En perspectiva las políticas del departamento de estado del gobierno de los EEUU, ha venido provocando una guerra a gran escala en diferentes territorios para colocar en la opinión pública mundial que la existencia de una política unilateral es el camino para encaminar la toma de decisión en una sola voz y no como se planteó más de dos décadas al profundizar la autodeterminación de los pueblos con la bandera de una geopolítica multipolar propuesta por el comandante Hugo R Chávez F, sin embargo, en el territorio de américa del sur, precisamente en la República Bolivariana de Venezuela, se evidenció golpes de estado causados por actores políticos de acción interna auspiciados por asesorías del gobierno de los EUA, caso concreto el golpe y paro petrolero del 2002, las mal llamadas guarimbas o ghettos del 2014 como laboratorio de guerra para luego promover una orden administrativa en el 2015 propuesta ´por la administración de entonces presidente Barak Hussein Obama al declarar a Venezuela como una amenaza inusual al gobierno de los estados unidos decretada el 09 de marzo del año 2015.
Luego de esas operaciones surge para el año 2017 un deterioro de la institucionalidad a los poderes públicos del estado venezolano promovido por la administración Trump, en donde se evidencia un golpe de estado continuado para desestabilizar al gobierno del presidente constitucional obrero Nicolás Maduro Moros con la toma de algunos territorios con métodos fascistas causando asedio y asesinado a la población venezolana que se identificaba con las políticas de gobierno, entre esos métodos se evidenció la autoproclama de Juan Guaidó como presidente interino el 24 de enero del año 2019, desconocimiento del poder ejecutivo con el control del poder legislativo, ya que, para el año 2015 la oposición gana las elecciones de la asamblea nacional, abanderada por los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, Vente Venezuela, COPEI entre otros que fueron apoyados por el departamento del estado del gobierno de los EEUU.
Esas acciones fascistas causaron daños al pueblo venezolano, ya que, aparte de los movimientos internos como; quema de instituciones incluso con niños adentro de las mismas, intentos de magnicidio al presidente constitucional de la República Bolivariana junto a su tren ejecutivo, bloqueos a la entrada de alimentos y servicios como combustible y gas, se le suma el desabastecimiento de alimentos a causa de la paralización de la producción de las empresas privas y desde la administración de los EEUU, se le suma el bloqueo a las cuentas de los distintos bancos de países donde el gobierno de Venezuela, poseía activos y liquides para evitar el pago y la adquisición de productos para la producción agrícola, pecuaria y de hidrocarburos, aunado a ello, el robo de CITGO en territorio de los EEUU, MONOMEROS en territorio colombiano y secretariado de la OTAN en Suramérica, el secuestro del oro en el banco de Londres, entre otras operaciones fabricadas en los laboratorios de guerra de los distintos medios de comunicación en contra del pueblo venezolano.
Ahora bien, esas medidas unilaterales en contra de Venezuela para hacer torcer el brazo al gobierno como lo expresó el entonces Presidente de los EUA Barack Hussein Obama II el 11/02/15 , se replica en el otro lado del planeta, precisamente en la Europa Asiática, en donde los mismos actores perfilaron acorralar a la Republica Federal Rusa, utilizando al brazo armado denominado OTAN, quien es el responsable de cuidar los activos e intereses de los actores fascistas en la Europa occidental y los EEUU con la intención de invadir territorio Ruso por medio del país ucraniano, y es hasta el 24 de febrero cuando el presidente Vladimir Putín asume la postura de proteger al pueblo de la región de DOMBAS, -precisamente a las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk- a causa del asesinato selectivo de pobladores pro rusos, es decir, los neonacistas ucranianos estaban ejecutando y depuración étnicamente el territorio de DOMBAS, mientras los ojos de la comunidad europea se hacia la ciega, sorda y muda.
Los acontecimientos generados tanto en Venezuela como en Rusia tienen un matiz sionista neonazi según lo planteado por Sánchez, J (2015) en su artículo de opinión en el diario Aporrea.com denominado "Fascismo en Venezuela", ya que, la herencia de esa corriente del pensamiento político está basada en la destrucción y exterminio de la humanidad por una seudo raza superior y es allí donde surgen los financistas para darle vida a ese movimiento y con ello fomentar un nuevo orden económico mundial, en donde la posición de ahogar a la población por medio de la guerra económica y comunicacional es la nueva forma de perfilar el control mundial utilizando como herramienta el SWIFT "Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication" o en castellano Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales
Por otro lado, surge una nueva geopolítica global y ella es girar hacia Suramérica nuevamente donde la República Bolivariana Venezuela como país petrolero vuelve a ser clave y epicentro nuevamente para el suministro de petróleo a los EEUU y con ello tratar de bloquear la exportación de crudo de Rusia en donde los precios se disparan para el consumo de los mismo actores involucrados en la Guerra Económica efecto "boomerang", sin embargo, el multilateralismo hace que el hegemón retroceda en sus acciones belicistas y comience a repensar en su política diplomática con el envío de una delegación a Venezuela por parte del Presidente de los EEUU Joe Biden y con ello renegociar su postura de bloqueo impuesto por la administración Obama y con ello implantar una nueva relación binacional de respeto a las instituciones del estado venezolano.
Estas relaciones traerán consigo bienes económicos y sociales para el pueblo venezolano, ya que, se podrá obtener productos de vital importancia para la producción utilizada para la transformación de materia como hidrocarburos, agro insumos, entre otros, no obstante, desde el punto de vista político, aun se mantendrán posturas firmes para por parte del gobierno venezolano para exigir respeto hacia la autodeterminación, independencia y soberanía. En tal sentido, se establecen puntos clave para lograr entender el nuevo escenario geopolítico;
Este acercamiento público además de representar un viraje en la política exterior estadounidense hacia Venezuela, está enmarcado en la larga recesión económica global (agravada por los impactos de la pandemia del corona virus), es por ello que, la política exterior estadounidense está determinada por intereses económicos y geopolíticos, es por ello que, La política exterior estadounidense está determinada por intereses económicos y geopolíticos, es por ello que, la política exterior estadounidense está determinada por intereses económicos y geopolíticos. Por otro lado, es evidente que los EEUU están moviendo sus tentáculos para buscar una correlación de fuerzas favorable para su posición y para sus intereses, en el marco del escalamiento del conflicto en Ucrania. En tal sentido, y como acción estratégica ante cualquier escenario, resulta previsible que realice maniobras para ampliar el espectro de sus mercados, de sus fuentes de materias primas y de sus áreas de influencia. En primer lugar, ante el riesgo de que el conflicto se acentúe. En segundo lugar, ante la reestructuración del sistema-mundo que implica esta fractura con Rusia.
El acercamiento a Venezuela responde a que este país caribeño es un eslabón clave para la configuración de las relaciones de fuerza entre EE.UU., y la alianza China-Rusia. Primero porque Caracas ha establecido acuerdos militares con Rusia (y eso es considerado un factor de alto riesgo estratégico para la seguridad estadounidense). Segundo porque Venezuela también puede ser clave para promover un equilibrio en el mercado energético mundial y en el ámbito de las materias primas. Venezuela mantiene una posición de relevancia en el tiempo histórico actual, porque el control sobre sus reservas energéticas tiene un peso específico en lo político y en lo económico, pero también porque es factible la reproducción ampliada de capital mediante inversiones de corto plazo para la producción de hidrocarburos.
Para Venezuela lo idóneo sería preservar una posición de diplomacia de paz y de no alinearse ante ese conflicto bélico. Sin embargo, su política exterior y su sistema de relaciones están condicionado por la situación económica del país, por lo cual precisa, de la abolición de las sanciones instauradas de manera unilateral por los EE.UU., y también de inversiones de gran escala, por último, otra variable relevante, es por una parte, la situación del gobierno de los EEUU en el marco de las elecciones legislativas de este año. La administración actual requiere de "victorias" geopolíticas (influir sobre la posición de Venezuela sería usado por Joe Biden para presentarse como un actor capaz de gestionar con éxito momentos críticos); y por otra parte, el gobierno venezolano espera "normalizar" su estatus ante la comunidad internacional (lo que conlleva además facilidades ante el sistema financiero regentado por los EE.UU.)