La confianza en el camarada presidente es más que un deber, una obligación

El coco comunista

Jueves, 10/03/2022 10:38 AM

 

EL COCO COMUNISTA...

Luis Alberto Toro Ojeda.

Los movimientos revolucionarios en Venezuela a veces se han dejado arrastrar hacia posiciones erróneas que desvinculan el accionar con la realidad política del país y del mundo. Eso nos ha llevado a pagar consecuencias terribles y lamentablemente hemos coadyuvado al adversario en su plan de socavar la necesaria unidad del pueblo y el resultado ha sido catastrófico para este pueblo.

La desconfianza ha sido un elemento muy importante dentro de la marcha inexorable, a causa del error político en la interpretación del escenario, hacia el abismo. Las fuerzas populares y la masa se han desvinculado de la necesaria vanguardia político-organizativa y, hasta que llegó Chávez, el movimiento revolucionario estuvo marginado de la posibilidad real de la toma del poder político, más aún del económico. Pero "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", la vida nos dió un líder, Chávez, unos actos, Caracazo y 4F-27N que enrumbaron al pueblo hacia la toma del poder, una batalla que no es de un día, ni de unas semanas, ni de unos meses, ni de unos años. Será una batalla larga y tortuosa, parafraseando a Chimiro, porque está lejos aún el día de haber derrotado definitivamente al imperialismo con su absurdo sistema económico, político, social, cultural, incluso hasta psicológico.

Pero los pueblos se mantienen en batalla; muchas veces equivocados, pero cómo decía César Liendo, "nos equivocamos soñando", porque de eso se trata, a pesar de las derrotas, los golpes, las equivocaciones; los pueblos nunca dejan de luchar: algunas veces abiertamente con el pecho expuesto al viento, otras cuan subterráneo que macera la explosión telúrica. A veces explota, verbigracia el caracazo, sin dirección ni orientación, solo por instinto. Es una masa que avanza sin objetivos claros y se convierte en algo destructivo a semejanza de la guerra social de 1812, luego la insurrección campesina con Zamora. La guerra social de 1812 Bolívar, ya desaparecido Boves la eleva a guerra de independencia, no solo del país sino de todo un continente, la hace internacionalista, pero luego las mismas características del desarrollo de la batalla no permitió que el genio concretara en acciones de gobierno, en formas y en cultura todo su legado. Lo corto de su vida permitió a la oligarquía recomponer su sistema de dominación, la traición jugó entonces un papel determinante. Asimismo ocurrió más adelante con Zamora, su asesinato en San Carlos acabó con una cabeza clara en la conducción estratégica de la batalla y la oligarquía, de mano de la traición logró controlar la situación una vez más. Posteriormente en 1958, el 23 de enero nuevamente renació la esperanza, esa esperanza también fue traicionada, obligada a irse al monte, luego diezmada y aislada de la masa. Así cuadros revolucionarios de suma importancia cómo Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldón (Chimiro), entre muchos y muchas, otros y otras, fueron desperdiciados y sacrificados. Pero cuando la oligarquía se emborrachaba de poder estalló el pueblo en 1989, ya desde las entrañas Chávez hacía el milagro de despertar a Bolívar y aquí estamos hoy, como siempre, de pie y soñando, aún cuando nos podamos volver a equivocar, eso no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que tenemos un enemigo que es el imperio, cuya cabeza es EEUU y que es sumamente prepotente, que no acepta derrotas, que no es fácil rendirlo, pero que la historia lo tiene marcado a perecer, no cómo pueblo, sino cómo imperio. Al desaparecer el imperio estadounidense el pueblo de ese país se elevará en lo humano y seguramente será un pueblo solidario, se necesita que sea así para salvar la humanidad.

Pero volvamos a lo nuestro, la Venezuela de hoy, gobernada por Maduro, un gran camarada, lo ha demostrado una y mil veces y hoy más que nunca podemos corroborar que avanzamos, que derrotamos al imperio casi todos los días en pequeñas y grandes batallas, lamentablemente muchas y muchos no la vemos, no vemos las victorias y por lo tanto no la valoramos. Es propio de un pueblo que ha sido muy traicionado ser un pueblo desconfiado, pero lo que se suponen deben estar en la vanguardia, y ojo, estar en la vanguardia no es necesariamente ser el jefe del PSUV, o tener un cargo burocrático de importancia, no. Vanguardia es tener el plan político táctico-estratégico claro para saber de antemano y corregir a tiempo, alertar a tiempo. El jefe es Maduro, Diosdado, Jorge Rodríguez, Padrin López y todo ese equipo que a diario enfrenta la batalla y los problemas, que afronta los peligros, que están como primeros chicharrones de caerse esto para ser asesinados, porque el imperio no perdona.

Pero la coyuntura actual nos ha llevado a conversar con el enemigo, eso no es nuevo en la historia, "la guerra se gana en la mesa de negociaciones", alguien dijo, y parece un axioma.

Hago este largo introito por el temor, de buena fe casi siempre, de algunos camaradas con las reuniones con los gringos y mi artículo de ayer https://www.aporrea.org/ideologia/a310619.html Se trata de algo normal, que como dije ayer, reflejan las cosas que ocurren en un contexto que no solo es nacional ni bilateral, es global el contexto. La situación de Ucrania, el Donbáss que desencadenan otras cosas en el tablero mundial y que Maduro ha demostrado saber mover bien las piezas en este tablero mundial. Por algo el imperio no logró hacernos arrastrar de hambre en las calles, a pesar que ese fue su plan, tampoco prosperó lo de Guaidó, ni el magnicidio, ni la invasión, ni la penetración selectiva. Claro, tampoco es que salimos completamente ilesos, hemos soportado cosas muy duras y creo que ya es hora de que toda la materia gris de la nación comience a pensar y generar ideas en lo positivo, sin caer a las primeras de cambio a la siembra de dudas y escepticismos con respecto a lo que hace el líder y su equipo que merece toda la confianza del pueblo revolucionario. Hago la aclaratoria porque dentro de quienes me han enviado mensajes hay gente honesta, que no juegan a la escondida, como muchos y muchas, esos no me importan; me importa todo aquel que en su honestidad a veces es confundid@ por una catajarria de opinadores que drenan más odio que ignorancia; la ignorancia es un acto de buena fe, el odio es propio de la burguesía que nos odia y nos desprecia. Así que este pequeño esfuerzo es para quien confundido o confundida no comprende lo que en una guerra es normal, conversar con el adversario, buscar acuerdos, salidas.

Pero el imperio y su maquinaria propagandística es hábil, y como ellos son prepotentes, creen que cuando alguien conversa con ellos les va a decir yes sir, pero también, de manera elegante se le puede decir no sir, la sonrisa a nosotros no nos cuesta expresarla, además, en el caso de Diosdado o Jorge, principalmente en la de Jorge, la misma es acompañada de la respectiva evaluación clínica del paciente o los pacientes. Porque nosotros no odiamos ni jamás odiaremos al pueblo estadounidense, a su cultura, a su desarrollo científico-tecnológico y que sabemos que su sistema de gobierno está diseñado para presionar y chantajear; Chávez los catalogó "los malandros de la comarca" más de una vez, eso no significa que se les odie, simplemente significa que, incluso para el pueblo estadounidense, esta revolución bolivariana representa la esperanza de salvación a ese pueblo. Acepto que me digan petulante por lo que escribo, pero así lo sostengo. El pueblo estadounidense del futuro se apoyará en la revolución bolivariana, en sus ideas y fortalezas para liberarse del imperio malsano y diabólico que hoy lo oprime.

Así que, nos toca dejar a un lado "el coco comunista" y celebrar la victoria que significa haber sentado a un imperio prepotente y arrogante en la mesa de conversaciones. Eso a lo mejor lleva a algo, cómo a lo mejor no lleva a nada, pero el deber de un gobierno serio, más si es revolucionario y tiene un compromiso con la patria, es buscar todas las salidas menos drásticas y que representen menor sacrificio para nuestra gente, para nuestro pueblo.

Tengan la plena seguridad que los grandes perdedores son los que jugaron a la locura del "presidente interino", también arriesgan los chulos que se disfrutan los dólares que tontamente los gringos imprimen y sueltan para que nos desestabilicen. La mafia peligra, porque se trata de verdaderas mafias quienes manejan la política de la derecha en Venezuela y el mundo. Por eso es que el neo-fascismo es una realidad en Ucrania, y piensan regarlo por el mundo como barrera de contención de los pueblos y sus luchas. Todo estas batallas revolucionarias tienen un conjunto o sistema de principios inviolables, pero hay quienes creen que les toca a ellos ser presidentes del país, no, el presidente y líder de la revolución es Maduro, y no solo porque así lo quiso Chávez, es que el hombre se ha ganado esas charreteras y por eso "nadie le puede quitar lo bailao"

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