"Con la verdad ni ofendo ni temo" nos repitió el Comandante Chávez en innumerables ocasiones.
Alguien puede creer, con honestidad, que lo que ha pasado con el pago incompleto del "bono vacacional" de los docentes adscritos al Ministerio de Educación es que "existen algunos funcionarios que pretenden distorsionar y vulnerar los preceptos constitucionales".
Al menos esa es parte de la explicación que recogemos de la petición escrita con fecha 25/7/2022 que los sindicatos de docentes, trabajadores y administrativos, consignaron al Ministerio del Trabajo, con copia a la Inspectoría Nacional de Trabajo del sector público, en la que exigen "el pago inmediato de todos los beneficios de los trabajadores y las trabajadoras docentes, administrativos y obreros del Ministerio del Poder Popular para la Educación, con el último salario vigente al mes de junio del presente año, como establece nuestra Convención Colectiva y la normativa laboral".
Faltó poco para que la comunicación dijera que por culpa de la ONAPRE a los docentes se le vulneran sus derechos laborales, con el pago incompleto del bono vacacional.
Habrá que exigirle a los representantes sindicales de la educación que asuman con más seriedad y mayor compromiso la situación que viven sus agremiados como consecuencia de medidas que desde el 2018 los afectan como trabajadores.
Ya antes hemos dicho, y lo reiteramos nuevamente, que la situación que está afectando a los trabajadores públicos del país trasciende las responsabilidades que tenga un ente administrativo como la ONAPRE. Se están tomando decisiones que afectan a los trabajadores y muchos se empeñan en señalar a entes administrativos que apenas cumplen lineamientos.
Ni siquiera la Ministra de Educación es responsable directa de lo que ha pasado con el pago irregular del bono vacacional de los docentes, lo que no quiere decir que ella no esté en conocimiento pleno de lo que ocurre y de que haya decidido apoyar este atropello a los trabajadores de la educación. De lo contrario tendría que haber renunciado al cargo que ejerce desde hace un año.
La política salarial que se ha venido llevando a cabo depende del alto gobierno y es un asunto que trasciende los despachos ministeriales quienes apenas se convierten en entes ejecutores de lo que se decide en el "alto gobierno". Esto siempre así y hoy no es distinto.
Por eso llama la atención como tanta gente insiste en las redes sociales, e incluso en las movilizaciones de calle de los trabajadores de estos días, en inculpar a la ONAPRE, a la Ministra y hasta a un tal "instructivo" se le señala como causante de las afectaciones a los salarios de los trabajadores.
En el contexto de la polarización política que vivimos, para algunos, plantear cualquier reclamo que suponga cuestionar la política del gobierno del Presidente Nicolás Maduro ubica a quien lo haga en la acera de la antipatria, de la contrarrevolución y del antichavismo; habrá que decirle a ellos y a otros tantos que más equivocados no podrían estar.
Si algo caracterizó al Comandante Chávez fue la crítica y la autocritica, así como su invitación a que nos hiciéramos "radicales" (yendo siempre a la raíz de los asuntos).
Así como criticamos con firmeza y con dureza el robo de nuestro oro por la Corona inglesa, estamos obligados a cuestionar, también con dureza y firmeza, lo que está ocurriendo con los sueldo y salarios de los trabajadores de nuestro país, entre los cuales nos incluimos, por cierto.
Es importante dejar claro que no planteamos una confrontación con el "régimen dictatorial de Maduro", ni una lucha con el fin de derrocar al gobierno actual o algo que se le parezca. Planteamos que, ante lo que está ocurriendo, es imperativo que ocurra la organización los trabajadores y trabajadores en demanda del cumplimiento de sus conquistas salariales y derechos laborales seriamente afectados en estos días.