*/Si no hay pronta respuesta a las preocupaciones de Rusia en torno a su legítima seguridad, la próxima fase implicaría un ámbito técnico militar más robusto./*
Está claro que el tiempo sigue corriendo sobre cómo Estados Unidos y sus aliados de la OTAN responden a las urgentes proposiciones de seguridad de Rusia.
Para Moscú, si las próximas conversaciones no producen una firme garantía de seguridad en breve, entonces la sospecha será que Estados Unidos y la OTAN están utilizando el enfrentamiento como un encubrimiento para seguir adelante con una acumulación de fuerzas militares contra Rusia.
La paciencia estratégica de Rusia se ha agotado. Son años de incesante intrusión invasiva de parte de Estados Unidos y la OTAN cerca del territorio de Rusia lo cual ha llegado al punto que Moscú de manera perentoria ha declarado líneas rojas que deben ser respetadas. En breve, no más expansión hacia el oriente por parte del bloque militar liderado por Estados Unidos y segundo, el retiro de las armas ofensivas instaladas en los estados vecinos.
La última fase de este prolongado juego de la post Guerra Fría ha sido la indirecta amenaza respecto de Ucrania. Moscú podría ser criticado por ser demasiado complaciente acerca de la mala fe y reincidir de la OTAN desde fines de la década de los 90 de no cumplir las promesas hechas a Rusia en el sentido de no expandirse hacia el oriente. Pero el régimen de Kiev apoyado por la OTAN amenaza a la población rusa en el oriente ucraniano y a la seguridad nacional de Rusia lo cual ya constituye el colmo. Más vale tarde que nunca.
El conjunto de medidas de seguridad exigido por Rusia publicado el 17 de diciembre pasado dio como resultado que Estados Unidos y la OTAN acordaran sostener conversaciones en el mes de enero.
El vice ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Riabkov, advirtió….
https://tass.com/politics/1381231
que Moscú no está alardeando acerca de sus requerimientos de seguridad.
El presidente Putin señaló que….
si Estados Unidos y la OTAN no actúan de manera recíproca, se tomarán entonces medidas técnico militares con el propósito de fortalecer la seguridad nacional.
Es evidente que de manera consciente Moscú puso un marco limitado de tiempo para que las conversaciones produjeran un avance concreto hacia el cumplimiento de sus líneas rojas.
Washington y sus aliados europeos necesitarán producir medidas con fuerza de ley para hacer retroceder a la OTAN. Una gran prueba será si Estados Unidos acepta las exigencias de Moscú en el sentido que Ucrania y otros estados de las antiguas repúblicas soviéticas no se les permita ingresar a la OTAN.
Hasta ahora el gobierno de Biden y la OTAN han descartado mantener esta estipulación de parte de Rusia. Pareciera improbable que Estados Unidos implícitamente declare que el acceso de Ucrania en la OTAN está prohibido. Washington podría continuar dilatando su acceso como lo ha estado haciendo desde el año 2008 pero pareciera demasiado esperar una explícita y legalmente vinculante promesa de negarle el ingreso a Ucrania en cualquier momento en el futuro.
De tal modo que si Estados Unidos y sus socios de la OTAN no tienen intenciones de respetar las preeminentes líneas rojas de Rusia, eso plantearía la pregunta en torno a sus intenciones al participar en las conversaciones.
El presidente Putin ha expresado su preocupación en cuanto a que las conversaciones pudieran ser cínicamente utilizadas como una cobertura para que Estados Unidos y la OTAN continúen con su política agresiva hacia Rusia.
Durante un entrevista con medios de prensa rusos este fin de semana, Putin señaló que….
"Ellos (la OTAN) charlarán permanentemente, hablarán permanentemente, acerca de la necesidad de negociar y no haciendo otra cosa que bombearle a nuestro vecino (Ucrania) modernos sistemas de armamentos y aumentar la amenaza contra Rusia frente a lo cual entonces seremos obligados a enfrentarlo, de algún modo, en vivo."
El Kremlin tomó la altamente extraordinaria medida de publicar sus nítidas líneas rojas y exigir una pronta respuesta. Pero dado el histórico registro de mala fe y duplicidad de parte de Estados Unidos y la OTAN, pareciera una esperanza fútil que se produzca un verdadero cambio de actitud. El mismo Putin, en sus comentarios anteriores pareciera admitirlo.
El gobierno de Biden menciona las conversaciones con Rusia pero mientras tanto en la práctica está atiborrando a Ucrania de armamento, asesores militares y capacidades ofensivas. Para el rabioso régimen antiruso de Kiev esto significa una luz verde tras otra con el propósito de montar una agresión contra Moscú.
Desde el golpe de estado apoyado por la CIA en Kiev el año 2014, Washington le ha suministrado a Ucrania 2,5 mil millones de dólares en armamento. El gobierno de Biden tiene asignados otros 300 millones de dólares en letal apoyo militar solo para el próximo año. Existen planes para redirigir las municiones que estaban pautadas para Afganistán. Lo que estamos contemplando aquí es una movilización masiva en un esfuerzo guerrerista de parte de Estados Unidos a las puertas de Rusia lo cual ha estado sucediendo durante varios años y está ganando impulso. La aparentemente retardada iniciativa de las conversaciones es como la señal de una mano floja para detener al conductor de un camión gigante a toda velocidad.
Lo que aún es más alarmante son las movidas del Pentágono para suministrar más inteligencia de campaña a las fuerzas armadas ucranianas. El New York Times en un informe de la semana pasada revela que….
https://www.nytimes.com/2021/12/23/us-politics/russia-ukraine-military-biden.html
Estados Unidos ya está compartiendo inteligencia "operacional" con el régimen de Kiev sobre las formaciones militares rusas. Lo que pareciera estar en consideración por parte del gobierno de Biden es afinar la puntería en "defensa" de Ucrania.
El informe del New York Times simula preocupación diciendo que "un problema potencial al suministrar inteligencia operacional, reconocen militares norteamericanos, es que esto podría conducir a Ucrania atacar primero (contra Rusia).
En realidad no se trata de un "problema potencial" para Washington. Se trata de un cálculo deliberado. El Pentágono ha armado al régimen rusofóbico de Kiev que puso en el poder con el propósito desestabilizar Rusia. Ese ha sido el objetivo estratégico desde hace décadas bajo planificadores imperiales tales como Zbignew Brzezinski. Y ahora el "gran juego" ha alcanzado una posición donde Washington está suministrando a su régimen pelele con inteligencia operacional para atacar a las fuerzas rusas dentro de sus propias fronteras, es decir, una agresión directa contra Rusia misma.
Este siniestro trasfondo lo lleva a uno a deducir que las conversaciones con Estados Unidos y sus socios de la OTAN no son otra cosa que un malvado encubrimiento de una larguísima trayectoria de agresiones contra Rusia.
Dadas las incesantes y endémicas traiciones de parte de Estados Unidos y la OTAN, uno sospecha que la dirigencia rusa sabe muy bien que las conversaciones propuestas marcan un peligroso punto de inflexión. Si no se producen prontas respuestas a las legítimas preocupaciones por la seguridad de Rusia, entonces la próxima fase implicará un ámbito técnico-militar más robusto. Ámbito que pareciera que Moscú ya ha elaborado a sabiendas que era casi inevitable.
Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en
Traducción Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation