"No hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos"
(dicho popular).
En Venezuela ya comenzó la carrera contra el tiempo. Las elecciones son ya, falta poco para el año 2024. Y esa situación es válido para todos los sectores políticos, pero sobre todo para el gobierno bolivariano, que debe entender que no es el momento para restar votos, por muy pocos que sean. No olvidar nunca que lo aritmético puede convertirse en exponencial.
Pero lo cierto de todo, lo que está indicando la realidad, es que lo que estaba prácticamente vedado para la oposición negativa, golpista, la oposición de las guarimbas e hipotecada a lo que diga el gobierno de Estados Unidos, esto es, lograr movilizar a trabajadoras y trabajadores de la administración pública, ahora resulta que lo está logrando un instructivo (llamado con más precisión mamotreto) que elaboró la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), donde se establecen las tablas salariales después de los aumentos presidenciales del 15 de marzo de este año.
Como respuesta a ese instructivo, al retraso del pago del bono vacacional o recreacional y con toda la razones que les asisten, trabajadores del sector educativo y salud, jubilados y pensionados, han venido realizando protestas en el Distrito Capital, Aragua, Miranda, Táchira, Carabobo, Lara, Portuguesa, Mérida, Apure, Barinas, Sucre, Nueva Esparta y Monagas.
Se ha comentado por algunos de los dirigentes de las federaciones de los trabajadores universitarios y de docentes de primaria, secundaria y del sector salud, que el retraso en el pago del bono está asociado con un problema de insuficiencia presupuestaria, situación ésta que no habla muy bien de la planificación económica del gobierno al no contemplarse este compromiso y su incremento en el momento en que el Presidente de la República, Nicolás Maduro, decretó el aumento de los salarios, generando entonces motivos o causas para las protestas en función de la defensa de los derechos laborales, que son inalienables, más en un gobierno que levanta banderas obreristas.
Quienes han salido a defender este retraso en el pago del respectivo bono lo han hecho anunciando que el mismo se pagara por parte, incluso se ha dicho que su mayor parte será abonada en el primer semestre del año 2033.
Ante la realidad de las protestas, dirigentes del chavismo, parlamentarios y líderes laborales, demeritando a los manifestantes y afirmando, con mucha alegría, pero con mucha torpeza política, que en las mismas no ha participado mucha gente, que "son reducidas".
Otros, intentando que "los arboles no dejen ver el bosque" y "descubriendo el agua tibia" han dicho que detrás de esas protestas se encuentran sectores de la oposición pretendiendo conspirar.
Todo ello obviando que ya en esas protestas se está hablando directamente contra el presidente Nicolás Maduro y con insistencia se dice que eso es parte de una estrategia del Gobierno de desregulación y flexibilización salarial dirigida a reducir el valor de la fuerza de trabajo usando mecanismos administrativos que no tienen rango legal ni constitucional.
Lamentablemente el conflicto está presente y afecta por igual la economía familiar de trabajadores chavistas, de oposición o "neutrales", así como también la credibilidad y eficiencia de la administración pública. Debe entender que el salario es sagrado y si éste se violenta o no se paga en los tiempos establecidos, los trabajadores están obligados (o los obligan, como en el presente caso) a salir en defensa de sus derechos conculcados, y eso más allá de sus simpatías políticas.
En conclusión.
1. Recordar las palabras del comandante Supremo, Hugo Chávez, dichas el 08/12/2012:"No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria".
2. Cuidado con una escalada de conflictos laborales. Ya se están convocando nuevas protestas y manifestaciones.
3. Recordar el proverbio chino: "Una sola chispa puede
incendiar la pradera".
4. O como dijo el mismo presidente Nicolás Maduro, en marzo de 2014: "candelita que se prenda, candelita que se apaga".
5. "Deja quieto a lo que está quieto".
6. No sé si la calle se está calentando. No sé si son pocos los que están participando en las protestas. No sé si se le entregó a la oposición en bandeja de plata la excusa para salir hipócritamente a defender los derechos de los trabajadores, pero lo que si sé es que la calle ya no está fría.
Las anteriores reflexiones no la hace un trasnochado, alguien demodé o que le esté haciendo el juego al imperialismo en su criminal bloqueo contra nuestra patria; sino un simple mortal preocupado porque el camino escogido puede ser decisivo y fatal para los resultados de las próximas elecciones presidenciales..