Diario de una Cuarentena: Capítulo Trescientos Setenta

Mi retorno a la cuna del Waraira Repano

Jueves, 21/04/2022 12:36 PM

A 767 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el transcurso de la semana 110 de esta contingencia, y siendo el jueves 21 de abril de 2022, hoy pienso escribir sobre mi tan anunciado retorno a la ciudad capital.

Como parte de mi reincorporación a mis labores en una importante institución de la Administración Pública, el 19 de abril, día de los 212 años del primer grito contra el imperio español, y conmemoración también de los nueve años de la juramentación de Nicolás Maduro como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, llegué a Caracas, a la cuna del Waraira Repano.

Es realmente complejo como me señalo un buen amigo, que luego de 147 días estando en tu casa, cómodo y en compañía de tus afectos, moverte a un espacio que parecía ser hostil era algo difícil y hasta pesado. Pero resulta que las cosas han venido saliendo mejor de lo que había pensado.

Primero el encuentro con personas que tenía mucho tiempo que no había visto, y eso fue sin haberme terminado de bajar del avión que me condujo hasta Maiquetía en una primera instancia, fue como el preludio de las buenas cosas que me esperan en la capital de la República.

Luego el encuentro con la familia, mi cuñado, mis hermanas y mi sobrina, quienes se tomaron la deferencia de irme a buscar al Aeropuerto. Luego un pequeño tour por la capital antes de llegar a mi sitio de habitación.

Tal vez por la premura con la que vine en noviembre, producto de ejercer mi derecho al sufragio en los comicios del 21 de noviembre no me permitieron detallar lo hermosa que está Caracas, gracias a la implementación del Plan Caracas Patriota, Bella y Segura. Indudablemente que las gestiones de Carmen Meléndez en ese sentido ha sido eficiente y efectiva para la capital en lo que lleva de gestión al frente tanto del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz y ahora como alcaldesa de Caracas.

Eso sin estar exenta de polémica a propósito del cambio de los símbolos de la ciudad capital, que ha desatado todo un aquelarre de la Academia Nacional de la Historia y su pléyade de momias vetustas que lo que pretenden es que sigamos legitimando y reforzando el colonialismo en nuestro país, cuando se trata de que tenemos que hacer un proceso totalmente a la inversa.

Pero bueno, de estos temas ideológicos y políticos vamos a tener tiempo de comentar, en las últimas ediciones de esta columna y seguramente con el nacimiento de la nueva que ya estoy comenzando a avizorar y a pensar.

El recibimiento de mi casera fue particularmente cordial y afectuoso, cosa que no me había esperado. Una conversación muy humana y amena de casi tres horas y el compartir un sándwich de cena antes de ir a descansar fue algo que me hizo relajarme aún más y a seguir en mi proceso de instalación.

El miércoles 20 procedí a reincorporarme físicamente a la institución donde laboro, donde también pude reencontrarme con afectos que tenía tiempo que no veía. También tuve la oportunidad de ver incluso a personas que no me quieren mucho, y que hasta malos ratos me hicieron pasar en ocasiones. No obstante, con una sonrisa a flor de labios y una actitud despreocupada, y un porte imponente les decía en un metamensaje: "Aquí estoy…"

Pero lo maravilloso fue el ir nuevamente con mi familia, para almorzar, donde pude visitar el incipiente negocio de comida que debe abrir próximamente. Mi hermana Liliana preparó un arroz con pollo que a todos nos gustó, no sin antes dejar de compartir algunas cervecitas y un compartir muy ameno. Además de conocer y sostener una conversación de fútbol muy agradable con Edward, uno de los empleados de ese local al cual desde ya le auguró muchos éxitos.

Y todo esto apenas ha ocurrido en menos de día y medio, ya que voy a llegar apenas a las 48 horas de mi retorno de mi querida Guayana.

Pero tengo en agenda y con una cola inmensa un gentío con los cuales conversar y verme. Y por qué no, de disfrutar su compañía.

Era como si me hubiesen estado esperando desde hace tiempo.

Y también casi que una bendición ha representado el llegar con la noticia de que en el día de ayer 20 de abril no se registraron casos comunitarios en Venezuela y apenas un caso importado, lo cual es la segunda mejor noticia en menos de una semana en lo que a reportes de la Covid 19 se refieren, solamente superada por los no fallecidos que se reportaron el 17 de abril de 2022. Pero de este tema podría volver a referirme en próximas entregas de esta columna o de la nueva que saldrá próximamente, ya que bueno es decir que aun no hemos salido de la pandemia, aunque ese es el deseo de la inmensa mayoría de habitantes de este planeta.

Bueno ya estoy acá, para lo humano y para lo político y comunicacional, en lo cual espero irme reactivando con el transcurrir de estos días que avizoran que me quedaré una buena temporada por estos predios.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y patria socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

 

 

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