Hay que conciliar el capital venezolano y, llamar a los microempresarios de la Cámara de mediana industria y agricultores a una mayor productividad. Venimos llegando al vértice de una coyuntura económica, porque siempre seguiremos amigos del capital y la revolución del consumo. Hay un legado filosófico de la modernidad que ha sido aprovechado para cultivar una cultura espiritual y estar idiotizado por veinte años de veinte y tres bajo un esquema de saqueo de nuestras riquezas de parte del protagonismo que bordeo a Chávez y, ahora al presidente Nicolás Maduro Moros, son los mismos que utilizan una igualdad de caretas, solo que individualmente pertenecen a una pieza del ajedrez.
La pirámide política disimula o justifica su actitud, vienen utilizando la teoría del caos para ir saqueando el país desde la industria eléctrica hasta la telefónica. Ya lo advertía Marvin Harris para puntualizar el determinismo político entre los factores de poder y el pueblo que ya se encuentra colonizado bajo una conceptualización esclava.
Simplemente es una sociedad de consumo real y del despilfarro en lo que se ha creído ver la fórmula del bienestar general, es inconciliable no solo en nuestra emergencia conciliatoria, sino también con la misma supervivencia de la especie humana. Cuidémonos de la falsa retórica que constituye una razón generalizada del hemisferio occidental.
Hay una racionalidad política, ambiental, agroalimentaria y alimenticia. Todos los estrados son necesarios, pero, se debe repetir sus niveles y entendemos que hay pagos incompatibles con una economía basada en el rentismo petrolero, sustentable. Bueno, todo viene cambiando significativamente al centralismo bajo una concepción socialista- comunista, porque es un concepto de desarrollo muy bien definido por la comisión Brutland de las Naciones Unidas en 1987, como ‘’ el uso de los recursos para satisfacer cada vez más las necesidades de la población sin comprometer la preservación de esos recursos para las generaciones futuras’’.
En América Latina, se viene aplicando una metodología sofista, bajo el tema de la manipulación, creyeron defender la causa griega con el manejo de su discurso., siendo los primeros posmodernos y se jactaban de defender la causa, al margen de su contenido de verdad. Los economistas al servicio del gobierno bolivariano aplican su retórica y se encuentran al libre debate de las ideas, con un recetario de oficio. Siempre han buscado construir una imagen de lo real que tiene la apariencia de lo real. Es la manipulación cognitiva perniciosa que nos lleva hasta la violencia gradual o doméstica. Son estagiritas.
La política venezolana viene expresada por un individualismo que va de lo sagrado a lo numinoso para transformarla en un pliegue económico de destello.
La sociedad venezolana refleja un nivel imaginario de modelos imitativos que busca construir un futuro a partir de la negación de nuestra realidad., así que, factores políticos homogenizantes imponen bloques en su civilización para apropiarse de sus elementos. Leyendo a Simón Rodríguez pudo expresar que aquí imitados todo, menos la originalidad.
Me siento bien, porque el candidato de Colombia, Gustavo Petro dio una reflexión sobre Alex Saab Morán. Expresión que ha sido muy clara y que refleja una potencialidad, es una toma de conciencia de sí y para sí.
No hay que ser como Putin que dejo crecer la semilla que se convirtió en árbol, una fuerza embrionaria que desarrollaba la esencia, siempre ha existido y, en estos dos últimos años reflejo su potencialidad. Argenta lo engaño en el caso del submarino Harás San Juan y Venezuela lo debilitó o desfloco en el tema estratégico occidental.
Ya es tarde, sus fuerzas guerreristas están en un proceso de confusión ante lo de Ucrania, clave para el desarrollo ruso.