como sucede en Perú, donde la mayoría de los venezolanos son explotados y sufren ataques de xenofobias porque este fenómeno tiene un carácter histórico desde la época colonial. He expresado en mis artículos anteriores que Bolívar se extralimito enviando al Mariscal Antonio José de Sucre al altiplano boliviano y degastar a nuestro ejército, porque los mismo y luego Perú siempre desearon ser un pueblo esclavo y colonizados en manos de españoles e ingleses y, por esto, José Antonio Paéz, un viejo zorro de varias batallas no se atrevió avanzar más allá del Apure, porque estaba obligado a resguardar su propio territorio en contexto geopolítico.

Fueron indígenas explotados y por igual a futuro obreros sumergidos en una etapa progresiva de deterioro social y laboral, sin voz de protesta porque habían y hay los alacranes de oficio que por un plato de arroz con maíz vendían a sus compañeros o por una bolsa de comida trimestral que ellos mismos tenían que cancelar en los depósitos y galpones de los terratenientes, testaferros y dueños de finca desde la época colonial hasta esta era de la IV Revolución Industrial, apegada ya y globalizada al Nuevo Orden Mundial.

Como función capitalista, hacer valer la producción es clave a favor de las cooperativas y, su fin determinante es la fabricación de plusvalía en los productos rezagados y de mejor calidad que van al exterior, como sucede con Aceite y Oleaginosas Diana que, a pesar de estar residenciado cerca de donde funciona esta factoría no se consigue en venta en las bodegas y mercados del lugar sus productos, los cuales van a abastecer las Antillas Neerlandesas que de una manera grosera le han cerrado los muelles y aeropuertos a los venezolanos en tránsito.

Es una forma despótica del nuevo mercado laboral donde los Pura Sangre manejan el mercado del dólar y en esa dirección manejan el mercado de bienes y raíces colocando bodegones y minando criptomonedas, creando deficiencia eléctrica a nivel nacional aunado a la desforestación del Estado Bolívar, Territorio Amazonas y Delta Amacuro buscando los linderos fronterizos de La Guyana Esequiba.

Son historias de historias que vienen desde la época colonial y sometimiento de los pueblos a un esclavismo progresivo, donde el trabajo social busca armonizar las actividades individuales en función capitalista.

Aquí en Venezuela, el Capital continuará funcionando sin acrecentar los valores económicos en el pueblo. No obstante, es la misma capacidad de trabajo, operaciones, repetidas por un capital en la misma escala. La idea es reproducir y perpetuar el capital, es decir, dar valor a la parte metálica adelantada que es el dólar.

Es un gran negocio, desde los criterios deportivos hasta la industria, una manufactura oscura de formación de atletas por personal no calificado y, donde nuestros jóvenes son sacados de su condición de estudiantes y, lo dejan a mitad de camino por algún acto de indisciplina o correctivo, engañando a sus padres ante la vista de la Dirección de Deportes. Son resortes y tratas de blancas desde lo simple a complejo que constituyen redes oscuras y, se da en el aspecto musical. Como Nacho va a cobrar 2.500 dólares por mesa, cuando un artista internacional con carrera estructurada apenas cobra 150 dólares. De verdad, es una red de intermediarios que el Estado no sea romper.

Tendremos que ver el efecto de esas capitalizaciones en el fisco nacional y relacionarlos para ver el efecto de este fenómeno bursátil como causa primordial de la miseria en los pueblos modernos.

Marx siempre nos habló de una colonia libre donde cada colono se apropia de un pedazo de tierra y a través de un cultivo individualizado con cooperativas a su disposición vende sus productos para resguardar su familia y no constituirse en una clase asalariada. Es un mercado libre con contratos a corto tiempo sin economistas farsantes, donde la relación absoluta con grandes mercados nos lleva a un límite favorable sin explotación.

Hay en Venezuela, una lucha peligrosa en la apropiación de tierras. Se quiere descartar al campesinado que fue adoctrinado por el Partido Comunista de Venezuela, (PCV) y Acción Democrática, (AD), ahora hay problemas y Narinas destapo esa olla hirviente en las condiciones exteriores de trabajo. Es una verdadera batalla de una economía política y no agraria que se niega entre nosotros palpar la realidad de los flujos de capitales.

Ya la lucha no es de oro, plata y minerales, es de tierras vírgenes que estaban ocultas en el mapa porque no habían sido entregadas por la Reforma Agraria, pero, bueno, veremos que hace Claudio Fermín allí como catalizador de fuerzas y una pieza a favor del gobierno junto al viejo adeco Timoteo Zambrano. Nadie entiende, se encuentran allí sin tener liderazgos y fuerza de convencimiento.

Los países progresistas tienen una significación histórica y, su lucha adversa contra los países colonialistas como Francia, Reino Unido y los Estados Unidos de Norteamérica es directa porque reflejan en su seno- progress- un sentimiento nacionalista, quizás Nicaragua sea el mejor ejemplo de esa lucha por la libertad de los pueblos, es la nueva toma de la conciencia de los pueblos y, le doy al pueblo nica un reconocimiento de su función histórica en Centroamérica, dejando a un lado los valores populistas, la desconfianza y la reacción romántica.

Luchas, como diría Engels acerca de la resistencia china contra Inglaterra. Son verdaderas guerras populares y Marx en una nueva época diría o habría expresado la consistencia en la unión de las batallas socialistas.

Nicaragua es una historia fecunda que abatió el feudalismo, la burguesía contraataca para seguir explotando al pueblo sandinista, pero, Daniel Ortega es ducho y aprendió muy bien al lado de Fidel Alejandro Castro Ruz y, satisfizo a las comunidades urbanas, suburbanas e indígenas de producción nacional y logró en el campo agrícola que sus hombres labrasen el campo.

En Nicaragua, la burguesía trajo las armas, con esa misma ironía se destruyó, venció Sandino a nombre de un pueblo fiel a una ideología. Ahora, Daniel Ortega ya maduro reaparece liderando la cosmovisión socialista con sus reflexiones, jamás junto al pueblo permitirá una nueva subversión de la derecha para traer el caos y el hambre.

La burguesía, nunca esta quieta, siempre busca explotar el mercado mundial y, con su literatura busca engañar al globo terráqueo.

En este sentido, hay que luchar contra la hegemonía de las clases sociales y ocupar al pueblo en el trabajo productivo para dar una respuesta de seguridad social.

He expresado en artículos anteriores que Alex Saab Morán no ha sido secuestrado y, fue el único hombre que se atrevió a traer alimentos a Venezuela. Abusaron de él algunos militares con responsabilidades en la hacienda pública, presidentes del Sur. Se debe investigar su recorrido hasta llegar a Cabo Verde y sus coordenadas. Su avión nunca llegaría a Irán en un viaje directo y en Venezuela se sabe que es un trayecto de largo recorrido para un avión de mediana capacidad. Daniel Ortega fue preciso, "Solo se dedicó a traer comida a Venezuela". Eso, conlleva una diversidad de gastos, comisiones y reuniones de amplio espectro, ahora, resta un silencio. Conlleva un seguimiento en la administración de bolsas y cajas CLAPS.

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