Edgardo Lander revolvió la historia reciente. ¿Qué nos dejó para el debate?

Domingo, 13/02/2022 06:09 PM


Meterme en la entrevista que recientemente ofreció Edgardo Lander, me condujo a un "reencuentro" con otros pensadores venezolanos, que en otros momentos, manifestaron su preocupación (y desaliento) por nuestro destino. A medida que caminaba en la entrevista, iban apareciendo entre otros, Mariano Picón Salas (Cinco discursos….), Augusto Mijares (Lo Afirmativo Venezolano) y Mario Briceño Iragorry (Mensaje sin destino) con su "crisis de pueblo". Al terminar de caminar la entrevista, tuve la impresión, que Edgardo Lander dejó en la mesa (entre papeles) una situación que en su momento tuvo su impacto.

Es posible, tender un puente con la historia partiendo de esta entrevista. Mario Briceño Iragorry, de alguna manera preciso, que la "crisis de pueblo" es producto de una falta de consistencia histórica (conciencia). Vamos siendo un pueblo ligero que parece distraerse con las formas y no con los temas duros de la realidad. Mario Briceño Iragorry calificó el problema con términos precisos, pero cada uno, retiene su visión de esta crisis. "Nación ahistórica'' y "pobre sentido de responsabilidad". Todo esto tributa perfectamente con esta visión que Edgardo Lander nos ofrece para explicar nuestra situación hoy. "Ausencia de una conciencia histórica", es el puente y lo importante es saber hoy, cómo se traduce esto a la realidad y cómo se ha intentado resolver.

Frente a esta ausencia de conciencia histórica, "nación ahistórica", o pueblo vacío, que puede ser lo mismo que crisis de pueblo, Briceño Iragorry resumió un devenir con guerras intestinas que más bien nos llenaron de figuras heroicas y el pueblo, con un "aporte" importante de sus intelectuales, viene excluyéndose y recreando esa revista de héroes que mereciéndose su lugar, sirven para otra cosa. Todos hemos apostado en algún momento por figuras salvadoras. Si actualizamos nuestro inventario de héroes, tal vez nos llame la atención, la falta de civilidad respecto a la listas de guerreristas, que luego son nuestras referencias.

No hay ninguna duda, que fue precisamente Gómez el que pacificó y unió al país con un ejército. Hasta ayer, Betancourt era reconocido como el padre de la democracia. Una parte importante del país vivió y vive con esa idea, mientras el pueblo se coloca en el hombrillo.

Pareciera, que toda esta situación de déficit de civilidad, le va dando consistencia a Laureano Vallenilla Lanz. Su cesarismo merodea todos los rincones de la política. Hemos sido rigurosos y formales en la obediencia tan esencial para un modelo político sustentado en un líder y desordenado en la desobediencia.

Este es el punto ("ausencia de una conciencia histórica") que calza perfectamente con lo que Edgardo Lander llama "estilos y el modelo de algunos liderazgos". Esto es clave; más si lo juzgamos con las señales que se ven hoy. Esto que seguidamente me permito expresar, puede incomodar, pero no por ello deja de ser real. Ayer, internamente en los partidos y entre ellos, se notaban muchas figuras compitiendo para hacerse un espacio en la lucha política. Sonaba mucho el tema de las tendencias. Hoy no es muy visible esa lucha para construir espacios políticos. El "liderazgo" se hereda o el Estado-partido lo concede. . Preguntémonos: ¿Cuáles son realmente los liderazgos (nacionales y locales) que ofrece el partido más grande de Venezuela? Más allá de dos personas, no es fácil adivinar una figura presidenciable en este partido, que venga de luchas. El "supremo", es una creación perfecta que abona a esta tradición de guerras y héroes.

No está mal pensar, en una historia muy lineal y sin ruptura, que como lo deduzco de la entrevista, se empalma con lo actual y vemos levantarse como revitalizada, la imagen de Vallenilla Lanz. Edgardo Lander, lo sugiere: "La propia noción que [Chávez] tenía de sí mismo y del papel que debía jugar", es parte de una continuidad y no de una ruptura" Esto es una gota que cae en el vaso de la ausencia de conciencia.

http://www.aporrea.org/actualidad/n371309.html ;

Hoy es difícil marcar fronteras entre el Estado, el gobierno y el partido. Nada distinto al proyecto de Gómez, que con su ejército y autoridad íntegro y unió al país, como si en ese momento con Gómez; el país hubiese estado totalmente a oscuras.

La visión de socialismo del siglo XXI se volvió un empaque que fue "ocultando" una realidad que increíblemente la izquierda o una parte de ella, le fue colocando adornos. Hubo una vez una encuentro de intelectuales en donde se habló de hiperliderazgo y luego de ese encuentro, se dieron otros con filósofos y "poetas" que se transformaron en un circo o en una iglesia donde vienen a realizar misas de adoración y acción de gracias . La izquierda (trasnochada) que en los años 60 y 70 debatió temas y problemas esenciales para el país, se encogió y ahora está muy activa abonando el terreno para que esta ausencia de conciencia histórica se fortalezca. Dice Edgardo Lander: "la izquierda venezolana, que en la década del 60 y 70 había tenido un debate muy rico sobre el socialismo, sobre el partido único, sobre el papel del Estado y todas esas cosas, se ha olvidado de eso, se ha lavado las manos. La intelectualidad de esa época había abandonado toda opción de izquierda -muchos terminaron siendo neoliberales, otros se habían muerto, otros habían publicado cosas que después no se reeditaron-. Se dio una especie de borrón y cuenta nueva. Vamos a empezar el socialismo desde cero". Pero lo que se terminó construyendo es una reiteración de los mismos problemas y de las mismas lógicas. [Aparece hoy, como un hecho muy visible el] "Estado partido'', porque esa es la negación de la pluralidad, del debate abierto y de, efectivamente, plantearse la ampliación de la democracia" https://www.google.com/amp/s/www.aporrea.org/amp/actualidad/n371309.html ;

En esto, creo que Edgardo nos está diciendo, que el cesarismo es hoy, una realidad. Hoy tenemos un Estado-partido; ayer un Estado-ejército.

marcano.evaristo@gmail.com

@evaromar

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