Experimentada como está nuestra industria petrolera afortunadamente nacionalizada, ya no aquella chucuta nacionalización que aprobó en 1976 un gobernante esclavizado al feroz capitalismo, en Venezuela siglo XXI no estamos desprevenidos y luchamos permanentemente contra paquetazos viles que nos han aplicado en economía petrolera, gasífera, medicinal, alimenticia y pare usted de contar. Asumimos nuevos amigos verdaderamente respetuosos de nuestro proceder político, ayudándonos a salir de sucesivas crisis provocadas por el salvajismo mercantilista depredador mediante sabotajes, a la electricidad, guarimbas, y sanciones internacionales irracionales.
Es noticia la negativa de las mayores compañías petroleras del mundo a invertir en Rusia, lo que no asusta a la nación revolucionaria comunista, su dirigencia indica que entienden a cabalidad los acuerdos en su contra inventados con premeditada mala fe, sin embargo estos no impedirán que la industria petrolera se desarrolle con normalidad, confirmó el ex presidente de la compañía "Lukoil", Vagit Alekpérov, sentenciando que Rusia cuenta con un bagaje tecnológico bien desarrollado, harán cambios en el calendario, tienen potencial para un desarrollo petrolero y ambiental, opinión publicada por el "Financial Times".
El periódico británico tiene más de sesenta años especializado en la economía mundial y señala que la negativa a invertir en proyectos rusos fue un gran golpe para la industria petrolera rusa, citan varios analistas destacando que las perspectivas de la industria petrolera dependen de la capacidad de las empresas, no tanto para continuar la producción sino para vender petróleo ruso a mercados extranjeros, luego que el 3 de junio 2022 la Unión Europea oficializó un sexto paquete de sanciones con medidas restrictivas prohibiendo comprar, importar o transferir a los Estados miembros de la U E, directa o indirectamente petróleo crudo y ciertos productos originarios o exportados desde Rusia.
Países que comerciaban con la industria petrolera rusa inconcebiblemente apoyan corsarios estadounidenses, ya descritos en estas "ácidas", que robaron a Venezuela como se les vino en gana abordando y reteniendo buques con productos hacia nuestros puertos. Europeos acobardados con el invasor hegemónico yanky anuncian prohibir el transporte marítimo de mercancías rusas adonde vayan destinadas. Se estipulan exenciones temporales para Estados miembros de la U E, Bulgaria o Croacia por situación geográfica generan dependencia específica del crudo importado de Rusia por oleoducto.
Lo pasmoso es que en temas mundiales, comunicadores sociales prosigan acusando a Venezuela de depender de Rusia, China, Irán y Cuba, molestos porque nos libramos de la explotación inicua de más de un siglo cuando Juan Vicente Gómez le dijo a los norteños que manejaran ellos el petróleo, la ignorancia calculada de aquel dictador la continuaron peor demócrata cristianos y social demócratas durante pésimos gobiernos entre 1959 y 1999, mucho más serviles pro imperialistas que el propio Pérez Jiménez y su gente, a quien derrocamos popularmente en 1958.
Pueden guardarse este paquetazo internacional en los intersticios salvajes del capitalismo, embadurnados de sangre y detritus, revolcándose en su basural mental y vistos universalmente por el pensamiento noble de cada quien, dondequiera se encuentre un ser humano responsable y bien enterado.