La verdad y la falsedad son hijas de la historia y del tiempo. A mas y a más, sí hubo la cohabitación y coito de la historia y con el tiempo, y naciera la verdad y la falsedad. En el Quijote, aparece la historia como depósito de las acciones, madre de la verdad, émula del tiempo padre de la verdad, testimonios confesionales indiciarios presumibles de lo pretérito, ejemplar avizor ejercitante presente y advertido porvenir. La historia con sus condicionales sostuvo su cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente correspondencia en el 69 cojedeño de Maleo, con el tiempo, en que surgieran de la abracadabrante sombría penumbra whitmaniana del onfalo onfalósico umbilical ombligo, la poderosa verdad y la no menos poderosa falsedad. La verdad ha de tener a su antípoda, a su antípodo como dice el Quijote, a la falsedad. Y, en coyunda juntura lujuriosa, nacieran, verdad y falsedad, de la cohabitación combinatoria del 69 cojedeño, y, que a según Rosa María, la de la calle Alegría de San Carlos, fuera una cohabitación y una tiradera del chamo tiempo con la chama ignora. Y, de esa cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente correspondencia con el 69 cojedeño de Maleo, naciera la falsedad, y nacieran entre las sábanas de la Madama Affaqui de San Carlos y las sabanas montañosas de San Felipe. Y, entraran en discusión, Rosa María y Machú, su vecina de la calle Alegría, en que Machú, le refutaba la tiradera, que fue una relación, entre el vago tiempo con la vaga ignora, entre las sábanas de Holanda y las sabanas montañosas de Uganda, por donde naciera la falsedad en borrascosas relaciones lujuriosas del vago tiempo con la vaga ignora. Asegún lo dicho, de la verdad la falsedad la historia y el tiempo, mas y más, de lo de ignora y lo del tiempo, pero y empero, el asunto es que con la seguridad mas y más segura, como la certidumbre mas y más firme, la verdad tiene criada respondona, y, esta es la falsedad que surgieran, al mismo tiempo en armónica simultaneidad similaricadente contradictoria del hoy es siempre todavía, a las cinco en punto de la tarde, la falsedad y la verdad, de la abracadabrante sombría penumbra whitmaniana, de la difuminación continua espectral, de la relación del tiempo con la historia, de la que surgen iguales elementos contrarios, la verdad y la falsedad, tanto como el yin y el yang, tanto como el contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño, tanto como el exceso y el defecto, tanto como el tercio excluso y el tercio incluso, tanto como la tesis y la antítesis, tanto como el consciente y el inconsciente, tanto como el universo expansivo einsteiniano de luz curvada y el universo contractivo maleoiano de luz tragada, tanto como la onda y la partícula, tanto como lo visible y lo invisible, tanto como la certidumbre y la incertidumbre, casos correlativos límite contradictorios caliginosos, que surgieran de la abracadabrante sombría sintética definitoria penumbra whitmaniana, en el punto inflexivo topológico borroso del ser y del no ser, de la modernidad ilustrada enciclopédica védica upanishad sánscrita, a la que hay que recurrir siempre a la búsqueda de nuevas conceptualidades sintéticas transformadoras asegún Albert Einstein. Y, por último, como tiénese dicho, que de la historia y del tiempo, en difuminación continua espectral, surgiera la verdad y la falsedad. Y, no hase de pasar por alto, el continente de continentes, el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, que contiene todos los contenidos de las plurales palabras pareadas paradójicas, y, en que una de esas plurales es la verdad y la falsedad, de igual nacimiento, casos correlativos límite contradictorios caliginosos, en coito entre el tiempo y la historia entre sábanas de Holanda y sabanas montañosas de Uganda en contradictorio concupiscente 69 cojedeño de Maleo, en que surgieran abracadabrante de la sombría penumbra whitmaniana acostada postura 69 de la historia y del tiempo, la verdad y la falsedad.
Con digresión y sin digresión, la verdad y la falsedad son hijas de la historia y del tiempo. La historia con sus condicionales sostuvo su cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente correspondencia en el 69 cojedeño de Maleo, con el tiempo, en que surgieran de la abracadabrantes sombría penumbra sintética definitoria whitmaniana del onfalo onfalósico umbilical ombligo, en el punto inflexivo topológico matemático borroso, la poderosa verdad y su contrapeso no menos poderosa, la falsedad. La verdad ha de tener a su antípoda, a su antípodo como dice el Quijote, a la falsedad. La verdad tiene criada respondona, y, esta es la falsedad. La verdad y la falsedad que surgieran, al mismo tiempo en armónica simultaneidad similaricadente contradictoria del hoy es siempre todavía a las cinco en punto de la tarde, de la abracadabrante sombría penumbra sintética definitoria whitmaniana del acostado quijotesco tiempo con la nombrada cervantina historia. La verdad y la falsedad, surgieran del punto inflexivo topológico matemático borroso del ser y del no ser, de la historia y del tiempo. La verdad y la falsedad, surgieran del punto crucial decisivo de la línea curva lemniscata de Bernoulli, de la línea curva parabólica cúbica de Picasso. La verdad y la falsedad, surgieran de la difuminación continua espectral relativa del tiempo y de la historia, ahí en el punto crucial decisivo topológico matemático borroso, del golpe feroz cesarvallejoiano del que surgen hacia niveles superiores sintéticos transformadores iguales elementos contrarios, sin saltos de talanquera ni vuelos de gallera, como si fuera entre lo cuantitativo y lo cualitativo, entre valores jerarquizados y valores polarizados, en eterna noria notoria de la historia cíclica espiralina sinusoidal, del algo existente ya y la nada existente ya, del algo nuevo ante el Sol maleoiano y el nada nuevo bajo el sol eclesiástico de plurales palabras pareadas paradójicas del oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, continente de continentes que contiene a los contenidos de las hijas de la historia y del tiempo, la verdad y la falsedad.
Con divagancia y sin divagancia, la verdad y la falsedad son hijas de la historia y del tiempo. La historia con el tiempo, con sus condicionales sostuvieron su cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente correspondencia en el 69 cojedeño de Maleo, en que surgiera de la abracadabrante sombría penumbra sintética definitoria whitmaniana del onfalo onfalósico umbilical ombligo, en el punto inflexivo topológico matemático borroso, del tiempo y de la historia, la poderosa verdad y su contrapeso no menos poderosa la falsedad. Contenidos que contiene el continente de continentes el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano que contiene todos los contenidos de las plurales palabras pareadas paradójicas, y, en que una de ellas de esas plurales, es la verdad y la falsedad, y, lo que indica que igual nacimiento han tenido, la verdad y la falsedad, del coito entre tiempo y la historia. Agora ahora hogaño, Albert Einstein solía aconsejar ir a las modernidades ilustradas originarias, del ser y del noser de la literatura védica upanishad sánscrita, y, porque y para extraer nuevas conceptualidades sintéticas transformadoras, y, Albert Einstein y Werner Heisenberg, ruborizábanse con hermosa profunda emoción sensoria mística científica auténtica de la filosofía de las 4E de Maleo, del entendimiento y de la estética ética espiritual, con lo que pudiera existir entre el conocimiento de lo humano y de lo divino, entre la ciencia de lo justo y de lo injusto, con lo que pudiera existir entre el exceso y el defecto, entre el tercio excluso y el tercio incluso, entre la tesis y la antítesis, entre lo consciente y lo inconsciente, entre lo verdadero y lo falso, entre la verdad y la falsedad, entre la realidad y la irrealidad, entre certidumbre y la incertidumbre, entre la determinación y la indeterminación, entre lo visible y lo invisible, entre la partícula y la onda. Werner Heisenberg, decía: "No todas las proposiciones científicas eran verdaderas o falsas. La mayor parte de los enunciados, si no todos, son indeterminados, inciertos, grises, son borrosos." Y, Albert Einstein dijera: "En la medida en que las leyes de la matemática se refieran a la realidad, no son ciertas. Y, en la medida en que son ciertas, no se refieren a la realidad." Albert Einstein y Werner Heisenberg en similaricadencia tautológica repetitiva platónica, tocantes tangenciales casi casi inequívocos, llegaron a las orillas del oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, no margulleron ni chapucearon en las cristalinas grecas aguas del Éfeso, y, de haber margullido, hubieran mandado al carajo a Aristóteles, hubieran descubierto a los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo, que surgieron del derrumbe de las Torres Gemelas Neoyorquinas, el día de la Virgen de la Coromoto de Venezuela, el 11/09/2001, y, lo demás es historia contada con las invasiones medidas coercitivas y las sanciones criminales económicas comerciales financieras monetarias del imperio capitalista neoliberal gringo go home de los EEUU contra Venezuela Irak Libia Siria Afganistán Yemen del famoso discurso nefando de George W Bush, que enterrara y tapiara a Aristóteles, sobre las ruinas del World Trade Center, cuando dijo George W Bush: "O estás conmigo o estas con mi enemigo", un discurso egocéntrico exclusivo aristotélico capitalista imperial neoliberal. Y, Albert Einstein y Werner Heisenberg, no margulleron en el río efesoíta de Éfeso, y, de haberlo hecho, a buen seguro, como tiénese dicho, que hubieran mandado mandadero verdadero al carajo a Aristóteles, por haber arrumbado de su lógica, al tercio incluso de Maleo, y de haberle dado, Aristóteles, un cuarto al pregonero al tercio excluso imperial neoliberal yanqui, que sí le han sacado la punta puta a la exclusión. Y, como tiénese dicho, Albert Einstein y Werner Heisenberg, ruborizábanse con hermosa profunda emoción sensoria mística científica auténtica de la filosofía de las 4E de Maleo, del entendimiento y de la estética ética espiritual, con lo que pudiera existir entre la realidad y la irrealidad, entre certidumbre y la incertidumbre, entre la determinación y la indeterminación, entre lo visible y lo invisible, entre la partícula y la onda, entre lo verdadero y lo falso, entre la verdad y la falsedad, estas últimas, hijas de la historia y del tiempo.
Si la verdad y la falsedad son hija de la historia y del tiempo. Entonces sea dicho que la historia y el tiempo, con sus condicionales, sostuvieron su cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente correspondencia en el 69 cojedeño de Maleo, en que surgiera de la abracadabrante sombría penumbra sintética definitoria whitmaniana del onfalo onfalósico umbilical ombligo, en el punto inflexivo topológico matemático borroso, la poderosa verdad y su contrapeso no menos poderosa la falsedad. Ergo vergo sea dicho que Albert Einstein y Werner Heisenberg, ruborizábanse con hermosa profunda emoción sensoria mística científica auténtica de la filosofía de las 4E de Maleo, del entendimiento y de la estética ética espiritual, con la historia y con el tiempo y ruborizábanse con hermosa profunda emoción sensoria mística científica auténtica de entre la historia y del tiempo, y, mas y más, de entre sus hijas, la verdad y la falsedad.