"Hay millones de facetas de la verdad,
pero una sola verdad"
Hermann Hesse
Las características físicas del ex ministro Elías jaua, parece que le permitin ver, hasta donde no ha podido llegar el olfato rastreador de los sabuesos de la policía científica, y menos los canes adiestrados para detectar cualquier cargamento de estupefacientes. Ya que, de manera muy suspicaz se atrevió a lanzar una expresión algo temeraria, dejando una rendija por donde puede entrar la sospecha, y a la hora de rendir cuentas no se saben los culpables de la desaparición física del honorable combatiente y maestro ideológico en la lucha contra el imperialismo: Carlos Lanz.
Elías, en su nuevo papel de profeta, después de haber ocupado varios ministerios, se encuentra en una gran disyuntiva, el cual no lo deja dormir en paz: tomar una decisión radical, como han hecho varios ex ministros, y por eso tiene cierto tiempo jugando al conocido "guabineo". Una vieja manera de hacer política, con el agregado que, para no desaparecer de los medios especialmente de las redes sociales; salió con una que, casi explota: ¡No podemos seguir ocultan la verdad! Lo que no sabemos, pero al pluralizar la expresión involucra a todo el mundo, aderezándola con la misteriosa y muy conocida interrogante ¿Quién fue primero entre la gallina y el huevo?
El caso del probado y comprobado revolucionario –CARLOS LANZ– en su larga y valiosa existencia, ha levantado los más variados comentarios, y muchos de ellos –sin querer queriendo– escondiendo la cara y sin ninguna prueba; buscan involucrar el proceso revolucionario, como ha venido haciendo el imperialismo y los últimos presidentes que se han instalado en la Casa Blanca. Por el lado del gobierno el presidente Nicolás Maduro, con responsabilidad puso un equipo de experto en las investigaciones, pero, desde el mismo momento de la lamentable muerte del valiente fiscal Danilo Anderson, la mano del imperialismo todo lo enturbia, como parte de los golpes al proceso bolivariano. La lucha tiene diferentes formas, y una de ellas es exprimir la conciencia del revolucionario, a través del poderoso aparato mediático, y Elías Jaua, debe saber de esto, como buen Sociólogo.