Es importante destacar que con esta nueva línea, se genera una nueva demarcación, donde el gran perdedor es Venezuela, que se ve obligada a aceptar esta exigencia para no perder todo, de acuerdo al pedimento norteamericano.
Venezuela con múltiples problemas internos, ha descuidado este atropello, pero firma en Washington un Tratado de Arbitramiento, en 1897, era presidente Ignacio Andrade, firma sin autorización del Congreso; esta de presidente de Estados Unidos Grover Cleveland, quien favorece a Inglaterra y no toma en cuenta los títulos de posesión que maneja Venezuela.
El Tribunal de Arbitramiento, estaba reunido en Paris, donde el Reino Unido está representado por 4 asesores ingleses y Venezuela cuenta con 4 consejeros norteamericanos. Además, un juez ruso amigo de su majestad y del poder británico. El 3 de octubre el Tribunal dictamina, la decisión sobre la demarcación en el territorio de Esequibo entre los Estados Unidos de Venezuela y Guyana Británica. Con esta sentencia Gran Bretaña se apodera del 90% del territorio en disputa, es decir 159.500 Km2.
A Venezuela se le reconoce la Boca del Orinoco y 500 millas cuadradas de la desembocadura. Los jueces no tomaron en cuanta los aspectos jurídicos ni históricos. Es una sentencia arbitral profundamente injusta, violatoria del Derecho de Gentes, por ello siempre se ha afirmado que el Laudo del 3 de octubre de 1899, conocido como Laudo de Paris, es nulo e írrito.
El Esequibo en el siglo XX
Iniciado el siglo XX, se encuentra Cipriano Castro en el poder, en 1902 los Estados Unidos e Inglaterra, le imponen a Venezuela la demarcación fronteriza surgida del Laudo Arbitral.
Durante 62 años Venezuela no reaccionó, no hubo reclamo alguno, lo que implica que los gobiernos de turno admitían, el Laudo Arbitral. En el caso de Rómulo Betancourt, quien estuvo en el poder entre 1945-48, siendo presidente de la Junta Militar, no accionó, no dijo nada en las Naciones Unidas sobre el despojo. Venezuela fue burlada, estafada y estos presidentes no hicieron nada.
Sin embargo, debemos señalar que en 1949 se publica el memorándum póstumo del abogado Severo Mallet-Prevost, donde destaca, en una carta para que fuera publicada después de su muerte, que el arbitraje de 1899 careció de legalidad, debido a que los miembros británicos pactaron con el juez ruso, en función de que la decisión favoreciera a Inglaterra.
Tomando en consideración este señalamiento, Venezuela denuncia el Laudo Arbitral de Paris en 1962. Es cuando llega a un acuerdo con el Reino Unido para resolver la controversia, el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966.
En ese año Guyana se declara independiente y Venezuela le reconoce como país, es el año que los británicos otorgan la independencia.
El Acuerdo de Ginebra
Venezuela decide finalmente, llevar el problema a instancias internacionales, de ahí que para el 17 de febrero de 1966 se firma el Acuerdo de Ginebra entre Venezuela y el Reino Unido, contando con el gobierno de la colonia Guyana Británica, la cual obtiene su independencia para formar entonces, Guyana.
Se capta que el Acuerdo de Ginebra es un acuerdo de procedimientos y no se habla del territorio en disputa. Sin embargo, es un documento útil y necesario para el reclamo de Venezuela sobre el Esequibo.
Es un documento bastante claro y sencillo, con 8 artículos, donde leemos:
Artículo 1° Se nombra una comisión mixta que debe buscar resolver el conflicto ya que Venezuela argumenta que el Laudo Arbitral de 1899 es nulo.
Artículo 2° Se nombran dos representantes por el gobierno de Venezuela y dos por el gobierno de la Guayana Británica. Los dos representantes pueden ser cambiados por el gobierno respectivo. La comisión mixta puede nombrar expertos en la materia.
Artículo 3° se determina que la comisión mixta debe presentar cada 6 meses informes sobre el tema en conflicto.
Artículo 4° Se dan 4 años para buscar un acuerdo, de no llegarse se concurre a las Naciones Unidas, según el artículo 33 de la Carta, buscando una solución pacífica. Si es imposible aplicar alguna solución de las allí previstas, pueden acudir a un Órgano Internacional apropiado que ambos gobiernos acuerden, sino se concurre al Secretario General de las UN. De lo que se trata es agotar todos los medios pacíficos que establece el artículo 33.
Artículo 5° Se toma en cuenta que nada de lo contenido en el Acuerdo puede interpretarse como perdida para una de las partes. Para que cualquier acto sea legal debe ser aceptado, por escrito por la Comisión Mixta. Es necesario que la Comisión Mixta este vigente y presente para que tenga validez.
Artículo 6° Se realiza una primera reunión que sea aceptada la fecha por el gobierno de Venezuela y el de Guyana Británica.
Artículo 7° Entra en vigor en la fecha de su firma.
Artículo 8° Con la independencia de Guyana, el gobierno de Guyana será en adelante parte del Acuerdo, además del gobierno de Venezuela y del Reino Unido.
En lo que respecta al artículo 33 de la Carta de las UN podemos establecer que se tienen previstos, como medios pacíficos: la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a Organismos o Acuerdos Regionales u otros medios que se puedan acordar.
El Esequibo en el siglo XXI
Debemos estudiar la nueva realidad. Podríamos ir a Guyana para hablar con la gente que está en el poder, hablar con su pueblo, en si conocer de la realidad que vienen confrontando. Lo importante es que Venezuela y Guyana lleguen a Acuerdos donde los dos ganen y romper con las transnacionales petroleras, con relación con el Reino Unido y con el gobierno de Biden.
Entendemos que es necesario, urgente, mantener los mejores lazos de amistad con Guyana, estudiar la posibilidad de buscar una figura jurídica que nos permita a los dos beneficiarnos y cuadrar para un mejor entendimiento a futuro.
Si somos objetivos, Venezuela ya no puede accionar para recuperar la totalidad de su territorio, es decir 70% del territorio que conforma Guyana. Aun sabiendo que eso es propiedad de Venezuela, con documentos en mano y mapas que así lo evidencian; pero entendemos que no es política del Estado venezolano acabar con otro país, lo que pasaría si solo buscamos que se nos devuelva todo el territorio que por Ley nos pertenece.
Debemos acabar con la política que implica que cualquier planteamiento sobre una solución de consenso para solucionar el diferendo fronterizo significa traición y entrega del país. Podríamos estudiar el caso Belice, Guantánamo, Panamá y el mismo México. En estos casos todo se ha perdido y fueron negociaciones absurdas, violatorias del Derecho.
Es necesario asumir lo planteado por Chávez, quien siempre abogó y luchó por la integración latinoamericana. La lucha que mantuvo por la integración de América Latina y el Caribe, lo que ha contribuido a que hoy día varios de esos países del Caribe, que son un total de 13, asuman posiciones de colaboración y solidaridad con Venezuela.
Resolver por medios jurídicos ver la posibilidad de un condominio económico, una administración conjunta que sea favorable a las dos partes. Donde cada país obtenga un 50% de los beneficios que logren alcanzar. Entender que Venezuela no puede pretender 70% del territorio de Guyana, eso sería acabar con un país. No olvidando que este fue un problema adquirido por culpa de la voracidad del imperio británico y que Guyana desde que es país independiente ha contado con esa nueva demarcación. Buscamos, en forma solidaria, explorar alternativas de entendimiento económico que den fuerza a la cooperación e integración que hoy se clama en Latinoamérica y el Caribe.