Me remiten vulgaridades que no comentaré, doy respuesta a insultantes amargados insertando un despacho noticioso el cual espero ilustre a esos retoños de gamelote, H D P, hombres de paja; aspiro se enteren que en su adorado territorio gringo la Cumbre de las Américas culmina con grandes vacíos, una despedida a citas controladas por el pensamiento dominante de diplomáticos y granujas mercantilistas politiqueros. La opinión Siglo XXI es sustentada por estadounidenses y sus empresas, no son de chavistas, castristas, orteguistas, de Venezuela, Cuba o Nicaragua, naciones excluidas de la escuálida reunión en Los Angeles, California, bien por lo que conocemos y descubrimos.
La inflación actual de EEUU estaría más cerca de lo que se cree del máximo registrado en 1980, según nuevo análisis de datos históricos realizado por un grupo de economistas, incluyendo al ex secretario del Tesoro, Lawrence Summers. Judd Cramer y Marijn Bolhuis recalcularon junto a Summers lecturas históricas del índice de precios al consumidor, las cifras mostraron que la inflación subyacente fue de 9,1 % en junio de 1980, frente al máximo informado hoy de 13,6 %.
Según los autores del análisis, para volver a la inflación subyacente de 2 %, se requerirá casi la misma cantidad de desinflación que se logró entonces. Estos hallazgos pueden ser preocupantes para el actual presidente de la FED –Sistema de Reserva Federal-, Jerome Powell, que intenta reducir la inflación sin provocar un aumento del desempleo, tal como lo hizo en su tiempo Paul Volcker al frente de ese organismo económico.
En 1980, Volcker autorizó una subida del 20 % en los tipos de interés para combatir la inflación, lo que sumió a la economía en una grave recesión que duró en EEUU hasta 1982. Dos años en los cuales la tasa de desempleo alcanzó ese último año 10,8 %, un máximo que no se superaría hasta 2020, cuando la recesión impulsada por la pandemia del coronavirus afectó a innumerables empresas".
Concluido el despacho noticioso continúo la ácida con perfecta tranquilidad de espíritu y buena fe revolucionaria de quienes abrazamos los triunfos de ideas socialistas, aceptando siempre que las mismas no pueden provenir de un solo lado de la opinión de una gran potencia, es necesario dejar los pruritos fanáticos, ese obsoleto escozor que les produce no querer saber nada de comunistas, permite observar, apreciar, conocer, analizar, desglosar, por supuesto criticar con razones y argumentos legales si los encuentran, la posición rusa en el momento calamitoso que vive la humanidad sin excepción.
Comencé a aficionarme a los artículos de opinión política desde 1955, tenía apenas 14 años y a la biblioteca del Liceo Militar "Jáuregui" en La Grita, Estado Táchira, llegaban los periódicos: "La Religión" que fue decano de los modernos diarios editados en Caracas, e igualmente "El Universal", en ambos rotativos me agradaba leer los artículos. Al salir de ese instituto y continuar formación académica en Caracas ingresando al mercado laboral, compraba diariamente "El Nacional" y al advenir la democracia el vespertino "El Mundo", en política leía lo de mi agrado y lo que no, a tantos años de distancia recomiendo hacerlo SIN COMPLEJO.