No hay comparación entre socialismo siglo XXI y las manipulaciones que el salvajismo financiero nos impulsa, arma económica a la orden del enemigo de los pueblos, el capitalismo financiero sutil. Adulando a los atacantes foráneos hablan de dictadura en Venezuela con audacia comunicacional y de comportamiento, disfraz demócrata representativo que ya no convence, actitud a la cual le aplico la frase "te conozco mascarita", dedicada a los ejecutantes testarudos actuales, cómplices comprobados asociados con asesinos y farsantes.
La vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, advirtió que por argucias de EE UU hay persecución bancaria contra Venezuela, plan macabro que refuerza las acciones hostiles indirectas en perjuicio de la población, dedicadas a adversar el ejecutivo nacional para entorpecer manifestaciones multitudinarias que ha realizado la clase obrera del país, en respaldo a reivindicaciones laborales aprobadas por el Presidente Maduro Moros. La nueva villanía opositora consiste en cerrar corresponsalías internacionales de algunos bancos venezolanos, con el objetivo de evitar que la agroindustria compre materia prima en el exterior.
Buscan encarecer los alimentos como vía para agredir a la población, y adelantarse al objetivo correcto que ya encontró el gobierno bolivariano, recibiendo además carta de apoyo y propuestas de los trabajadores, él Presidente lleva la verdad ejecutiva en su gira exterior, entrevistado en cadenas globales de información que se esparcen por el mundo entero. Derrotamos la manipulación noticiosa de medios dirigidos por capitalistas, hay siembra global venezolana de realidades revolucionarias imparables e indestructibles.
Día tras día superamos apagones, e intentos de saboteo a instalaciones petroleras, ataques a cuerpos policiales o las contrataciones que factores de oposición enloquecidos, hacen con bandas criminales colombo venezolanas, maldad destinada a entorpecer nuestra vida diaria, mercenarios extranjeros y delincuentes criollos a los que respondemos con preparación de seguridad policial, militar y civil comunal, amor venezolano e inteligencia en la defensa de lo nuestro en cualquier rincón del territorio amado.
Atrás quedaron arreglos entre funcionarios como los de aquella nefasta Dirección General de Policía DIGEPOL, que reprimía como hoy el ESMAD colombiano, detenían, torturaban y mataban opositores. En Caracas tripulantes de una patrulla de la DIGEPOL vieron al periodista Celso Pacheco en la Avda. "Roosevelt", en venganza porque denunciaba irregularidades policiales, lo atropellaron, pero no pudieron montarlo en la unidad, debido a que el comunicador pidió auxilio a los viandantes, Celso sufrió fractura de sus dos piernas y se salvó tras varios meses hospitalizado. Eran mensajes adecopeyanos amenazantes en la democracia representativa bipartidista, lo que no ocurre hoy, en la Venezuela socialista, bolivariana, anti imperialista y soberana.