El socialismo de Venezuela y la democracia en Colombia

NI LO UNO NI LO OTRO, SINO TODO LO CONTRARIO.

Si analizamos los discursos de los dos presidentes que todavía gobiernan a estos dos países, que deberían ser uno sólo, tal como lo soñó y por eso dio su vida, nuestro Padre El Libertador, nos damos cuenta como nos caen a muelas los dos mandatarios, tratando de continuar ejerciendo el poder y usufructuando de las mieles que éste produce.

Si alguna de las drogas, de las creadas por el hombre en el planeta tierra, produce más adicción y más placer en la psiquis del Pitecantropus Erectus y del Homo Sapiens, es el EJERCICIO DEL PODER. Toda la historia de la humanidad podría ser explicada por las luchas, guerras y holocaustos que hemos sufrido porque unos quieren dominar a otros y someterlos a su voluntad. Marx sintetizó esto, aseverando que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases por la obtención y control de los medios de producción.

Sin querer poner en dudas la teoría marxista, yo pienso (eso es grave que alguien piense), que la motivación de ejercer el poder sobre los demás es innata en todos los seres humanos, o sea que eso es genético, que viene programado en nuestro ADN. Ya un psicólogo norteamericano, llamado David McClellan, trabajó el tema encontrando que las Motivaciones al PODER, LOGRO y AFILIACIÓN, forman parte del morral que traemos al hombro cuando nacemos. O sea que no es necesario estar identificado o tener sentido de pertenencia con alguna clase social, clan, tribu o manada para buscar, encontrar y hallar las formas de ejercer el dominio o poder de unos sobre otros.

Hechas estas previas disquisiciones y sin querer emitir juicios sobre si las teorías y praxis políticas de estos dos mandatarios sean buenas o malas, voy a intentar comparar las ideas fuerzas que ellos nos transmiten, con los basamentos ideológicos en las que están fundamentadas dichas ideas y la praxis que a diario ejecutan. O sea, que dicen, en cual idea se fundamentan y cuál es su práctica real. ¿Todo esto para qué se preguntarán mis lectores? Bueno pues, así como a los científicos de todas las profesiones, se les exige gastar sus neuronas investigando y produciendo teorías y remedios sobre el quehacer y sufrimientos de los otros seres humanos que con ellos conviven en el planeta, nos corresponde también a los que nuestras universidades dieron títulos en Ciencias Políticas, hacer nuestros aportes y eso es lo que trato, antes de pasar a otro plano existencial.

Ojo, en este análisis no está el por qué, o las causas que producen estos resultados obtenidos, eso es trabajo del lector que debe buscar o justificar las razones por las cuales estos mandatarios obtienen o han obtenido esos resultados.

Comencemos por Venezuela:

Si algún pueblo del mundo ha dado muestra de amar y querer al Capitalismo Norteamericano es el venezolano, su población siente una profunda devoción y admiración por todo lo que es hecho en USA. Hasta hoy y desde hace 100 años atrás, toda nuestra historia ha girado en torno a la sociedad, cultura y economía norteamericana. En tiempos de la II guerra mundial, Venezuela figuraba como uno de los tres mayores productores de petróleo en el mundo y principal surtidor de EEUU y el Reino Unido. Solo en la década de los 40 ingresaron US$ 6.028 millones a nuestro país por exportación de petróleo, la mitad de lo que se invirtió para reconstruir toda Europa. La industria petrolera, en esa época y hasta la llegada de Chávez, estuvo en manos de las empresas privadas extranjeras.

Yo pienso que nuestro presidente Nicolás Maduro sueña con ser llamado a Washington junto con Cilita, antes que Presidente Bidem se vaya y así dejar escrito en la historia del mundo, ser el primer presidente latinoamericano que se enfrentó al Imperio, recibido con honores en la Casa Blanca y atendido como como lo hizo Trump con Juan Guaidó. Algo así como cuando el Afroamericano Barack Obama fue recibido en el Palacio de Buckingham por la todavía Reina de Inglaterra. Así que esta falacia del peligro Comunista en Venezuela es una mentira del tamaño de una catedral.

VEAMOS EL CASO DE IVAN DUQUE, EL PRESIDENTE COLOMBIANO.

Repite Duque en algunos de su discurso para nada ingenuo, que las Drogas es uno de los principales males de los colombianos. Es el caso que, el problema no son las drogas, el verdadero problema radica en el uso que les han dado a los ingresos obtenidos por la exportación de esas drogas, y en cómo se reparten dichos ingresos.

Colombia parece predestinada por la providencia a ser la Israel de América, para facilitarle el trabajo a los gringos de someter a nuestros pueblos en nombre de la libertad. Bolívar nunca se imaginó que su creación iba a ser usada como peón por el nuevo imperio que surgió después de su partida física, por ello cuando exclamó: "he arado en el mar", no estaba equivocado y bien profundo que lo hizo.

Viendo las novelas colombianas uno se da de cuenta de la desfachatez con que se burlan del pueblo, haciéndoles creer que sus órganos legales luchan contra las mafias y corrupción que pudren a la sociedad toda y hasta construyen héroes y heroínas que triunfan contra ellas. Toda una burlesca comedia que lo que da es asco.

Así que si nuestro Nicolás Maduro luchando para que no lo saquen del Poder, tiene que torcer hacia la derecha, tratando legítimamente de ser reelecto para un nuevo periodo presidencial, el colombiano Iván Duque, sabiendo que le llegó su cuarto de hora, reprime y asesina a costa de la miseria de un pueblo que no tiene salidas. En contraposición en nuestro país el pueblo puede expresar su voluntad con más libertad, independientemente de las apetencias por el poder de su presidente y esa es una gran diferencia. Los resultados del proceso electoral colombiano que culmina el 19 de junio, podría ser el inicio de una nueva era para ese pueblo.