Una obra de teatro multidimensional
La Vida
Por: Luis Enrique Sánchez P.
Sábado, 05/03/2022 11:53 AM
Es sin lugar a dudas, como ya se dijo, multidimensional y a pesar de estar en el mismo teatro, las acciones se desarrollan en diferentes niveles, al mismo tiempo, simultáneamente y bajo lo que podríamos llamar buscando diferentes objetivos.
Es como si presenciáramos varias obras al mismo tiempo.
A pesar que todos están en el mismo momento y lugar los afectan realidades distintas.
Esto parece complicado y lo es y es a la misma vez sencillo.
Veamos.
Usted se incorpora a la obra, aún antes de nacer, cuando está en la barriga de su mamá y ya ocupa un lugar en el espacio de la misma, tanto de la obra, como de su madre.
Viene el nacimiento y continúa la acción.
No sabe hablar, no sabe escribir, no memoriza, no sabe ni siquiera caminar y ya tiene un papel en la obra.
No importa en que área del planeta usted se encuentre, en que grupo familiar le tocó aparecer, en que país, en que circunstancia y a que nivel social le tocó pertenecer, ni cual es su religión o su cultura, no importa, usted ya tiene su papel en esa obra que llamamos vida.
Y comparte, aunque no los conozca, a la mayoría, son muchos y es prácticamente imposible conocerlos a todos, comparte esta experiencia vital con millones de seres alrededor del globo terráqueo, inmersos en el planeta azul en que nos tocó nacer.
Y cada quien en lo suyo, actuando.
Compitiendo por seguir vivos.
Todos a la vez en un espacio que se ve inmenso, pero que no crece como el número de habitantes que lo ocupa.
Realidades cruzadas, opuestas, contradictorias y complementarias, que tejen la red social que nos soporta y que nos permite movilizarnos en nuestros distintos roles en esta obra maravillosa, muchas veces mal interpretada y mal entendida por sus actores.
Un océano de contradicciones que a la vez que nos zarandea con el vaivén de sus aguas tormentosas y nos proporciona, a pesar del mal trato que le hemos dado, los elementos que nos permiten sobrevivir, permanecer en él.
La multidimensionalidad de la obra hace que su comprensión no sea fácil.
Y a pesar de que el ser humano lleva cientos de años intentando desentrañarla, interpretarla y comprenderla, seguimos a la mitad de no sabemos donde, pero seguimos, buscando y observando lo ilógico de todo el acontecer humano que parece empecinado en fabricar su propia destrucción.
Y surge la pregunta de si los actores se dirigen a si mismos o hay un problema de dirección, de coordinación de movimientos escénicos y de desarrollo de la trama que parece no tener un fin específico, más allá del ejercicio del poder.
Actores confundidos en una obra compleja.
Por ahí va la cosa.