Luego de que lxs venezolanxs sufriéramos 40 años de yugo puntofijista y de entrega de nuestras riquezas al imperio gringo, el pueblo dijo basta y se levantó mediante un sacudón electoral en los comicios de 1998. Las fuerzas populares con Chávez a la cabeza conquistan nada menos que la presidencia de la república y un bojote de gobernaciones, la de Barinas incluida que antiguamente había estado por mucho tiempo en manos de caudillos adecos y copeyanos.
Desde esa fecha (1998-1999), el chavismo (PSUV más el resto de los partidos que integran el llamado polo patriótico) hasta el presente (comienzos del 2021) retuvo la gobernación en 4 procesos electorales seguidos, desde el 2000 hasta principios de enero del el presente año. En efecto, a partir de las elecciones regionales celebradas para el 21 de diciembre del año pasado se interrumpe la continuidad del gobierno, el candidato de la ultraderecha obtiene la victoria por una pequeña minoría. Pero al ser éstas anuladas sorprendentemente por el TSJ, la decisión popular originalmente tomada en contra de la continuidad de 20 años de gobierno chavista, es reafirmada contundentemente 20 días después, cuando el TSJ vuelve a convocar a elecciones (9.E.2022).
Cabe resaltar los resultados con que se reafirma la victoria opositora, casi 50 mil votos de ventaja. Al ser considerado Barinas la tierra donde nació el gran inspirador del proyecto de la "Revolución Bolivariana" las elecciones tuvieron una repercusión simbólica importante. Así, el revuelo causado en la opinión pública nacional e incluso internacional no tardo en prenderse las alarmas dentro de las filas del PSUV. Miembros de la alta vocería de esta organización política al referirse sobre las causas de la debacle electoral, culpó a factores vinculados al nepotismo, mala gestión, corrupción, entre otros vicios muy comunes en nuestros dirigentes políticos, tanto de la cuarta como de la quinta. Hay muchas verdades en esta radiografía de la derrota, pero la imagen o fotografía que se toma sólo abarca una región y a una familia en particular, más no parece llegar al corazón del problema. Por tanto debe tomarse una placa que englobe el fenómeno en el contexto nacional, incluso internacional.
LA EXPERIENCIA BARINAS EN EL CONTEXTO GLOBAL
Debe dejarse claro que el fenómeno Barinas, no es un hecho local, la causante de la derrota electoral en Barinas va más allá de una pésima gestión de Argenis Chávez y de su círculo de filiación familiar cercano con más de 20 años al frente de la gobernación. Pues esta realidad es la misma que se presenta a nivel nacional.
Por ejemplo, ¿cómo explicar el caso Zulia? La apabullante victoria del opositor Rosales con una ventaja de unos 150 mil votos desmienten rotundamente cualquier visión superficial o localista. También Apure y otros estados llaneros considerados territorios donde se supone viven gente conservadores o apegados a gobiernos de turno o pocos proclives a cambios políticos, mostraron su descontento con la forma de gobierno de sus dirigentes/representantes. Pero en la mayoría de la geografía nacional los resultados fueron muy parecidos, y a la clase política dirigente de esas entidades no se les acusa de lo peor como a la familia Chávez en Barinas.
Sin ánimo de defender a esta familia - no poseo ningún vínculo, ni he recibido ningún tipo de favores, por cierto- todo indica que Barinas solo fue una fotografía de la amplia geografía venezolana, eso se dice y estoy de acuerdo. Sólo que la (ultra)derecha víctima de sus rencillas políticas y obedeciendo órdenes dela Casa Blanca, la oposición fue atomizada a estos comicios, mientras que una parte importante se abstuvo, de este modo perdió la oportunidad de arrebatar casi todas las gobernaciones y de vestir el mapa venezolano de color azul.
LA VIDA: UNA ETERNA LUCHA POR "VIVIR BIEN"
La historia de la humanidad- de acuerdo con Marx en este punto- siempre se ha caracterizado en una dura lucha para vivir dignamente, lucha que se refleja en la pugna permanente entre las "clases de abajo" que reclaman sueldos y salarios justos para vivir en mejores condiciones, y "las de arriba", que acosadas por la necesidad insaciable de acumular capital no tienen límites de explotar a los de abajo y apropiarse mediante el pillaje las riquezas de las naciones subalternas. Desde los orígenes del capitalismo hasta nuestros días esto siempre ha sido así.
Barinas, como región venezolana no está exenta de esta dialéctica. La lucha entre estas clases se da de diferentes formas: unas veces violentas- como la ocurrida en el mayo barinés (21, 22,23 de mayo 2017) cuando una poblada (multitud in-organizada según, Toni Negri) provocó una revuelta contra el acaparamiento, especulación y hambre generalizada, entre otras causas- y otras veces pacíficas o legales como la presentada el 9 de enero del presente año.
Esta realidad de miseria generalizada y destrucción de la infraestructura productiva y de servicios que difícilmente en la crisis mundo capitalista de hoy casi ningún Estado puede resolver, al menos fue captada por Arreaza (candidato del chavismo) desde el primer día que llega a Barinas. Inmediatamente, el candidato hace llegar las "bolsas de comida" en lugares donde más nunca llegó, las proteínas (chorizos, pollos, carnes y huevos (que solo iban a parar a las élites del partido de gobierno) y algunos jefes de calle (estructura de base de los CLAP), como arte de magia aparecieron y fueron distribuidos a toda la población pocos días antes de las elecciones. sin embargo esta realidad- tengo entendido que es en todo el territorio nacional, parece pasar desapercibida por muchos lentes analíticos.
Sin duda el causante mayor de estos males obedece al nuevo imperialismo (D. Harvey) practicado por USA cuando arrebata nuestras riquezas groseramente (acumulación por desposesión), e impone un criminal bloqueo. No obstante, estos males que muchos de ellos también obedecen a a varios factores (biopolitica o gobernanza ineficaz, impericia, corrupción de los "rojos rojitos" de Ramírez, entre otras razones que se quieran esgrimir) deben pasar a un primer plano del análisis. Sin embargo parece dejarse colar por debajo de la meza. El salario es un tema obviado por los grandes dirigentes del partido de gobierno de turno, curiosamente la oposición (centro derecha y neofascista ha guardado silencio. Hasta el PCV, el único partido de izquierda, parece haber desmallado en la bandera por una lucha del tema salarial. Las bases de las filas chavistas, cuyos militantes más antiguos en su gran mayoría vienen de la cuarta república, se les hace difícil creer en el discurso que debemos resistir todas las embestidas del imperio y sus lacayos, sobre todo cuando hay miembros de la clase política gobernante viviendo cómodamente, o exhibiendo fortunas que en el pasado no poseían, incluso algunxs dilapidando impúdicamente recursos que nos pertenecen a todxs, sin que la voluntad contralora del llamado "poder popular" se active. Esto debe llevarnos a preguntarnos por el tema de la igualdad social y de la moral socialista que nos enseñó el Ché (por cierto, una figura histórica que simbolizó en décadas pasadas al "ser" revolucionario, hoy casi echada al olvido).
LXS ELECTORES: ¿SUJETOS POLÍTICOS?
¿Qué nos dice la experiencia Barinas? Que el pueblo elige y hasta reelige gobernantes no importando mucho la ideología y los vicios propios de la política con tal de que lxs gobernantes cumplan sus promesas de "buen gobierno". Pero de pronto el llamado populacho reasume su papel de sujeto político; éste reflexiona y revoca a sus gobernantes cada vez que lo defraudan. Esto mismo pasó en la cuarta república, y se vuelve a repetir cada vez que el pueblo abre los ojos, o adquiere cierta "madurez", como dice el amigo Gonzalo H.
Esta última sentencia o máxima se cumple también en el ámbito internacional. Recordemos que en la época del 70 al 90 ocurrió una "onda redemocratizadora" en el continente, según algunos escritores (S. Hantintong, entre otrxs). Recordemos que muchos países que asumieron modelos dictatoriales en épocas anteriores (50 al 70 aproximadamente) regresaron a modelos "democráticos representativos", y no fue por obra y gracia de Dios. Sencillamente la gente se cansó de odiosos dictadores y se sacudieron de ellos. Luego, décadas después, a principios del presente siglo, con la embestida neoliberal asistimos a una "onda reeleccionista" de gobiernos progresistas. Estos Líderes o lideresas que insurgieron con o sin la tutela de partidos lograron ser gobiernos y fueron reelectos en más de un periodo electoral. Entre los que destacan: Hugo Chávez y Maduro en Venezuela, los Krisner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, Bachelet y Sebastián Piñera, entre otras figuras descollante de la política (y anti-política) fueron elegidos en dos ocasiones.
Ahora la moda electoral latinoamericana pasó a ser muy diferente: votar contra el establishment y darle la oportunidad de gobernar a la oposición (de derecha o de izquierda). Es decir, pierde vigencia el paradigma reeleccionista por el de cambios de gobernantes y representantes en posiciones de poder. Hoy, según estudiosos de la ciencia política, en nuestro continente frente a una clase política desprestigiada toma cuerpo una "ciudadanía") hastiada (me gusta más el término "sujeto" arrecho) con voluntad de cambiar viejos gobernantes o regímenes políticos en el poder por otros nuevos, o sencillamente con algunos años fuera del poder. Excepto a algunos países como Nicaragua y Barbados cuyos gobernantes repitieron en comicios realizados recientemente, en la mayoría no ha ocurrido así. Así por ejemplo, en Estados Unidos D. Trump – a pesar de tener todo el dinero del mundo-no pudo reelegirse, la asunción de Boris como nuevo presidente acabó con el continuismo de Piñera y con el pinochetismo en Chile, Arce en Bolivia destronó del poder a la tiranía neofascista y golpista, Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre) ganó las elecciones de Honduras poniendo fin a 12 años de gobierno conservador en Honduras. Así mismo, todo indica que Petro pondrá fin a décadas del continuismo conservador y liberal en Colombia. También se espera que Lula reemplace POR al Bolsonaro. A nivel parlamentario, hubo cambios en México, Ecuador y Costa Rica. Nunca olvidemos que en Venezuela (2015) la derecha barrió en la Asamblea Nacional. Son ejemplos o experiencias que deben considerarse a la hora de hacer una adecuada evaluación política.
Entonces no nos extrañemos que estos vientos de cambios continentales y mundiales se unan al viento barinés y más adelante produzcan "sacudones", como el 9 de enero 2021. Y lo lamentable es que no se observan mayores esfuerzos para evitar estos cataclismos sociales, el descontento continúa creciendo como la espuma, y eso contraría posiciones nihilista o negacionistas que son incrédulas o refutan la esperanza de un mundo-otro para las grandes mayorías. Los de abajo" (trabajadores hombres y mujeres, las llamadas minorías étnicas, sexuales, etc.) quieren seguir disfrutando sus vidas en un mundo mejor, pero ya no desean bailar la flauta que tocan los de arriba.
Desde luego, debe tenerse claro que no se trata de una simple manía de cambiar por cambiar, es el pueblo en su justa lucha por la existencia, que aún parece no haberla encontrado como la luna llena. Entonces vale la pregunta, ¿el cambio verdadero por un nuevo sistema de verdadera igualdad y justicia vendrá de las urnas electorales, que unas veces están unos y otras veces están otros, sin llegar a provocar las grandes transformaciones sociales?, o ¿acaso habrán otras formas de vida que aún no hemos experimentado? ¿Qué decir de la experiencia zapatista u otras experiencias de buen vivir que practican nuestras organizaciones comunitarias, pero que las clases política generalmente soslaya?