Si algo demostró la mal llamada "Cumbre de las Américas", organizada por el Gobierno de los Estados Unidos, es que fracasó desde sus inicios con la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela. El 9no. Encuentro al que asistirían presidentes, jefes de Gobierno y de Estado a su más alto nivel, no se incluyó en la agenda temas de interés como enfrentar y resolver la Covid-19, la integración del continente y cómo enfrentar la crisis social y económica que dejó la pandemia,. O en todo caso, se pasó una mirada desde lejos a estos candentes temas que afectan a la humanidad toda.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió desde el comienzo "no convocar" a los "rebeldes gobiernos" de Cuba, Nicaragua y Venezuela por razones ideológicas, pues tienen posiciones antiimperialistas bien definidas y enfrentadas a la hegemonía imperialista. Abogan por la autodeterminación de los pueblos, la libertad y la soberanía, mientras que desde el norte la respuesta es bloqueo, agresión, amenaza de invasión, sabotajes a los servicios públicos básicos, atentados terroristas, asesinatos de mandatarios, todo con la mirada puesta en cambiar la forma de gobierno que el pueblo eligió.
El imperialismo es el enemigo histórico de los pueblos. Sus campañas de propaganda contra gobiernos y líderes ´progresistas y democráticos es para sembrar odio, persecución, destrucción, crímenes, atentados. Los medios de comunicación del llamado mundo occidental se encargan de la guerra sucia con campañas de mentiras, desinformación, fake news, post verdad y acusaciones sin fundamento de mandatarios corruptos, violadores de derechos humanos y narcotraficantes. En fin, una larga lista de mentiras para intentar desestabilizar o derribar gobiernos no sujetos a las órdenes de Washington.
La exclusión de la mal llamada Cumbre de las Américas de estas tres naciones con gobiernos legítimos respaldados por sus pueblos se inscribe en la lucha del imperialismo por mantener la hegemonía mundial. Pero se trata de impedir que se conozca la verdad de los crímenes cometidos por los diferentes gobiernos de Estados Unidos, como las invasiones, atentados contra jefes de Estado, control y saqueo de los recursos naturales y el acaparamiento de las vacunas y equipos para luchar contra las diversas enfermedades y pandemias que ha padecido el mundo, como la Covid-19. Estas son las verdades a que teme el imperio y sus pocos gobernantes que le obedecen.
Esta cumbre, que no es de América, sino de unos pocos, fracasó. Queda demostrado que la "mandamás" ya no manda. La ciudad de Los Ángeles, donde se celebra la supuesta cumbre desde el 6 hasta el 10 de este mes, está repleta de ONG financiadas por el Departamento de Estado, mientras que la Cumbre de los Pueblos se desborda para denunciar y proponer soluciones a los males que el capitalismo ha creado.
Nuestra América vencerá.