A propósito del nuevo tribunal sin justicia

De los Ícaro de Chávez a los Atila de Maduro

Lunes, 02/05/2022 10:00 AM

A inicio de su mandato Chávez todopoderoso usurpó y disolvió la antigua Corte Suprema de Justicia (1811 - 5/11/1999) para innovar después de la declaratoria de "estado de emergencia judicial" con el Tribunal Supremo de Justicia (referéndum consultivo del 15/12/1999) con autonomía financiera, funcional y seis salas, pero revestido de traje a la medida de sus ambiciones y devenido en una nueva "corte" de incondicionales y alcahuetes de la injusticia con el otro golpe contra el TSJ de mayo del 2004, que estableció: un procedimiento expedito para "suspender" a los magistrados no afectos al gobierno y aumentó el número de magistrados de 20 a 30 colocando en minoría a los desafectos. Lo demás es historia sin patria a la hora de nombrar nuevos magistrados tapa amarrilla y designar al presidente cuestionado de turno. Ya la tribu de David quedó como un niño de pecho ante las tribus de enanos mentales que la han sucedido.

En febrero del 2000 viajé a Caracas y de pasó entré a Valencia con el firme propósito de conocer a Don Rafael Erwin Augusto Burguera Cordero (n. Tovar, 5 de octubre 1924 – m. Valencia, 28 de marzo de 2001), por quién sentía una gran admiración por su singular desempeño como parlamentario durante tres periodos consecutivos en el Congreso, lo visité en compañía de un viejo roble y ejemplar ciudadano de la Valencia del Rey: Don Luis Cubillan Fonseca, fue una tertulia inolvidable, hablamos de lo divino y de lo profano. Del Tovar de ayer, de la Venezuela actual (2000) y de la futura que no la veía con buenos ojos.

Recuerdo que al rato de estar en su casa saqué de mi maletín una copia del periódico Inquietud (1939 - 1940), del cual fue su director, donde quedaron plasmadas sus inquietudes juveniles en Tovar, apenas lo hojeó llamó a gritos a uno de sus nietos y le dijo: -"aquí está la prueba de lo que siempre te he dicho, su abuelo no miente", su alegría era incontenible con ese periódico quedaba como un héroe ante el nieto de unos 8 años, era la demostración que él ya a los 15 años empezó a dejar huella y sembrar inquietudes. Ese era Erwin Burguera, tovareño raigal, uno de sus insignes poetas y el más singular de todos los parlamentarios después de Andrés Eloy Blanco.

Todas sus actuaciones en el Congreso fueron en verso, sus libros: La Sonrisa del Capitolio. Diario de Debates festivo y rimado (1971, 1973), Cura de sueño (1977) y El Congreso se divierte... si hay alguien que lo despierte (1981), son el más claro testimonio. Además, publicó La Niña de la Cara Iluminada (1997 - S/año) y dejó inéditos: "Jurisdicción del canto" y Crónicas de la adversidad". Su elocuencia lo convirtió en el diputado con mayor audiencia durante sus intervenciones en versos humorísticos, en los cuales interpreta a su manera el acontecer del Congreso Nacional, sacando a relucir con su gracia de humorista cualquier situación desapercibida para la gran mayoría. En carta que le dirigiera el 15 de enero de 1977, el poeta Héctor Guillermo Villalobos, le dice entre otras cosas que: "...desde los tiempos del Gran Quevedo, pasando por los improvisadores del contrapunteo llanero, jamás había oído a alguien que improvisara con la facilidad, la galanura y el ingenio de Ud."

Me sonsacó muchas cosas de Tovar y una vez que entramos en confianza le pregunté de su amistad con el general Marcos Evangelista Pérez Jiménez, me habló con gran admiración, fue diputado y jefe de la Fracción de Cruzada Cívica Nacionalista, hasta el punto que no lo abandonó cuando cayó en desgracia. Lo visitaba de manera permanente cuando estuvo preso. Conocía por referencia de Don Homero Arellano que esa cercanía lo llevó a escribir una biografía del general con el llamativo título de "Compañero de celda". También sabía que un buen día decidió desaparecerla y queriendo corroborar la versión decidí preguntarle: "Don Erwin, que pasó con su biografía de Pérez Jiménez", su respuesta fue aleccionadora: -"Un día decidí quemarla porque es muy difícil sólo hablar bien de un hombre tan controversial". Por supuesto que por amistad estaba negado a escribir en su contra, pero también de dejar un documento incompleto para la historia. Aunque muchas veces escribió con su seudónimo los discursos del presidente.

Todo este cuento y recuerdo de Don Erwin Burguera viene a colación, porque antes de despedirme le dije: "Qué opinión le merece lo del nuevo TSJ", su respuesta fue tajante: -"son unos Ícaros". Confieso que quedé desconcertado, de momento no entendía la respuesta, pero tampoco me fui con la duda, ya de salida en la puerta de su casa le riposté: "Don Erwin, porqué son unos Ícaro", sonriendo me contestó: -"son hijos de Dédalo". De inmediato comprendí que además de la alusión a la mitología griega quería significar que eran los hijos señalados por el dedo de la mano zurda de Chávez porque contrario a lo que muchos creen Chávez no era de izquierda sino zurdo, eso me lo dijo magistralmente Don Guillermo Morón en una entrevista.

Antes (1999) como ahora (2022) los integrantes del TSJ han sido escogidos a dedo, son indignos "hijos de Dédalo", ayer por el izquierdo de Chávez y ahora por el derecho o la mano completa de Maduro, Padrino y Rodríguez - Cabello. El dictador no aceptaba otro que no fuera el suyo. Maduro permite cualquiera con tal de no enfrentar a los payasos y que el circo continúe su función. Así sean la mismísima reencarnación del caballo de Atila que por donde pasaba no crecía ni la mala hierba.

En Venezuela ya la justicia no sólo está ciega, ha perdido su rostro y por vergüenza lo que menos quiere es que se lo vean maltrecho y desfigurado, post pandemia anda con la cara tapada, haciendo honor a lo que hacen con ella, que de un costal tapado sacan cualquier gallo pataruco para que la dirija.

Mientras tanto, los venezolanos seguimos a la espera que el régimen de tanto acercarse a la candela, sus alas arden y caiga en picada. No creo que los Ícaro(1) de ahora tengan un Dédalo(2) que los llore ni los ayuden a construir nuevas alas. Amarecerá y veremos.

Notas:

  1. Ícaro. Mit. griega. Hijo de Dédalo. Se hizo unas alas que pego a su cuerpo con cera y desoyendo los consejos de su padre, quiso volar hasta el Sol. Al derretirse sus alas se precipitó al suelo.

  2. Dédalo. Mit. griega. Personaje legendario, escultor y arquitecto. Construyó en Creta el famoso laberinto del Minotauro, al que luego fue obligado a entrar con su hijo por el rey Minos. Logró huir.

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