Cáscara Amarga 533

Razón y sinrazón

Viernes, 18/03/2022 08:02 AM

La razón y la sinrazón, son casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001 con equilibrio dinámico dialéctico difuso en el medio maleoiano profundo, en la perogrullada primera vez de Perogrullo. La razón y la sinrazón, han margullido por siglos en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, de las plurales palabras pareadas paradójicas, ahí margullen para siempre como eterna noria notoria, la razón y la sinrazón. La razón y la sinrazón aparece en El Quijote, Primera Parte Capítulo 1, y, dice asina como dijera: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura." Un buen chapuzón diérase Miguel de Cervantes Saavedra, margullendo en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano. Un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, ahí, ha de estar la razón y la sinrazón, contenido que contiene el continente de las plurales palabras pareadas paradójicas del filósofo de Éfeso, tanto como ser y no ser, el algo y la nada de la literatura védica upanishad sánscrita, tanto como somos y no somos, del amor y el odio, de la rabia y la ternura, de la guerra y la paz, del comienzo y el fin, de la vida y la muerte, del descendemos y no descendemos, de la nutrida enciclopedia heraclitoiana, tanto como la locura y la cordura del Quijote, tanto como el sube y baja, el balanceo columpiado sempiterno de la eterna noria notoria tío vivo del parque párvulo infantil de Maleo 2001. Y, en la literatura de William Shakespeare en el Hamlet, aparece el ser o el no ser, en similaricadencia tautológica repetitiva paradigmática platónica con razón o sin razón, de la enciclopedia exclusiva aristotélica, a lo que el filósofo venezolano, Luis Alberto Machado, en mayo de 1975, rompe con la esquemática aristotélica y shakespeareiana con su sorpresivo díptico difuso caliginoso de lo concreto y lo abstracto, cuando dice lo que dijo: "Lo concreto hácese abstracto y lo abstracto hácese concreto, en armónica simultaneidad contradictoria, convirtiendo a la duda de Hamlet del ser o no ser, en una pareada paradoja heraclitoiana, y, ansí, habremos de llegar al abracadabrante arte mágico absurdo, cambiando la conjunción, del ser o no ser, asín en, ser y no ser. Ser y no ser, en armónica simultaneidad contradictoria, eso es el arte." Un buen chapuzón diérase Luis Alberto Machado, margullendo en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano de las plurales palabras pareadas paradójicas. Un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, ahí, ha de estar el díptico del filósofo venezolano, del ser y no ser, de la literatura védica upanishad sánscrita, ahí, ha de estar, junto al díptico de Miguel de Cervantes Saavedra, la razón y la sinrazón.

Con digresión y sin digresión, la razón y la sinrazón, díptico de Miguel de Cervantes Saavedra y del Quijote, tanto como el díptico del Libertador Simón Bolívar, quien redujera el hexámetro de Quintiliano, a natura y persona, en una reflexiva a Antonio José de Sucre, el 28 de octubre de 1828, cuando le dice, el Libertador, lo que díjole: "Tome usted como base de sus operaciones la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo inspirativo, y, que sean el ingenio de su iluminación impulsiva irresistible." El Libertador andaba despertando con su díptico, natura y persona, díptico disco LP, conque tanto como la definición de límite, que decía el Libertador, como lo dijera: "Limite es libertad, llevado, el límite, por la liberación de las limitaciones." Y, a caballo, con semejante callo en el culo, libertara y liberara a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la lucha tensa simultánea contradictoria entre la guerra y la paz, entre los patriotas y la corona española. Y, los Tratados de Armisticios y Regularización de la Guerra, el 27 de noviembre de 1820 en el pueblo de Santa Ana perteneciente al municipio Pampán, ubicado al sureste del Estado Trujillo. Endenantes, Tratados, entre el Libertador Simón Bolívar y el general español Pablo Morillo. Endespués, el Libertador Simón Bolívar decía como lo dijera: "Jesucristo, don Quijote y yo, los tres más grandes majaderos de la humanidad." Y, no solo los más grandes majaderos, sino que tenían abultados clítoris callosos en el culo del mismo tamaño. Jesucristo que en su eterna fidedigna esperanzadora caridad solidaria peregrina, sin vaguedades quejas vanas y con explicaciones parabólicas profundas, entre lo incomprensible jobino y lo comprensible jobino, entre lo monstruoso jobino y lo hermoso jobino, gustaba montar pollinas, responsables testigos testículos del callo de Cristo. El callo de Don Quijote regalo de Rocinante sobre su lomo con quien gustaba desfacer entuertos en sus esplendorosas distintas salidas espectaculares de un lugar de La Mancha vital de cuyo nombre no quiero acordarme a un lugar de La Mancha mortal de cuyo nombre, aun y aún, todos los lugares de La Mancha, han de peleárselo entre sí por ahijárselo y tenérselo por suyo, muriera Don Quijote con el callo en su culo. Y, el callo del Libertador Simón Bolívar, regalo de su caballo Palomo sobre su lomo, el Libertador sempiterno chocaba y tocaba el cielo sobre su colorido caballo blanco Palomo de gran estatura y con comunicante larga la cola que chocaba y tocaba el suelo. Y, en una que otra floresta, sin abajarse de Palomo, el Libertador, a todo correr sobre su penco jamelgo rocín, responsable testigo testículo del callo del Libertador, recogía pequeñas monedas del suelo apoyado, solo y sólo, en uno de los estribos, y, otras veces Palomo sin correr, y, el Libertador en el suelo a todo volar, saltaba apoyado en el anca de Palomo en reposo, y, el Libertador pasaba por encima de la cabeza de Palomo y caía parado al frente de su caballo, que estoico veíale, a su dueño, maromero maromerar acrobacias, y, todo aquello era jolgorio gritos y risas para los llaneros que veían a aquel hombre de gracias y destrezas descomunales. Todo esto del Libertador y su caballo Palomo, era contado por Don Celedonio Ávila en San Carlos de Cojedes, amigo de los chamos de dentro de la Plaza Bolívar, de mi San Carlos de ayer del tenor Calito García, y, que este cambiara de panorámica y paisaje, y, fuérase el día de San José, el 19 de marzo de 2021, a las cinco en punto de la tarde. Y, la Plaza Bolívar, ancestral, era el centro ancestro de tertulianos encuentros dominicales. Y, como tiénese dicho, Jesucristo, que no se quejaba, entre lo incomprensible y lo comprensible, entre lo monstruoso y lo hermoso, representando a Job sobre la Tierra. El Libertador Simón Bolívar, entre natura y persona. Y, don Quijote entre la locura y la cordura, y, entre la razón y la sinrazón.

Si, la razón y la sinrazón son casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001 con equilibrio dinámico dialéctico difuso en el medio maleoiano profundo, en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Entonces sea dicho que la razón y la sinrazón, han margullido margullen y margullirán por siglos y siglos en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano de las plurales palabras pareadas paradójicas. Ergo vergo sea dicho que la razón quijotesca y la sinrazón quijotesca, del Quijote, han de ser tanto como lo incomprensible jobino y lo comprensible jobino, lo monstruoso jobino y lo hermoso jobino de Jesucristo. Ergo vergo sea dicho que el díptico la locura y la cordura de Don Quijote. El díptico natura y persona del Libertador Simón Bolívar. El díptico lo concreto y lo abstracto de Luis Alberto Machado, son tantos como el díptico la razón quijotesca y la sinrazón quijotesca del Quijote.

 

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