Hablar de socialismo para no hablar de socialismo es una forma de no pensar, de evitar pensar. Lo mismo pasa con otros temas sobre los cuales no se tiene ningún interés verdadero, como el de la violencia…, hasta que la persona la genera o la recibe. Pero cuando se habla de ella, para muchos violentos o víctimas de la violencia, se la coloca lejos, aunque sigue en su forma irracional dentro del corazón humano.
Abandonado el tema político, como hacen los artistas de cine y televisión, y del socialismo, el gobernó y sus leales se avocan a resolver el día a día de sus insatisfacciones, por eso el desespero por mentir, gritando ¡socialismo! decretando aumentos de sueldos falsos, haciendo toda clase de promesas falsas, para que el "ahora", para que día por día, el presente sea satisfactorio ganándole otro días y horas al gobierno, no se piensa más allá de eso ("como –pensarán – hacen otros tontos socialistas sí creen en el futuro"), no se deja nada pendiente que no sea prolongar el control de la jefatura, nada qué resolver para después, si no hay esperanzas ni sueños para ellos, tampoco lo habrá para el colectivo social, ¡eso es para políticos! –se dirán –, y sobre todo para socialistas verdaderos.
El desgobierno de Maduro se muestra tal y como es en sus promesas vacías, mentiras, y en su indolencia… Pero el presidente resulta tan desvergonzado que pareciera como que los "técnicos" encargados, por ejemplo, de resolver el asunto del aumento de sueldo, no le comunicaran al presidente la verdad, lo difícil que resulta complacer a todos por igual en ese caso, a los empresarios y a los trabajadores, y al gobierno malgastado; la verdad sobre el "descuadre de las cuentas". Pero él es el presidente; da la cara por todo el gobierno, carga con el peso de la pifia. Pareciera, además, como que si en el gobierno ya nadie lo quisiera "disponiendo" de él.
El presidente es indiferente ante la situación de los trabajadores y a las consecuencias de sus promesas falsas, y por el otro lado sus "técnicos" son indiferentes a las protestas de los trabajadores y a cuidar la imagen del presidente; dentro del gobierno seguro quieren que se vaya. Y entre pulso y pulso ya nadie gobierna desde Miraflores, solo muchos príncipes y reyecitos.
PDVSA. Sólo a la "policía política" se la ve trabajando, limpiando el terreno en PDVSA de personas molestas para que Chevron se ocupe sin problemas de extraer el petróleo que necesita EEUU: a PDVSA la van a privatizar y entregarla a empresas en su mayoría gringas, y no podrán evitar las protestas internas si no es llevándose preso a muchos directores, gerentes y técnicos, a mucha gente, a toda la que sea molesta, que no se someta (1).
Dentro de PDVSA (hoy) hay una persecución implacable en contra de posibles opositores a la privatización o de los que conocen a fondo el estado físico y financiero de la empresa, y muchos tramposos y trampas. Recientemente se supo públicamente que apresaron un gerente en por una denuncia de tráfico de combustible que involucraba a militares. Todas las semanas van tras uno nuevo, y lo que se escucha en los pasillos es que todos están esperando aterrados cuál será el próximo que irá a galera. Se comienza a desatar el terrorismo (el fascismo), previo al traspaso de la industria a empresas del norte, dentro de PDVSA y del ministerio de petróleo… (…"por corruptos"). Pero a la vez se le prometen más pozos a Chevron, que es como decir a EEUU; a eso vinieron los gringos (Vuelven las "asociaciones estratégicas" de Maduro –o de Jorge y Delcy, depende del tiempo –, que es como llaman a la privatización, de campos productivos).
El aumento de sueldo. El decreto de Maduro de aumento de sueldo mínimo fue un acto de desespero, sin embargo no representa un desembolso extraordinario: redujeron los porcentajes de las tablas de sueldos de los empleados públicos; "salarizaron los bonos", otra forma de decir que eliminaron los bonos; eliminaron beneficios contractuales y convenios colectivos. En resumen desmejoraron las condiciones laborales y beneficios de los trabajadores, y todo el mundo berreando como cochinos, "encantados". El desespero fue más bien DECRETAR PÚBLICAMENTE UNA GRAN MENTIRA, el desespero fue poner a Maduro a prometer cosas que no se cumplieron hasta ahora.
Los trabajadores son estafados de nuevo y no ha habido una reacción de protesta proporcional al tamaño de la estafa. La gente todavía no se ha dado cuenta de la trampa de los tres vasos y la bolita; le cambiaron los pocos beneficios laborales por un sueldo escuchimizado y la mayoría no cae en cuenta, viendo los avances de la guerra de ucrania y la noche de los Oscares por cable, comiendo cochino frito y tomándose una cerveza.
Más distracciones. Un viejo método distractor de los medios de información es llenar sus noticieros de "información internacional" cuando no pueden con las noticias nacionales, porque son tan negativas o malas que corren el riesgo de ser, unos censurados y otros, de mal parar al gobierno, según sea el caso (lo mismo hace Diosdado aplicado con los chismes de la otra oposición para no hablar de las traiciones del gobierno). Poner a la gente al tanto de lo que pasa en el mundo es bueno, siempre y cuando se pueda relacionar al mundo con nuestras propias vidas, o con lo que pasa en nuestro país y en la región, se pueda penssar. Pero hoy en día las noticias internacionales emboban, distraen de la realidad, tal y como lo hacen los mundiales de futbol o el beisbol profesional. La guerra en Ucrania tiene a las redes llenas de parcialidades ucranianas y rusas chismoseando y peleando como simples fanáticos ignorantes, y pendientes de chismes como la cachetada de Will Smith al payasito de turno presentador del Oscar (una "verdadera cachetada", pero a la pacatería de ese mundito frívolo, que solo se ocupa de la violencia en discursitos tontos). El asunto es que esta vez el mundo no se va acabar por una guerra nuclear, pero tampoco va a durar mucho si el capitalismo no acaba de morir.
¡Nadie quiere hablar o discutir de socialismo!, ¡ni siquiera los que dan discursos y hacen cosas en su nombre hablan del socialismo! Ahora lo que está de moda es condenar símbolos, el socialismo, la violencia, la guerra y las guerras, pero sin pensar o hablar de ellas, condenar la violencia sin hablar de la violencia, sin pensar en la violencia, en sus formas, en sus motivaciones, en sus consecuencias generadoras de más violencia. Se impone una vez más la fruslería de la distracción sobre la conciencia de la realidad, por encima del compromiso con la vida, y la muerte. Volvamos a la base: cambiar la sociedad capitalista gregaria, mezquina, destructora de la vida, … por el socialismo, sustento espiritual del verdadero hombre libre.
(1).- "Ya la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC) del Departamento del Tesoro ha extendido en ocho ocasiones la prórroga de la licencia de permanencia restringida en Venezuela tanto de Chevron como de Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford, todas vinculadas al negocio petrolero. La última de estas prórrogas alcanza hasta junio de este año."
"Se suma la presión de varias petroleras de Estados Unidos y el mundo que tienen inversiones en Venezuela, no solo Chevron, sino también Repsol, ONGC y Maurel & Prom, que necesitan fuentes de abastecimiento en medio de una crisis que apenas se sabe cuándo comenzó, pero de la que nadie tiene certeza de cuándo termina, ni a cuánto llegaran los precios del combustible." https://actualidad.rt.com/opinion/ociel-ali-lopez... ¿Será que todos lo saben menos Diosdado?