La conjura de los necios

Lunes, 01/08/2022 12:34 AM

Voy a identificar este escrito con el título de una excelente obra de John Kennedy Toole publicada en 1980. Ciertamente, el artículo no tiene nada que ver con el libro, ni tampoco con la gesta del inadaptado Ignatius Relly protagonista de la novela, de esta solo utilizaré el epígrafe por considerar que se corresponde con la actual situación que vive el planeta.

Una conjura es una conspiración, compromiso o acuerdo secreto entre varias personas o instituciones cuya finalidad es deponer lo establecido o de actuar contra alguien. Son muchos los ejemplos que dan fe de tales hechos. Uno de estos es la conjura contra el emperador romano César en la que estuvieron comprometidos Marco Brutus, Cayo Casio, Lucio Tilio, ente los conspiradores. Otro ejemplo fue la conjura contra Hitler que culminó en un fallido atentado en el año 1944. En esta acción estuvo implicado el oficial alemán Claus von Sttaufenberg y otros militares de alto rango. No cabe duda, en el primer ejemplo señalado el objetivo de la conjura era asesinar al emperador, el cual se logró en Roma y en el segundo, era ultimar al gobernante nazi para finalizar la Segunda Guerra Mundial, lamentablemente la tentativa fracasó.

Actualmente los habitantes del planeta Tierra somos espectadores de una conjura contra el presidente de la Federación de Rusia Vladímir Putin. Una conspiración orquestada por el gobierno de EEUU, la OTAN y la UE, bajo la excusa de la defensa de Ucrania, país cuyo gobierno tiene ocho años azotando, violando descaradamente el acuerdo de Misnk, las ciudades de Donbas, como Donetsk, Lugansk y Mariúpol las cuales se declararon independientes.

Lo que se debe resaltar es que el gobierno de EEUU, que mantiene una base militar en Siria sin permiso del gobierno de Basar al-Ásad, presidente de dicho territorio, con el agravante que, basado en su poder militar se está robando el petróleo perteneciente a esta nación árabe, acusa al presidente Putin de invadir a Ucrania. Además, si a esto se le agrega las 1000 bases militares que tiene el Tío Sam en el planeta y además, otros países de la OTAN como Francia y el Reino Unido que posee otros 200 centros militares que forman parte de una red global de control militar, se podrá tener presente cuáles países e instituciones tiene vocación intervencionista, con aspiración de controlar todo el planeta. Siempre es bueno recordar aquel pasado próximo, cuando países como España, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Francia, Portugal e Italia (los viejos imperios) se reunieron en Berlín (1884-1885) para repartirse África, para conformar las llamadas Colonias de Ultramar. Un eufemismo para disimular el verdadero objetivo de su presencia en el continente negro, como era el robo de su materia prima. No cabe duda, aquella vocación imperial se les ha despertado nuevamente y con el apoyo de la OTAN y EEUU esperan derrotar a Rusia, sin pensar en los problemas de la humanidad.

Por lo general la planificación de cualquier proyecto ofensivo tiene una sola cara, la de la persona, o la institución o los grupos que buscan un objetivo. En nuestro caso en cuestión, EEUU, la UE y el presidente de Ucrania se unieron en una conjura para debilitar al presidente Putin, en el afán del gobernante eslavo de defender los habitantes de Donbas. Para esto aquellos concibieron un pacto como es la aplicación de sanciones al gobierno de Rusia, entre las que se debe destacar la prohibición de la compra de gas y la importación de petróleo proveniente de las empresas del crudo ruso por parte los países de la UE. Es aquí donde intervienen los necios, quienes no concibieron la otra cara. A los políticos de EEUU y de la UE, se los tragó la globalización cuya base es el intercambio comercial. Es el caso de dos productos de tanta importancia que mueven la economía europea y determina la calidad de vida de los habitantes del mundo occidental. Existe un país (Rusia) que exporta dos productos imprescindibles (gas y petróleo) y existen otros que los importa, que los necesitan (UE). El primero gana dinero con la venta y el segundo, con dichos combustibles resuelve los problemas básicos, como es la economía que depende del gas y el petróleo, además les asegura calidad de vida a los habitantes de Europa. Parece que los necios, quienes organizaron la conjura, no se dieron cuenta que tales sanciones no solo afectarían a Rusia, sino también a EEUU y a la UE. Podemos destacar las auto sanciones como: la inflación mundial, crisis alimentaria por falta de fertilizantes fabricados con gas, el aumento del combustible que encarece el trasporte de alimentos, reducción de las exportaciones de la materia prima, descenso del crecimiento de EEUU y de los países de la UE, crisis financiera que genera aumento de los interese bancarios, endeudamiento de Ucrania debido a la compra de armas, incremento de los precios del crudo y otros combustibles, generación de una crisis energética mundial, entre tantos contratiempos, secuela de la conjura de los necios. "Expertos" que no vislumbraron la otra cara, los nubarrones de las sanciones de un mundo globalizado y tampoco, la existencia de otros países que necesitan crudo y gas dispuestos a comprar los combustibles rusos.

Lamentablemente el mundo está dirigido por ciertos necios, políticos que tienen en sus manos la decisión de hacer la guerra o concertar la paz. Penosamente, estos mentecatos continúan utilizando los mismos medios violentos de los siglos pasados para amenazar a los demás países, para así doblegarlos en función de sus intereses. Bien refirió el poeta y articulista español Toni García Arias: "La necedad es la falta de inteligencia, el egocentrismo y la terquedad. Irónicamente la falta de inteligencia lleva al necio a pensar que es más listo que los demás. Por ello se rodea, de una serie de palabras técnicas con las que envolver un discurso vacío". La ignorancia de los necios hoy está asolando el planeta, lee que algo queda.

ENOC SÁNCHEZ

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