La pregunta no es ociosa, la existencia del homo sapiens está en peligro, quizá sea la única especie animal que se suicida. Los intelectuales han buscado las causas de la posible extinción de la humanidad en los extraterrestres, en virus malignos, en diluvios bíblicos. Los más realistas atribuyen como causa probable a la demencia destructiva del humano del capitalismo: la devastación de las condiciones ambientales para la vida, una guerra atómica. No nos ocupemos de la causa ahora. Consideremos qué pasaría si la especie humana capitalista desaparece del planeta, y a partir de esa respuesta entendamos la actuación de la especie.
La cuarentena por el covid nos mostró un hecho preocupante: en aquellos primeros días, cuando la actividad humana en todo el planeta se paralizó, empezaron a aparecer animales que hacía muchos años no se veían, la contaminación desapareció en las grandes ciudades, los cielos se limpiaron, el aire se depuró. La vida floreció, todo fue primavera mientras el humano estaba enclaustrado.
La prueba duró muy poco, aunque señaló la dramática y triste realidad: si el humano del capitalismo desaparece, la vida florecerá, se salvará; si el humano del capitalismo sigue su labor destructiva, se extinguirá. La respuesta está allí, la dio la naturaleza. Frente a esta realidad, este aviso de la naturaleza, ¿qué hará la especie?, ¿esperará que el fin llegue?
El peligro está allí, las señales son claras, antes era difícil captarlas, ahora todo se ha acelerado, los daños ambientales son manifiestos, el peligro nuclear sigue allí en manos de incompetentes, ¿quién puede ser competente para administrar una fuerza nuclear? Nadie, el haberla creado indica el grado de locura de los gobernantes del mundo. En manos del capitalismo, la caída del humano es inevitable. Sólo se puede impedir la desaparición del homo sapiens superando al capitalismo. Ahora, la pregunta es: ¿Podrá el hombre ir más allá del capitalismo, o este es el fin?
La humanidad ha llegado a una encrucijada, está al límite de su extinción. La agresión del humano del capitalismo a su misma especie y a la naturaleza es inédita, nos comportamos como enemigos de la vida, de la naturaleza, de nosotros mismos. ¿Será que la naturaleza se defiende, nos condenó? Hay quienes dicen que en 100 años más ya no existiremos, todo se habrá consumado.
El hombre no puede terminar en esto. La especie debe salvarse, la locura debe ser derrotada. Es necesario un ejemplo que sacuda al mundo, capaz de activar a los millones de jóvenes que antes se manifestaron contra la guerra, llamaron a hacer el amor, a los movimientos por la paz sin hipocresía que conmovieron al planeta. La solución existe, hay que superar al capitalismo que creó un mundo enajenado del humano, convirtió al hombre en una mercancía, le arrebató su condición de humano, de especie armónica con sus semejantes y con la naturaleza, convirtió al hombre en una especie delincuente. Se debe construir una sociedad, donde la humanidad sea el centro de todos los esfuerzos. Con todos y por el bien de todos.
¡PADRE, PERDÓNANOS QUE NO SABEMOS LO QUE HACEMOS!