Cáscara Amarga 543

De nalgas a nalgas y viceversa en las mesas

Miércoles, 30/03/2022 07:55 AM

De nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas, hasta ahí hay que llegar, endenantes, de nalgas, y, como decíalo el autor de El arte de la guerra, Sun Tzu, 722–481 a. C. Del, de él, Sun Tzu: “La mejor victoria es vencer sin combatir.” Agora ahora hogaño, Sun Tzu, mostraba las nalgas, mostraba no el miedo sino el medio maleoiano profundo, mostraba el equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001, de la guerra y la paz, en El arte de la guerra. Sun Tzu, asomaba las nalgas para amainar la guerra. Y, endespués, para amainar algunos conflictos algunas peleas, algunas querellas, algunos enfrentamientos, algunas guerras, algunos odios, algunas rabias. Mas y más, ese equilibrio suntzuiano abismal animal, endenantes, degeneróse, y, de seguidas los consentimiento, los compromisos, los acuerdos y lo consuetudinario, fueron violentados, fueron incumplidos, para, endespués, ir a la caterva de muertos a mansalva, a la destrucciones, ayer hoy y siempre. Asina asín ansí así, agora ahora hogaño, hoy es siempre todavía, y, solo y sólo, del parlamento nefando nefasto, y, no es esto nuevo, un nefando discurso ominoso del, de él de George W Bush 2001, o estás conmigo o estás con mi enemigo, sobre las ruinas de las Torres Gemelas Neoyorquinas, 11/09/2001. Y, ya, todos sabemos lo que ocurrió de la disertación del presidente de los EEUU, del discurso de odio extremista aristotélico excluyente, del que surgieran los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001, del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, pues, más moscas se han de cazar con miel que con vinagre, y, esa era el sentir el surtir y el zurcir de Sun Tzu y su discurso, del, de él, la mejor victoria es vencer sin combatir. Agora ahora hogaño, lo de las nalgas, viene del Gabo, cuando alguien que andaba por ahí, preguntóle sobre esa tanta tinta tonta del escribir que el poeta tenía. Y, él, el premio Nobel de Literatura del año de 1982, respondiera con acertada ingenuidad práctica, el escribir para mí, a mas y a más de las musas, era cuestión de nalgas de sentarme ante mi envejecida máquina Royal de escribir, como ante mi moderna computadora personal, tanto como en algún extremo de algún banco de una alguna plaza de algún parque párvulo infantil, ya en el asiento de algún avión, ya en el asiento de algún vehículo, de algún botiquín bar restaurant, ya en el elegido asiento inspirativo, en que me llega la inspiración, y, bueno no puedo dejar pasar ese impulso cósmico y cómico inspirativo instantáneo, y, tengo tratado trabajo de nalgas que hacer, lo decía con gracia agraciada sonriente, él, el Gabo. Y, como tiénese dicho, lo de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas, viene del Gabo.

Con digresión y sin digresión, de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas, viene del Gabo. Y, de Sun Tzu, del, de él, la mejor victoria es vencer sin combatir. Sun Tzu, mostraba las nalgas, mostraba, no el miedo, mostraba el medio maleoiano profundo, mostraba el equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001, de la guerra y de la paz, en El arte de la guerra. Sun Tzu, la mejor victoria es vencer sin combatir, con tamaño discurso histórico del entendimiento y de lo épico ético estético espiritual, Sun Tzu, asomaba las nalgas en amainado equilibrio maleoiano profundo, en altissima flumina verita haraclitoiana, entre y de las plurales palabras pareadas paradójicas que margullen en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, ahí, margullen la guerra y la paz, y entre la guerra y la paz, entre estos casos correlativos límite contradictorios caliginosos, ha de estar el medio maleoiano profundo, la altissima flumina verita haraclitoiana el equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético. Y, como tiénese dicho, asina asín ansí así, endenates Sun Tzu lo de las nalgas y endespués el Gabo, de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas.

Con divagancia y sin divagancia, endenates Sun Tzu lo de las nalgas y endespués el Gabo, de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas. Y, llegar a las nalgas, es llegar al mejor resultado deseado, a la mejor resultante deseada, a la resolutiva optimalidad pretendida, a la optimalidad ortogonal pitagórica, es llegar a la slash diagonal contrarrecíproca hipotenusa ad absurdum mayéutica socrática del cuadrángulo rectángulo del teorema directo y del teorema indirecto del Teorema de Pitágora y del Teorema de Sócrates. Agora ahora hogaño, han de estar las nalgas de Sun Tzu y del Gabo, y, que en la síntesis de Heráclito Hegel y Marx, de la tesis y la antítesis, han de estar las nalgas de la representación rusa y de la representación ucraniana, que han de buscar el equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, en el medio maleoiano profundo en la altissima flumina verita haraclitoiana entre la guerra y la paz, casos correlativos límite contradictorios caliginosos tanto como la teoría del amigo y el enemigo en equilibrio, y, que la síntesis entre la guerra y la paz, ha de ir de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas, ucranianas y rusas. Las mesas, las misas y las musas salvan de escaramuzas entre una nalga derecha y una nalga izquierda de los valores jerarquizados y de los valores polarizados, de los valores teóricos y de los valores práctico, de los valores cualitativos y de los valores cuantitativos, de los valores teológicos y de los valores cardinales. Entre una nalga derecha y una nalga izquierda, y, en de por medio por la nalga de en medio el ojo de don Francisco de Quevedo, la solución, la síntesis, la optimalidad ortogonal pitagórica, de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas.

Si de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas es la solución, la síntesis, la optimalidad ortogonal pitagórica del conflicto ucraniano y ruso. Entonces sea dicho que de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas han de salvar de escaramuzas. Ergo vergo sea dicho que de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas y entre una nalga derecha y una nalga izquierda, de los valores jerarquizados y de los valores polarizados, de los valores teóricos y de los valores práctico, de los valores cualitativos y de los valores cuantitativos, de los valores teológicos y de los valores cardinales, de los valores axiológicos éticos morales, y, entre una nalga derecha y una nalga izquierda, y, en de por medio por la nalga de en medio ha de estar el ojo de don Francisco de Quevedo. Ergo vergo sea dicho que el mejor resultado deseado, la mejor resultante deseada, la resolutiva optimalidad pretendida, la optimalidad ortogonal pitagórica, la slash diagonal contrarrecíproca hipotenusa ad absurdum mayéutica socrática del cuadrángulo rectángulo del teorema directo y del teorema indirecto de Pitágora y de Sócrates, han de estar de nalgas a nalgas y viceversa en las mesas, en las misas y en las musas, ellas, tan bellas las nalgas de las musas que salvan de escaramuzas.

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