La incertidumbre y la certidumbre son casos correlativos límite contradictorios caliginosos Maleo 2001, y, al través y en de por medio por la calle de en medio, ha de estar el medio maleoiano profundo Maleo 2001 en lo límbico frontero contornado cadencioso. Y, por lo que hemos de rebinar sobre ¡La puntica putica de una hoja de helecho y la gotita putica de agua guindando de la puntica putica hoja! Por lo que hemos de rebinar sobre en el cri cri de las margaritas del poeta Federico García Lorca. Por lo que hemos de rebinar sobre la perogrullada primera vez de Perogrullo, entre la evidencia y la duda del artículo ordinal 4° del Código Civil Venezolano, que hay que revisar a según Maleo 2001. Ya que, y pues, el imperativo borroso maleoiano profundo ha de ser necesariamente medio maleoiano abismal entre todos los imperativos hipotéticos y categóricos de Enmanuel Kant, entre el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano en las pirámides pareadas paradójicas de Kelsen. Y, como tiénese dicho la incertidumbre y la certidumbre han de tener a la puntica putica de la hoja de helecho y la putica gotica de agua la armónica simultaneidad contradictoria heraclitoiana, asina asín ansí así, la incertidumbre y la certidumbre, han de tener a la puntica putica de la hoja de helecho y la putica gotica de agua al cri cri de las margaritas de Federico García Lorca, que no de otra suerte como como cuando asomárase la perogrullada primera vez de Perogrullo. La incertidumbre y la certidumbre han de tener siempre en la perogrullada primera vez de Perogrullo, equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diabético, y, esto, solo y sólo, aun y aún, mas y más, la incertidumbre y la certidumbre como de nalgas, han de tener siempre al ojo de don Francisco. Nalgas que están hechas bien nacidas para las mesas las misas y las musas. Ojo de don Pancho lleno de consentimiento comprometido consuetudinario para entre la paz y la guerra , el amor y el odio , la rabia y la ternura, entre Ucrania y Rusia, asina, como si fuere entre la indeterminación y la determinación, y como si fuera entre la incertidumbre la certidumbre del presidente de la República, en que ha de pensar en la nuestra nueva filosofía de las 4E de Maleo, del entendimiento y la estética ética espiritual que margulle en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río de Heráclito de las plurales palabras pareadas paradójicas de la forma figura geométrica algebraica del ser y no ser de la biblioteca védica upanishad sánscrita de la modernidad ilustrada originaria, que solía recomendar el doctor Albert Einstein. Y, como tiénese dispuesto y dicho, que el medio maleoiano profundo Maleo 2001, está entre la putica puntica de la hoja y la putica gotica de agua. Que el medio maleoiano profundo Maleo 2001, ha de ser el cri crí de las margaritas del poeta Federico García Lorca, que ha de ser la perogrullada primera vez de Perogrullo, y, que han de estar entre las nalgas de don Francisco, entre la indeterminación y la determinación. Que el medio maleoiano profundo ha de estar entre la incertidumbre y la certidumbre.
Con digresión y sin digresión, la incertidumbre y la certidumbre, casos correlativos límite contradictorios caliginosos Maleo 2001, y, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo Maleo 2001 de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético. El medio maleoiano profundo, el ojo de don Francisco, que es esencial, como el rincón de la palabra que la salvación labra en las mesas las misas las musas, y, el ojo de don Francisco y las nalgas como entre Ucrania y Rusia. La palabra piedra poética alusiva almendra suprema, el ojo de don Francisco que es esencial similaricadencia tautológica repetitiva epistemológico platónico, la fe hebrea sanpabloiana profunda entre la humedad y la sequedad, entre la humanidad y la perversidad. La fe hebrea sanpabloiana profunda entre la evidencia y la duda del artículo ordinal 4° del Código Civil Venezolano. La fe hebrea sanpabloiana profunda entre la certidumbre y la incertidumbre, entre la determinación y la indeterminación, entre la esperanza y la quimera, entre la esperanza y el enigma, entre la esperanza y la desesperanza, entre la convicción y la duda, entre lo visible y lo invisible. La fe hebrea sanpabloiana profunda entre la partícula y la onda, entre lo visible y lo invisible del apóstol religioso Pablo del apóstol científico Niels Bohr del apóstol científico Werner Heisenberg. La fe hebrea sanpabloiana profunda que derrumbara, como el cri cri de las margaritas de Federico García Lorca y la reflexiva rubendarioiana profunda, el principio de Heisenberg en la difuminación continua espectral en el trecho estrecho arrecho en la perogrullada primera vez de Perogrullo, en que la velocidad y la posición de una partícula han de ser iguales, y, al carajo lo de Werner Heisenberg, del, de él, a según: Si mides alguna cosa de alguna forma no puedes hacer lo mismo con otra. Agora ahora hogaño, esto no es verdad, porque la posición y la velocidad son la misma cosa en la perogrullada primera vez de Perogrullo en la fe hebrea sanpabloiana profunda en el medio maleoiano profundo Maleo 2001 en la difuminación continua espectral de la partícula y de la onda, de lo visible y de lo invisible de la incertidumbre y de la certidumbre.
Con divagancia y sin divagancia, entre la incertidumbre y la certidumbre, ha de estar el ojo de don Francisco. Tanto como entre la razón y la sinrazón ha de estar el ojo de don Quijote y el ojo de don Federico García Lorca. Y, en esto hemos de ingresar un gracioso sketch campestre, de don Federico Leñero, el cargador de leña sancarleño, que los jodedores le decían que tenía un ojo como el don Pancho de Quevedo, y el alegre carga leña leñador, decía a toda voz en cuello, en la calle Alegría de San Carlos, ¡Chaj! ¡Chúpamelo! Y, su sabrosa risotada golosa todavía la siento, tanto como la risa del poeta Heriberto Vidal y del poeta Pedro Tortolero. Y, como tenemos dicho, entre el universo expansivo de luz curvada einsteiniano y el universo contractivo de luz tragada maleoiano, ha de estar el ojo del doctor Einstein, el ojo del doctor Pierre Teilhar de Chardin y el ojo de Federico García Lorca. Entre la materia y la energía ha de estar el ojo de del doctor Einstein, el ojo del doctor Pierre Teilhar de Chardin y el ojo de Federico García Lorca. Entre el exceso y el defecto ha de estar el ojo de Aristóteles y el ojo de Federico García Lorca. Entre el tercio excluso y el tercio incluso ha de estar el ojo de Maleo 2001 y el ojo de Federico García Lorca. Entre la tesis y la antítesis ha de estar el ojo de Heráclito de Hegel de Marx y el ojo de Federico García Lorca. Entre el teorema directo y el teorema indirecto ha de estar el ojo de Pitágoras, Sócrates y el ojo de Federico García Lorca. Entre la lengua y el habla, lo sintagmático y lo paradigmático ha de estar el ojo de Ferdinand Saussure y el ojo de Federico García Lorca. Entre lo consciente y lo inconsciente ha de estar el ojo de Cirigliano, Villaverde y el ojo de Federico García Lorca. Entre lo concreto y lo abstracto ha de estar el ojo de Luis Alberto Machado y el ojo de Federico García Lorca. Entre lo divino y lo humano, lo justo y lo injusto ha de estar el ojo de los Romanos y el ojo de Federico García Lorca. Entre todos los valores axiológicos éticos morales estéticos espirituales y del entendimiento ha de estar el ojo de Maleo 2001 y el ojo de Federico García Lorca. Y, el ojo de don Francisco, el ojo de don Quijote, el ojo de San Pablo y el ojo de Federico García Lorca han de estar entre nalgas guerreras pacíficas de las mesas las misas las musas entre Rusia y Ucrania, tanto como el medio maleoiano profundo Maleo 2001 ha de estar entre la incertidumbre y la certidumbre.
Si la incertidumbre y la certidumbre son casos correlativos límite contradictorios caliginosos Maleo 2001. Entonces sea dicho que entre la incertidumbre y la certidumbre y, al través y en de por medio por la calle de en medio, ha de estar el medio maleoiano profundo que es lo límbico frontero contornado cadencioso de los aspectos armónicos antagónicos ambiguos. Ergo vergo sea dicho que entre la incertidumbre y la certidumbre ha de haber el equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético. Ergo vergo sea dicho que entre la incertidumbre y la certidumbre ha de estar y encontrarse el ojo de don Francisco, que es esencial, como el rincón de la palabra que la salvación labra en las mesas las misas las musas y en las nalgas entre Ucrania y Rusia. Ergo vergo sea dicho que el ojo de don Francisco, el ojo de don Quijote, el ojo de San Pablo, el ojo de don Federico García Lorca, el ojo del doctor Albert Einstein, el ojo del doctor Pierre Teilhar de Chardin, el ojo de Heráclito, de Hegel, de Marx, el ojo de Pitágoras, de Sócrates, el ojo de Ferdinand Saussure, el ojo de Cirigliano, Villaverde, el ojo de Luis Alberto Machado, el ojo de los Romanos, el ojo de Maleo 2001, que son ojos abiertos y despiertos, que han de estar entre nalgas guerreras pacíficas de las mesas las misas las musas entre Ucrania y Rusia, que tantos ojos avizores son como el medio maleoiano profundo Maleo 2001 que es lumbre entre la incertidumbre y la certidumbre.