En términos prácticos no hay oposición en Venezuela, la que se deja apreciar en las distintas redes sociales y medios de comunicación secunda todo lo que el chavismo propone. Siendo objetivos, una oposición debe "oponerse", no apoyar lo que su "enemigo" plantea, sobre todo cuando dichas acciones violan flagrantemente la ley, la democracia.
Tampoco hay oposición orgánica, de partidos, pues las instituciones públicas psuvizadas solo prestan atención a las organizaciones que el TSJ o el CNE impuso directiva, sin embargo, prontamente veremos el simulacro de unas primarias dizque opositoras, en las que saldrán "electos" los personeros que el régimen decida, así de sencillo.
Los líderes políticos quienes no han secundado lo planteado por el chavismo han sido apresados, inhabilitados o exiliados. Aunque a muchos no les guste, María Corina Machado desde hace mucho tiempo supo descifrar al chavismo, por eso los encaró tempranamente, así como también encaró a la supuesta oposición colaboracionista… errores por supuesto ha cometido, pero en nada mella su clara posición contra el castrismo venezolano. Lo propio podríamos opinar de Ledezma quien, más allá de su pasado partidista, también ha sabido encarar al régimen, por eso lo destituyeron, inhabilitaron, apresaron.
Simonovis no ha sido político, pero el régimen le arrebató más de una década de su vida encarcelándolo injustamente, según organizaciones de derechos humanos y la confesión del juez que presionado tuvo que sentenciarlo. Tan es así, que los asesinatos de aquel 11 de abril de 2002 aún están impunes, sin investigar. Simonovis forma parte grupo que, sin lugar a dudas, podríamos identificar como opositores reales al régimen.
Estimado lector, probablemente no le guste estos nombres, pero es muy clara la diferencia entre quienes se prestan para los escenarios (y hasta discursos) que prefabrica el régimen - con sus reglas, condiciones, leyes e instituciones - con quienes han sabido decir que no a esos escenarios irracionales como elecciones en condiciones absurdas o diálogos dónde el régimen es el único que impone. Hay muchos otros con esta clara postura, pero no quisiéramos comprometerlos sin antes, al menos, ver posturas públicas por pare de ellos.
A todas estas figuras opositoras reales debemos sumar la inmensa mayoría de los venezolanos de a pie, al menos 80% de la población que espera una orientación, una guía, un liderazgo que marque la ruta real. También agregue los liderazgos de los distintos gremios, organizaciones sociales y de todo tipo que desean un cambio de 180° en la conducción del país.
Debemos estar muy claros, muy probablemente Estados Unidos y la comunidad internacional suavicen sanciones con miras a levantar la producción petrolera de Venezuela, esos recursos en nada beneficiarán a los venezolanos, serán recursos destinados a fortificar controles, racionamientos, represión, castración de derechos, libertades y todo cuanto sea útil al castrismo venezolano para continuar reteniendo el poder al margen de la ley, de la democracia.
Así es, ese aligeramiento de sanciones no redundará en incremento de nuestra calidad de vida pues, la Venezuela de hoy, post sanciones, es exactamente la misma de la Venezuela antes de sanciones, a decir: Con caos en los servicios públicos, Pdvsa quebrada, inseguridad, inflación, etc. son problemas más longevos que las sanciones internacionales.
El problema para usted, para mí, jamás han sido los recursos del Estado, sino el proyecto de imposición del castrismo en nuestro país, donde el debilitamiento de la sociedad a través de sus necesidades básicas, sus derechos y libertades son las herramientas para debilitar y controlarnos, además de la violencia institucionalizada. De allí que la oposición real venezolana debe estar muy clara y ser muy gallarda… con agenda propia.