Contundente carta de Bolívar a Santander

Domingo, 29/05/2022 11:13 AM

La política es al mismo tiempo miles de torbellinos que se entre tejen en sus ideas de humanizar a la propia humanidad y al mismo tiempo deshacerse de élla, en los buenos propósitos que diseñen y traten de poner en la praxis sus ideólogos; esto, porque hay que tenerlo como seguro que de sus propias entrañas saldrán sus detractores y peor aún sus destructores.

Lo anterior viene de una lectura que hice tiempo atrás, relacionada con un intercambio epistolar nada más y nada menos que entre el vicepresidente Francisco de Paula Santander y el presidente de Colombia Simón Bolívar. El asunto tratado a través de tinta y papel, estaba referido al proyecto en la unión del mar Caribe y el Pacifico, por el Istmo de Panamá. Es así como en carta fecha el 22 de septiembre de 1825, desde Bogotá, Santander toma la iniciativa de hacer del conocimiento y proponer al mismo tiempo al Libertador que éste sea parte del Proyecto como protector; al respecto apunta la citada correspondencia lo siguiente:- " La obra se ha calculado en diez millones de pesos, y contamos con algunos capitalista extranjeros: Don Jerónimo Torres, Domingo Caicedo, Mosquera y Baralt se podrán al frente dela compañía y muchos amigos de usted, tomarán parte (…) Para conseguir el privilegio hay que ocurrir al Congreso (…) En otro renglón de la carta Santander le dice:-" Me atrevo pedirle a usted dos cosas que espero recibir si cree usted que es posible y no se compromete en nada: 1° Que Usted de oficio recomendara muy eficazmente al Gobierno que favoreciese la empresa de comunicar los dos mares, que tomase a su cargo cualquier asociación de colombianos que aspirase seguridades y que las diese de llevarla a cabo; 2° Que usted consintiese en que se pusiese a usted en la asociación, como protector de la sociedad. Me parece y es la opinión de los secretarios, que el nombre de usted como protector daría una reputación grande a esa empresa y se facilitaría más" (…) "A mí me parece que es muy sencilla la consecución de estas dos cosas, y que lejos de comprometer a usted en nada, le agregaría un algo a su fama; sin embargo, me someto, como debo, al juicio de usted y lo que usted, me dijere, esa será mi regla invariable" (…)

A esa carta de Santander, que llevaba veneno, el Libertador Simón Bolívar le salió al paso con su dignidad y rectitud de toda su azarosa vida en oficio fechado 22 de febrero de 1826, - "A su excelencia F.P Santander, Mi querido General: He visto la carta de Usted, en que me propone sea yo el protector de la compañía que se va establecer para la comunicación de los mares por el Istmo. Después de haber meditado mucho cuanto usted me dice, me ha parecido inconveniente no solo no tomar arte en el asunto, sino que me adelanto aconsejarle que no intervenga usted en él. Yo estoy cierto que nadie verá con gusto que usted y Yo, que hemos estado y estamos a la cabeza del gobierno, nos mezclemos con proyectos puramente especulativos, nuestros enemigos, particularmente los de usted, que está más inmediato, darían una mala interpretación a lo que no encierra más que el bien y la prosperidad del país. Esta es mi opinión con respecto a lo que usted debe hacer y por mi parte, estoy bien resuelto a no mezclarme en éste negocio ni en ningún otro que tenga carácter comercial. Soy de todo corazón" Bolívar.

Como se puede entender, Bolívar, desde siempre estuvo consciencia de la importancia de separar la gobernanza de los negocios donde el capital termina ensuciando la visión del proyecto propuesto y de quienes lo concibieron y dirigen, es decir, gobernar significa trabajar - "por el bien y la prosperidad del país" - evitando que los líderes que gobiernan junto a sus ejecutores, no han llegado allí , para convertirse en empresarios que detrás de bambalinas perciben beneficios de - "negocios especulativos" - del gran capital; esa ha de ser la conducta proba de todo buen gobernante y funcionariado, que se jacte de ser bolivariano, de lo contrario no pasará de ser una escoria más del mundo de la corrupción y, por lo tanto, en el caso Venezuela no dignos de usar para sus beneficios personal o grupal, el nombre del Libertador y menos aún el gentilicio Bolivariano.

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(*) Las Advertencias de la historia. Bolívar Contra la Corrupción. Edición dedicada al presidente HUGO CHÁVEZ FRÍAS, Por el editor José Agustín Catalá. Caracas, diciembre de 1998.

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