Fariseos

Domingo, 10/04/2022 08:41 AM

A veces se piensa que la historia no tiene importancia. Pero cuando se estudia la historia con Lógica, podemos hacer comparaciones de un tiempo histórico con el presente. Por ello me llamó la atención el término Fariseo y encontré que era una de las tantas sectas o partidos Políticos en tiempo de Jesús se nombran Los fariseos, los saduceos, y los zelotes.

Definimos una secta como el conjunto de seguidores de una doctrina religiosa o ideológica concreta.

Uno de los grupos más influyentes fue La secta de los fariseos, que eran una fuerza poderosa en Judea. Una secta bastante respetada por el pueblo, constituida principalmente por laicos, aunque entre ellos había sacerdotes. Después de la segunda destrucción del Templo, los fariseos se establecieron dentro del judaísmo rabínico. Se caracterizaban por su estricta observancia de la Ley, eran gente religiosa y piadosa.

Eran el pueblo de la Ley, generalmente artesanos, pequeños comerciantes, campesinos, procedían del pueblo, querían estar separados de los demás, porque les parecían demasiado ignorantes de la Ley, que no la cumplían y eran impuros. Se preocupan mucho por cumplir las leyes y tradiciones religiosas, pero sobre todo en que otros las cumplieran.

Eran legalistas, habían añadido muchas leyes y tradiciones a la Ley.

Creían en la inmortalidad del alma y eran conocidos por el rigor con que interpretaban la ley, consideraban la tradición como fuente de ésta.

Formularon 613 leyes complementarias, 248 mandatos y 365 prohibiciones, difíciles de aprender y sobre todo difíciles de cumplir. Estas reglamentaban minuciosamente la vida, especialmente la observancia del sábado y la pureza necesaria para el culto. A estas leyes las llamaban tradición oral. Para ellos esta tradición tenía tanto o más valor que la Ley escrita.

Esperaban una intervención divina, la venida del Mesías que liberaría al pueblo del yugo de los romanos. Se preparaban para ese Día con la oración, con el ayuno y, sobre todo, con la observancia fiel de todas las leyes, particularmente la del sábado.

Eran ritualistas, se preocupaban mucho de las acciones obligatorias para acercarse con pureza a Dios, a la oración, al templo, a los actos de culto.

La profusión de normas tendía a convertir el ejercicio de la piedad en una cuestión técnica o normativa. Se guiaban por un libro, el Levítico, sobre todo en los capítulos 11 al 16, que explica las reglas de pureza. Para ellos impuro significaba contagioso, y el roce con lo impuro les impedía las relaciones con Dios.

Tenían obsesión por los lavados rituales, sobre todo de las manos impurificadas por haber tocado algo impuro. Hasta siete veces al día el fariseo piadoso hacía sus abluciones personales con agua y con oración.

Distinguían hasta seis tipos de agua para estos menesteres, como para lavar cada utensilio y para los baños de purificación.

Pensaban que cumpliendo con la Ley y la tradición adquirían los méritos necesarios para la salvación, y que Dios tenía que pagar esa fidelidad, como recompensa.

Hacían todo tipos de obras, más allá de lo mandado por la Ley, para así tener más méritos ante Dios: ayunos oraciones pago de diezmos.

Cumplían minuciosamente las estrictas reglas sobre la pureza ritual que de por sí eran obligatorias sólo para los sacerdotes, y las leyes sobre los alimentos.

Los Impuros era La sangre y todo lo que tocara. Todo derrame sexual como la menstruación.

Los utensilios de uso como copas, platos, ollas sucios, que había que lavarlos varias veces escrupulosamente.

Ciertos animales que la Ley prohibía comer. Todo cadáver de animal o persona. El que los tocaba, aunque fuese por necesidad, también el que pisaba una tumba, un sepulcro, aún sin saberlo, quedaba impuro ante Dios. El perro lo consideraban impuro.

Las personas afectadas por alguna enfermedad repugnante, en especial de la piel, como la lepra. Estas personas eran intocables", el mero rozarles impedía acercarse a Dios.

Los judíos que ejercían determinados oficios u ocupaciones considerados impuros, como publicanos o recaudadores, prostitutas, pastores, médicos. Sentarse con ellos a la mesa u hospedarse en sus casas contagiaba. Las entradas en casas de paganos, o sea, quienes no eran judíos, pues contaminaban.

En el Nuevo Testamento los fariseos son presentados como hipócritas lo que generaba desconfianza entre los pobladores y rechazo hacia ellos. En el Evangelio de Mateo es el que más critica el fariseísmo con opiniones como éstas: Atan bultos pesados y los cargan en las espaldas de los demás, mientras ellos no quieren empujarlos ni con un dedos.

Muchos han comparado está tipo de individuos con sistemas políticos actuales y que son de estudio por la forma y manera de cómo gobiernan un país.

Actualmente, el fariseísmo se está haciendo presente con mayor fuerza y aupado por su epicentro mundial, como lo es la Administración Norteamericana. Esta secta está hasta los tuétanos en la vida económica, militar y política en la nación de las Barras y las Estrellas y es la que está buscando desestabilizar el orden mundial para lograr su objetivo hegemónico.

Autor: Marco Antonio Pedraza

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