En este mes de diciembre del 2021, hace 30 años, caía la poderosa y gloriosa Unión Soviética. Las fuerzas del mal se habían unido para que ese ejemplo de país, de sistema, no fuera tomado más en cuenta.
Revisemos los acontecimientos de 1917, año que marca un hecho histórico, cuando los oprimidos tomaron el poder y pudieron mantenerlo durante más de 70 años. En esos años las fuerzas del capitalismo europeo, empujadas por el imperialismo gringo realizaron todo tipo de actividad para destruir el poderoso Estado Obrero.
Fue una revolución con el fundamento ideológico del marxismo, donde su base principal es la lucha de clases, tal cual lo dictamina el Manifiesto del Partido Comunista, el llamado panfleto comunista traducido a casi todos los idiomas del mundo, conocido como la "pequeña" obra escrita por Marx y Engels.
La revolución socialista tiene su génesis en 1905, cuando el proletariado pretendió derrumbar el zarismo, con el agravante que este fracaso llevó a una terrible represión, pero esto permitió y enseñó al pueblo a reflexionar, era urgente prepararse para el asalto final, que sería en 1917.
En su inicio los poderosos, la élite política, quería también derrocar el zarismo, pero con el fin de asumir ellos el poder; en esa lucha acusan a los bolcheviques de todos los crímenes que se cometen, más son los ricos los que abusan y asesinan al pueblo.
Esos años iniciales fueron difíciles a todos los niveles; además, de los crímenes que cometían, los poderosos controlaban los productos de primera necesidad, generaron escasez de los alimentos, llevando al pueblo a hambrunas y a verdaderas crisis de convivencia. Sin embargo, la popularidad de los bolcheviques se mantiene, crece en diferentes sectores de ahí que se llame a una Asamblea Constituyente, la cual como consecuencia de muchas querellas es disuelta.
El pueblo, agrupado en los Soviets, clama ahora por una democracia participativa y protagónica. Bajo la dirección de Lenin y con el pensamiento o ideología marxista la revolución da sus primeros pasos.
A raíz de la muerte de Lenin, el poder pasa a manos de Stalin, quien debe controlar los problemas internos, recuperar la economía y de inmediato prepararse para una segunda guerra europea. En esa guerra el pueblo soviético se entrega y lucha por su revolución, allí pierden la vida cerca de 27 millones de patriotas, pero era necesario vencer a Hitler y su nefasta política fascista.
El temor europeo ahora es grande, con la victoria soviética otros países asumen su visión del socialismo: Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia. Europa y el imperialismo saben que el comunismo ha comenzado a avanzar y pronto Italia, Francia, España, Alemania y otros países pueden ser o estar bajo el dominio soviético. La decisión del imperio es acabar con la URSS, no se puede permitir que otro país se convierta al comunismo. El imperialismo gringo diseña su política contra Stalin, se le compara con Hitler y sus crímenes, la propaganda internacional es inclemente, el comunismo es satanizado, se crea la leyenda negra sobre Stalin. Gente de izquierda, en diferentes partes del mundo, creen o asumen este absurdo discurso.
El cine gringo, manejado por sionistas, transforma la victoria soviética en una gran victoria norteamericana y eso enseñan en las escuelas. Los medios de comunicación, manejados por el sionismo a nivel internacional preparan todo su esquema el comunismo no puede avanzar, esto es destrucción y muerte.
Aunado a este clamor, a todos los niveles y, en casi todo el mundo; en la nueva sociedad del proletariado se viene gestando, una burocracia interna, donde los corruptos aseguran su posición en cargos claves y la de sus hijos, lo que los trasforma en capitalistas, apoderándose de todo el botín que se les permite. En tal sentido se fue generando una burocracia, con deformaciones de todo tipo. La llamada casta social se dedicó a vivir de los trabajadores. Compraban carros lujosos, vivían en casas inmensas, viajaban al exterior en cada momento. Sus hijos e hijas vivían en el exterior, con el cuento de que estudiaban, pero estaban en negocios. Como vemos una riqueza acumulada, no por su lucha contra el gran capital, han adquirido esas sumas millonarias saqueando las arcas del Estado. En su permanente daño se capta que no hay interés en luchar por el socialismo, lo de ellos es generar trabas, discusiones absurdas, programas fallidos, todo para frenar el avance de la revolución.
Los años 90s los conocemos, Gorbachov y sus ideas de la perestroika y el glasnost, creaban el ambiente para la destrucción del gran sueño de la clase obrera, la URSS caía. Quince países unidos en una gran lucha se transformaban en 14 pequeños y débiles países y, uno que sigue en su lucha: la Federación Rusa.
Esta resumida historia es para llevarla a Venezuela, donde en los 90´s, en febrero del 92 se dio el gran Por Ahora. Fue un fracaso militar, pero una gran victoria política. De inmediato los poderosos y sus sirvientes pretendieron apoderarse del fenómeno Chávez. Sin embargo, fue el pueblo el que asumió el compromiso y se transformó.
Las fuerzas del mal, como AD y COPEI, entraron en "barrena", caían y desaparecían del mapa político, hoy día son solo siglas, franquicias comerciales para negociar. La situación fue clara, en las elecciones de 1998, el chavismo arrasó y llama de inmediato a una Asamblea Nacional Constituyente, donde se redacta la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El llamado de Chávez es claro; mantener la crítica como elemento de lucha y construir la Sociedad Comunal, con fundamento en el artículo 5° de la CRBV, donde se destaca que la soberanía reside en el pueblo y los órganos del Estado emanan de la soberanía popular.
El llamado del partido es que tenemos que construir una sociedad donde el pueblo luche por una democracia participativa y protagónica. Es evidente, en estos años mucho se ha logrado y, el pueblo busca construir la Sociedad Comunal. El ataque inclemente que ha sufrido el chavismo o el gobierno de Venezuela ha sido descomunal. El imperio con su OEA, con su grupo de Lima y algunos países de Europa tiene como único fin destruir el proceso que se genera en Venezuela. Es evidente "Venezuela es un mal ejemplo".
Como se percibe a este proceso le falta mucha teoría, mucho marxismo, pero Chávez trabajó para construir una sociedad socialista y a ello deberíamos estar abocados. La muerte repentina y por encargo de Chávez, generó que Maduro fuera el candidato y le ha tocado luchar duro para mantenerse en el poder.
El ataque imperial sigue en su lucha. "el chavismo no puede avanzar", "en Venezuela se ha generado una dictadura". "Venezuela es un narco estado". Son solo mentiras y más mentiras, lo que el imperio exige es destruir el proceso, para ello cuenta con traidores y vende patrias, que hacen todo para satisfacer sus exigencias. A pesar de toda esta absurda penetración comunicacional, otros países han logrado alcanzar sus metas, por ello Nicaragua, Bolivia, Antigua y Bermuda, San Vicente y las Granadinas, contando siempre con la solidaridad de Cuba apoyan la lucha indoblegable que asume Venezuela.
Conociendo esta parte positiva, encontramos un grave problema, la formación de una vil, vulgar y absurda burocracia, donde varios llamados líderes se enriquecen en nombre de la revolución. Ahora tienen carros lujosos, casas inmensas, sus hijos e hijas viven en el exterior, con el cuento que están estudiando, con cuentas en el exterior y haciendo negocios. Varios de estos burócratas corruptos tienen testaferros, quienes abren carnicerías, bodegones, cervecerías, hoteles de lujo, supermercados. Tienen hijos que han comprado helicópteros y barcos de lujo.
Ahora no se habla de socialismo, no hay interés en el marxismo para profundizar la lucha de clases, se han vuelto pragmáticos que inventan programas y propagandas de un tal Super Bigote, enajenados con la ideología del imperio y sus héroes de papel. Además, quien critique a algún funcionario es catalogado de contrarrevolucionario, se capta entonces a funcionarios corruptos que se hacen llamar revolucionarios. Creen en una revolución que les permita llenar sus arcas. Lo vital es elucubrar, perturbar, asistir a reuniones, seminarios para no trabajar por el socialismo; lo importante es que la burocracia y la corrupción hagan su trabajo.
Lo que aprendimos y vimos de la URSS, debe ser de vital importancia. Es hora de luchar y construir el socialismo, por la vía de la Comuna. Aún tenemos tiempo para salvar la humanidad construyendo el socialismo que Chávez nos legó, contando siempre con el pensamiento de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.
Caracas, 4 de enero de 2022