Cáscara Amarga 575
Esperanza y desesperanza
Por: Miguel Homero Balza Lima
Viernes, 13/05/2022 07:52 AM
Los casos correlativos límite contradictorios caliginosos, como la esperanza y la desesperanza, son contenidos que contiene el continente de la filosofía de Maleo 2001, la filosofía de las 4E del entendimiento y la estética ética espiritual, que margulle en la catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano de las torrenciales plurales palabras pareadas paradójicas de la forma ser y no ser. Y, como tiénese dicho, que la esperanza y la desesperanza, es tanto como la certidumbre y la incertidumbre, la determinación y la indeterminación, la convicción y la duda, la convicción y la no convicción, lo visible y lo invisible, de la forma del ser y no ser de los Vedas, y del quiasmo río efesoíta, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, de las plurales palabras pareadas paradójicas en que han de estar el ser y el no ser. Lo que indica que en el templo oxímoron río heraclitoiano, ha estado antes de Heráclito, ha estado antes de Buda, ha estado antes de los Vedas. El templo oxímoron río heraclitoiano, ha estado con sus contenidos en armónica simultaneidad contradictoria heraclitoiana, en sintética sincrética ecléctica budaiana. Y, que a buen seguro, que alguien que anda por ahí, ha de dar con el punto crucial decisivo en resolutiva optimalidad pretendida con este enigma jorgeluisborgesiano del tiempo, en que Jorge Luis Borges, no descarto el río, el manantial que ha de surgir de él mismo, del hombre y de la mujer, mucho antes que él, que los Vedas, y, helo ahí en Borges, en Edipo y el enigma, el tiempo y el no tiempo, el hombre y la mujer, natura y persona: Somos Edipo y de un eterno modo, la larga y triple bestia somos todo lo que hemos sido y todo lo que seremos.
El tiempo de Miguel de Cervantes Saavedra en el Quijote, del hoy avisado ejemplar es siempre todavía, y el doctor Einstein no lo sabía, entre el confesional testimonio indiciario pretendido y el advertido devenir porvenir. Y como tiénese dicho que el apóstol evangelista Pablo, Niels Bohr, Werner Heisenberg, Albert Einstein, Ferdinand Saussure, Bernoulli, Picasso, José Ingeniero de las fuerzas morales, no descartaron el río, el manantial que ha de surgir de ellos mismos, como Borges, del hombre y de la mujer, mucho antes que los Vedas, asina asín ansí así la certidumbre y la incertidumbre, la determinación y la indeterminación, lo visible y lo invisible, la onda y la partícula, la convicción y la duda, lo justo y lo injusto, lo divino y lo humano, la evidencia y la duda, lo hermoso y lo horroroso, la lengua y el habla, el exceso y el defecto, la tesis y la antítesis, lo consciente y lo inconsciente, de lo concreto y lo abstracto, del ser y no ser, asina asín ansí así, antes que los Vedad del ser y no ser, antes que el río heraclitoiano, y, como tiénese dicho, mucho antes que de la tambora perola perorata de Pandora, la esperanza y la desesperanza.
Con digresión y sin digresión, la esperanza y la desesperanza. La esperanza fue lo que quedó de la apertura perola de Pandora, contentiva de los males y la esperanza. Apertura y destape de la perola de Pandora, negada apertura por los dioses a la pícara picada curiosa encantadora estética discernitiva Pandora. Destape de la perola mitológica griega que incumpliera Pandora. Y, para Federico Nietzsche, del, de él, la esperanza es el peor de los males, prolonga los males en el hombre y en la mujer. De modo que la esperanza y los males, han estado antes del quiasmo río heraclitoiano. La esperanza y los males han estado antes de Pandora y antes que Nietzsche, antes que el concupiscente 69 cojedeño de Maleo 2001, antes del yin y yang de Laozi. Mas y más, aun y aún, solo y sólo, entre la esperanza y la desesperanza, entre la esperanza y el mal, entre mal y el bien, entre el amor y el odio, entre la rabia y la ternura, entre la guerra y la paz, entre el ser y no ser, entre el exceso y el defecto, entre la tesis y la antítesis, entre lo concreto y lo abstracto, entre lo consciente y lo inconsciente, entre el tercio excluso y el tercio incluso de Maleo 2001, ha de estar al través y en de por medio por la calle de en medio el medio maleoiano profundo de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diabético, ha de estar al través y en de por medio por la calle de en medio el punto crucial decisivo, el punto inflexivo topológico borroso, la perogrullada primera vez de Perogrullo con grafía grata gratificante la lemniscata de Bernoulli, la parábola cúbica de Picasso. Y, han de estar el punto crucial decisivo, el punto inflexivo topológico borroso, la perogrullada primera vez de Perogrullo, han de estar en el lienzo pictórica blanquinegro del yin y yang de Laozi, han de estar en el cóncavo convexo contradictorio concupiscente 69 cojedeño de Maleo 2001. Y, como tiénese dicho en esas gratas figuras geométrica algebraicas, ha de estar inscrita la esperanza y la desesperanza.
Si la esperanza y la desesperanza son casos correlativos límite contradictorios caliginosos de la forma ser y no ser Maleo 2001. Entonces sea dicho que la esperanza y la desesperanza, ha de tener equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético. Ergo vergo sea dicho que la esperanza y la desesperanza, de todas las caras carices correlativas límbica contradictorias caliginosas, han de tener al medio maleoiano profundo, han de tener a la perogrullada primera vez de Perogrullo, han de tener al punto crucial decisivo, al punto inflexivo topológico borroso, a la grata grafía gráfica de la lemniscata de Bernoulli y a la parábola cúbica de Picasso, al cóncavo convexo contradictorio concupiscente 69 cojedeño de Maleo 2001, han de tener la forma del lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang de Laozi. Ergo vergo sea dicho que la certidumbre y la incertidumbre, la determinación y la indeterminación, lo visible y lo invisible, la onda y la partícula, la convicción y la duda, lo justo y lo injusto, lo divino y lo humano, la evidencia y la duda, lo hermoso y lo horroroso, la lengua y el habla, el exceso y el defecto, la tesis y la antítesis, lo consciente y lo inconsciente, lo concreto y lo abstracto, el ser y el no ser, han de ser casos correlativos límite contradictorios caliginosos Maleo 2001, tanto como la esperanza y la desesperanza.