Reflexiones Ingenuas: "De las barbarie capitalista y las nuevas trampas de la dominación"

Miércoles, 20/07/2022 03:22 AM

"La libertad es siempre la libertad de

aquellos que piensan de otra manera"

Rosa Luxemburgo

El capitalismo entró definitivamente en la etapa más aguda de su auto destrucción. Esta situación más que una profecía constituye, una necesidad histórica consecuencia del nivel de esquizofrenia al que han llegado los centros de poder.

El enfrentamiento actual entre la mal llamada cultura occidental contra la sociedad rusa, china y coreana, sino también contra aquellos países que osan independizarse del yugo hegemónico integrado por los E.U., Canadá, la U.E. y sus vasallos así nos lo demuestra.

Las invasiones a Afganistán, Irak, Irán, Etiopía, Angola. Panamá, Cuba, Santo Domingo y muchas más son la evidencia fehaciente de la brutalidad bélica de los E.U y su corte satánica léase Inglaterra, Francia, Alemania y otros secuaces que no escatiman recursos para hacerse de las riquezas de los países menos desarrollados. Esta es una política admitida y que los E.U. orgullosamente reconocen ante el mundo entero.

Las dos guerras mundiales que destruyeron países enteros, ocasionaron la muerte a millones de personas, devastaron miles de hectáreas de tierras, contaminaron e hicieron desaparecer ríos, lagos, mares. Hoy todavía la población japonesa sufre las consecuencias de las bombas atómicas que hicieron estallar en la Segunda Guerra Mundial.

Hoy día Venezuela constituye una presa en acecho dada la riqueza natural en petróleo, gas, agua, oro, coltán y otros recursos por el imperio deseados al igual que lo constituye Cuba, Bolivia, Perú y otros con mayores o menores recursos que nuestro país.

La guerra que viene librando Rusia contra el gobierno nazista de Ucrania ha puesto al descubierto grandes laboratorios en los cuales se procesa y produce insumos para librar una guerra bacteriológica, incluso, se pone en la mesa la posibilidad de que Ucrania está creando una nueva cepa del Covid19 amén de otros virus igual de mortíferos.

La denuncia que vienen haciendo diversos científicos en relación a la tesis que el Covid19 fue una creación de laboratorio parece confirmarse y esto viene asociada con la política de extinción de gran parte de la población a nivel nacional para consolidar el poderío supremacista de los E.U. y Europa, en detrimento de sus propios habitantes y del mundo entero acusando a China de ser la creadora y propagadora del virus.

Y lo peor de todo, ya está en marcha el plan para invadir planetas cercanos a fin de crear colonias para poblarlos, tal como lo evidencia las grandes inversiones aportadas por empresas de capital privado propiedad de grandes capitalistas para la realización del mismo.

Pero hay más.

Hay en marcha un proceso, una campaña que busca destruir el núcleo de la familia contemporánea tal como lo evidencia el soterrado y venenoso argumento de reconocer la igualdad de género argumentando que con ello se respeta las minorías y excluidos. Esta campaña, creada por los empresarios capitalistas para promover nuevas modas, costumbres, vestuarios tiene como objeto, no sólo para aumentar la producción y el consumo masivo de ropas, objetos de belleza, calzados, sino para también envenenar la mentalidad de padres, niños, allegados a los núcleos familiares que caen en dichas argucias.

Lo peor de todo es que quienes se presentan como abanderados en dichas galimatías son aquellos que se presentan como izquierdistas de nuevo cuño, abanderados de las luchas de los excluidos, defensores de los pobres y desamparados sin darse cuenta que están cayendo en la trampa de la burguesía, no sólo desde el punto de vista economicista, sino también en el debilitamiento de la conciencia revolucionaria.

Se puede ser revolucionario siendo gay, lesbiana, transgénero. La revolución socialista no discrimina sexo, tendencias, oficios; lo que necesita son hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas, trabajadores, oficinistas, madres, padres, empleados con una clara conciencia revolucionaria, un claro concepto de lo que es una verdadera revolución, un espíritu aguerrido y un gran deseo de transformar la sociedad capitalista y construir el socialismo en todos los rincones de nuestro planeta.

Estas nuevas formas de mixtificar la conciencia revolucionaria debe ser combatida desmantelando las trampas ideológicas que intentan desviar el papel histórico de la clase obrera y desmitificar los intentos burgueses de confundir el contenido revolucionario de la misma.

Reivindicamos la consigna de la revolucionaria Rosa Luxemburgo tomada de Federico Engels en su lucha contra el reformismo alemán "Socialismo o barbarie"

Para luego es tarde.

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