El dicho aquel de: "la mentira tiene patas cortas" parece que amerita una revisión; de ser absolutamente cierta tal aseveración el capitalismo no existiría, tampoco existiría la oposición venezolana, Guaidó sería un fantasma y aburrido cuento de niños, Duque quizás una pesadilla en una mala noche de indigesta cena o abuso etílico, la "vida de ensueño americano" no se recordara ni en las viejas páginas de revistas en desuso porque con vergüenza irían a parar a un fogón, ya que ni nos atreveremos a usarlas ni para recoger la caca del perro por temor a la carcajada burlesca del jodedor del barrio. Por supuesto que el "libre comercio", manejado por las trasnacionales capitalistas y las mafias mundiales del capital tampoco existirían. ¿Podría existir el imperialismo si la mentira tuviera patas cortas? La respuesta obvia es no, tampoco existiría el negoción con la enfermedad de la gente que le permite a muy pocos tener mucho a costa de la muerte de millones, en fin, el mundo sería socialista-cristiano-humano-bolivariano y chavista.
Si no existiera un mundo de mentira que perdura en el tiempo, quizás Guaidó, López, Capriles, Rosales, Allup y toda esa dirigencia antipatriota, esa que se reparte lo robado cuan banda criminal, perdónenme la redundancia, por supuesto, muy afanados ¡hasta las once de la noche! "trabajaron" los niños de papá y de ñapa, un 3 de enero... ¡Qué fastidio!, si de verdad la mentira tuviera patas cortas, a lo mejor esos muchachones serían gente sana, no le harían daño a nadie, quizás les daría vergüenza robar tan descaradamente. Pero, siempre hay un pero, como no es tan cierto eso de que la mentira tiene patas cortas, dependiendo quien la dice, dependiendo si tiene medios "imparciales" que la difundan, pues los chicos antes mencionados han tomado el camino de la gran mentira para estafar al pueblo venezolano.
Pero en la famosa discusión del "estatuto de transición", un papelucho que sin embargo le da "patente de corso" a los gringos para seguir desangrándonos, y a esa "dirigencia" opositora de continuar repartiéndose lo robado al país como las bandas criminales en sus mejores tiempos, no obstante para la mediática capitalista internacional los chicos que roban los activos de Venezuela secuestrados en el mundo la mentira es lo otro; se apoderan de CITGO, Monómeros, las cuentas en varios países, el oro en la "decente" Inglaterra, me refiero a su reino, pero para esos medios esos delincuentes no son delincuentes, son gente decente y "luchadores por la libertad", esta narrativa es "la verdad", una verdad impuesta a punta de manipulación. Los grandes estudiosos del derecho internacional, la llamada opinión pública mundial, la materia gris del mundo no dice nada al respecto... El gobierno de la principal fuerza militar del planeta, la que nos amenaza con sus bombas cada día, la que nos sanciona cuando les da la gana y por lo que les da la gana no recibe ni siquiera la crítica más leve de la llamada "cultura universal", la "prensa libre" del mundo caya la atrocidad que cometen los sabios gringos al apoyar un parapeto de gobierno que no hace otra cosa sino facilitar el robo de lo que nos pertenece a todas y todos los venezolanos. En este orden de ideas definitivamente concluímos que no todo el tiempo la mentira tiene patas cortas, cuando se trata de las que crea el imperio y el capitalismo mundial pareciera mutar y hacerse más fuertes y longevas, aunque ciertamente, "no hay mal que dure cien años", pero cien años es bastante...
Los estudiosos honestos del mundo tienen un compromiso moral con la verdad de Venezuela; nosotros solo somos un pueblo noble, trabajador, jodedor que hemos dado libertad, cariño y afecto a todo aquel o aquella que llega a buscar nuestro cobijo. Los abogados del mundo, los defensores de derechos humanos; jamás se había atentado de manera tan cruel las bases fundamentales de los códigos elementales de convivencia y esperamos que ustedes al menos reaccionen, digan algo, analicen lo que realmente ocurre en este país. Ya que somos tan famosos en el mundo por las malas noticias que nos endilga la llamada "prensa libre", deberían los expertos del planeta plantearse un debate profundo sobre lo que está ocurriendo con la llamada "crisis venezolana". Esos debates deben tener una conclusión y esas conclusiones deberían servir para recatar el famoso dicho de que "la mentira tiene patas cortas".