‘Dura lex, sed lex’ es un principio general del derecho, proveniente del derecho romano, que puede traducirse como «la ley es dura, pero es ley». Hace alusión a que la aplicación de las leyes es obligatoria y que debe producirse contra todas las personas.
Fin de la cita.
El inmenso deterioro, y los retardos procesales en esta fiscalía es el reflejo de la degradación profunda de la justicia, y de la clase política corrupta que medra en ese recinto.
Para que la corrupción se pueda desarrollar en Anzoátegui sin mayores problemas desde las más altas esferas del Estado, y la política, los órganos de investigación judicial del Estado deben estar atrapados por las mismas mafias delictivas que permiten los delitos. Y esta sea devorada por la corrupción, la misma que devora la aplicación de la justicia.
El proceso de deterioro se ha dado, a gran escala, en esta Fiscalía donde, la corrupción ha ido adquiriendo un gran poder en el Sur de Anzoátegui.
El empoderamiento de la Fiscalía General de la República debe ser la principal apuesta para combatir la delincuencia organizada, Y no que se convierta en el mejor instrumento, al servicio de la delincuencia de toda calaña.
El empoderamiento de la fiscalía debe ser el principal soporte para combatir la delincuencia organizada. ¿O, no? como se demostró en la resolución del homicidio de Carlos Lanz.
Sin embargo este poder de la fiscalía cuarta de El Tigre se ha convertido, precisamente, en el mejor instrumento de la gran delincuencia organizada, y de las mafias políticas, que por ahí merodean.
La fiscalía cuarta se desvió de sus funciones y, por esto, se corrompió.
Por ahora, con este inmenso deterioro de la fiscalía cuarta, que es el mas grande reflejo de la degradación profunda de la aplicación de justicia en el país, inmersa en corrupción, en notarias, y registros públicos, hasta una funcionaria de una notaria de esa ciudad, señalada en ese expediente, es juez en el circuito judicial de El Tigre, la venta de propiedades, y el robo a través de la falsificación de firmas, y documentos masivos de los bienes públicos, y privados son notorios, el poder de esa fiscalía está dirigido contra el que denuncia estos delitos, buscando cómo encontrar pruebas para enjuiciarme a mí.
Llevan ya tres años en ese esfuerzo, y no imputan a los señalados en ese expediente de haber cometido el delito, aunque tienen las pruebas y las suficientes evidencias en las manos.
He señalado una terna interminable de pruebas públicas a la fiscalía cuarta del expediente:
MP-34124-2021
www.aporrea.org/actualidad/a313672.html
www.aporrea.org/actualidad/a307536.html
www.aporrea.org/ddhh/a298333.html que duermen el sueño de los justos en ese expediente, con el mayor de los palmareses posibles en la lucha contra la corrupción judicial. Y Sigue el peloteo, y no hay imputaciones, aunque en el expediente: se señala claramente, que el burro de la corrupción es negro, por que tiene los pelos ‘negros’ insertos en el expediente.
Han desatado una ofensiva de retardo procesal en ese expediente, hasta desapareciendo pruebas realizadas por el CICPC, soñando con amedrentar a quien escribe estos artículos. ¡Que busquen y busquen!
Pero si sobrevivo, y si el pueblo de El Tigre no quiere mas, esta asociación para delinquir en que quieren convertir la fiscalía cuarta para encubrir este delito, y otros que reposan ahí, contra el patrimonio privado, todo cambiará. Si el Fiscal General de la República Tarek William Saab, se compromete a presentar un candidato a esa fiscalía con el mayor de los palmareses posibles de lucha contra la corrupción: Seria un fiscal anticorrupción. Una persona que, de verdad, encare la tarea de perseguir el delito, el gran crimen, y la corrupción en esa entidad federal llamada Anzoátegui.
La fiscalía cuarta debe dejar de ser un instrumento del delito, y con sus funcionarios honestos pasar al servicio de la seguridad de la ciudadanía, de sus bienes, de su patrimonio común, y del erario publico.