Crítica ácida

Conflictivitis bélica siglo XXI terquedad sin mirar atrás

Domingo, 03/07/2022 07:27 AM

Quienes no quitan los ojos de sus mediocres intereses o son incapaces de darle vistazos a las desgracias más emblemáticas de la humanidad, garrafales errores y tristes consecuencias, paranoicos que una y otra vez no paran sus desatinos proponiendo lo que les parezca según la ocasión, contradiciéndose cuando y donde sea, no importa si olvidan lo que afirmaban tiempo atrás, actúan recibiendo órdenes para imponer criterios globales capitalistas, poco les importa el luto que causa su tormentoso comportamiento.

Lo vemos en figuras mundiales que no por ignaras, es decir no por desinformadas sino a pesar de estar muy conscientes de los garrafales errores cometidos, dedican su conducta a políticas ambiciosas y autoritarias, terminando repudiados por la humanidad, confían en el engaño comunicacional y posiblemente dirán que quien venga atrás que arree, prescindiendo de toda prudencia ante los desaguisados o desastres suscitados. En este ambiente sobrecargado en cuanto al ánimo universal por calamidades naturales, no les preocupan las sugerencias de paz, ya que a su accionar solo le importan propósitos inmediatos sin guardar moral o justicia social.

Los aquejados de conflictivitis 2022 se me asemejan en el sentido de lo que está a la vista, a la conjuntivitis o inflamación infecciosa de la membrana transparente entre el párpado y el globo ocular, la cual se caracteriza por producir enrojecimiento de los ojos, en este caso análogo a la sangre de seres humanos; la sensación arenosa la traducen las tolvaneras levantadas por los bombardeos y la picazón al interior de los ojos viene a ser la conciencia entumecida, disimulada con blablantismo extenuante.

El médico recomienda lágrimas artificiales, pero en la realidad que plasmamos viene siendo ocultar las desgracias justificando la provisión de armas por razones económicas; limpiar los párpados con un paño húmedo aplicando compresas frías o tibias varias veces al día, en la realidad que describo no da tiempo a las víctimas fatales y heridos en desgracia, por vivir en los lugares de los acontecimientos haciendo padecer de manera indiferente a los habitantes de naciones euroasiáticas.

Las huecas sutilezas con las cuales los engañan para que provoquen muerte y dolor permanente, forman parte bíblica de la lucha entre el maligno y el Cristo redentor como quiera que usted lo conciba, tal circunstancia viene a señalarnos irresponsables ante la situación de calamidad natural, pandemia y post pandemia no les mortifica el tormento y por lo tanto no procuran arrepentimiento espiritual, sino compromisos con la ambición pasajera por encima de las tumbas, en el peor sentido de la conducta envilecida para mantener posiciones internacionales de figuración, luciéndolas y exponiéndolas en los barrancos de sus numerosas cumbres capitalistas salvajes.

Reitero la analogía con Venezuela y la advertencia a los movimientos populares en Ecuador, acá los de la Conferencia Episcopal le dieron la espalda al pueblo pobre, allá a las y los indígenas, el pretencioso Guillermo Lasso aparente hábil negociador en medio de arrogancias clasistas ha pactado con la Confederación de indígenas, cediendo en parte y le aceptaron a la Conferencia Episcopal como "mediadora" uso las comillas recordando la historia y las profecías de Simón Bolívar cuando dijo "Colombia es una universidad, Venezuela un cuartel y Ecuador un monasterio".

En riesgo la batalla popular ecuatoriana siglo XXI, a Bolívar, Sucre, Flores y otros venezolanos los invisibilizan de la historia, mientras justifican matanzas actuales a los débiles llamándolos vándalos, el salvajismo Gmercantilista urde tácticas y desfachatadamente anuncia medidas represivas, así los han pisoteado y lo supo advertir hace poco tiempo el recordado Hugo Chávez de quien repetimos simplemente su por ahora. Nada les va a pasar y todo lo van a superar si no se dejan engañar.

 

 

 

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