En tres palabras

Murió Hugo Moller ¿Valió la pena? Siempre te recordaremos

Martes, 16/08/2022 02:43 PM

"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" Mateo 5.3

DEDICATORIA:

A Hugo Antonio Moller, 22 años después de su partida física. Aún sigue vivo entre nosotr@s. Ser de luz. Querido. Amado. Recordado. A la distancia te rendimos homenaje y te honramos. Pedimos tu bendición.

"Mientras el cuerpo aguanta, la voluntad no falla"

Decía mi padre cuando llegaba cansado del trabajo y debía poner sus piernas laceradas por las varices de tanto estar todo el día de pie. Firme. Como su moral y honestidad. Como su corazón inmenso. Como su lealtad hacia nuestra madre. Hasta el último día. Hombre humilde. De pueblo. Honrado. Pulcro. Sincero. Amoroso. Servicial. Querido.

Él pidió que viniera al Táchira a ayudar a Ronald La Cruz y al Presidente Chávez. Y aquí sigo padre aunque, a veces, me pregunto: ¿Valió la pena?

SER POBRE Y VIVIR EN LA POBREZA NO ES COSA FÁCIL

Nacer, vivir y morir en medio de la pobreza material no es cosa fácil. Tiene sus complicaciones. Sobre todo si tenemos una familia grande. Y los ingresos no alcanzan para mantenerla. Especialmente, sí se tiene un alto sentido de responsabilidad. No es nada fácil. Lo sabemos quienes lo hemos experimentado. Lo saben algunos de mis hermanos que lo han padecido. Lo sabe el pueblo humilde que lo vive cotidianamente. Aunque algun@s hayamos salido de la pobreza material seguimos identificados con la "clase social" o el sector de dónde venimos. Algunos somos millonarios. Pero, en conocimientos, amistades y relaciones. Seguimos siendo pobres espiritualmente aunque vivamos en mansiones.

Nuestro padre fue pobre materialmente aunque rico en espíritu. En bondad. En desapego. En sencillez. En humildad. Rico en amor.

NO ES FÁCIL VIVIR SABROSO Y DECIR: ¡AGUA E´LLUVIA!

Quienes viven del trabajo - como obreros o como empleados - les resulta difícil, complicado y cuesta arriba, "vivir sabroso"… "vivir chévere". Incluso: Vivir con dignidad y decoro. Por supuesto: Difícil, más no imposible. Es cuestión también de actitud. Hay quienes a pesar de los pesares viven con alegría y dan gracias, como debe ser, por el aire que respiramos. Muchos son los ejemplos. Aunque bien excepcionales.

Hoy, al menos en Venezuela, los trabajadores y empleados son, por lo general, invariablemente explotados. Tanto los que tienen un "patrón" privado (empresarios) como los que tienen un "jefe" público (gobernantes). Muy poc@s se salvan de la explotación. Ni la naturaleza. A ella también la hemos explotado sin contemplación. Es difícil encontrar a quien no hayan explotado. Nuestro padre no fue la excepción. Mi padre

fue un explotado del Sistema Capitalista y de los dueños de las empresas donde trabajó durante años: RJ Villamil y Tortolero. Mientras los dueños vivían a sus anchas. Los trabajadores, como mi padre, apenas le alcanzaba para sobrevivir. El capital exigiendo la mayor parte de la torta. La fuerza de trabajo que genera riqueza conformándose con algunas migajas.

El plusvalor que generan los trabajadores a través de su fuerza de trabajo, por lo general, queda en manos de los dueños del capital y de los medios de producción. Sean del Estado o de la empresa privada. Unos explotan pensando en la rentabilidad económica y otros, aunque hablan de rentabilidad social aplican al trabajador la rentabilidad política. Mientras unos lo hacen por acumular dinero otros lo hacen por acumular poder.

Aunque no me considero marxista comparto la reflexión y el aporte que hizo el filósofo alemán Carlos Marx. Por eso, lo admiro. Últimamente, por cierto, he comenzado a leer y admirar la obra de Flora Tristán, de quien se dice que es una de las hijas de nuestro Libertador Simón Bolívar. Ella fue una de las primeras lideres femeninas a favor del socialismo. Todo parece indicar, por si fuera poco, que fue quien llamó a los trabajadores, antes de Marx y Engels, a unirse y fue quien nos legó el famoso lema que aparece al final del "Manifiesto Comunista": ¡Proletarios del mundo uníos! PUNTO DE VISTA — FLORA TRISTÁN: PROLETARIOS DEL MUNDO UNIOS

UN RECUERDO QUE VIENE A MI MEMORIA HOY DÍA Permítanme hacer pública esta anécdota personal y familiar:

Tenía apenas 19 años cuando escuché, por primera vez, a Jorge Rodríguez padre - a comienzos de la década de los años 70 - Fue un memorable e inolvidable discurso, que dio en el auditorio de la Facultad de Ingeniería de LUZ. Para entonces Jorge era el Secretario General de la Liga Socialista. En su encendido discurso describía la explotación del hombre

por el hombre. Así pude comprender y ver reflejado, inmediatamente, en su clara descripción a mi amado padre, Hugo Antonio Moller.

"A mi padre lo están explotando". Me dije para mis adentros. Mientras escuchaba embobado las palabras sabias, profundas y emocionadas de una persona que veía por primera vez: Jorge Rodríguez padre.

Tuve en ese preciso instante, de ipsofacto, una especie de iluminación que me permitió comprender que mi padre era un trabajador explotado por los propietarios de la empresa donde trabajaba y así, fue como pude dar una explicación a las razones por las cuales nuestra familia padecía de limitaciones económicas y pasaba por tantas necesidades. Me dije: Con razón mi padre no tiene como pagar una casa. No tiene para pagarme el Colegio privado. No tiene para salir de vacaciones (creo que nunca conoció otro país) No tiene para comprarme una bicicleta. No tiene…

JORGE Y MI PADRE ME INSPIRARON A SER SOCIALISTA

En un microsegundo tomé consciencia de que el sistema explotador capitalista era el culpable de nuestra desgracia familiar y por tanto había que cambiarlo. Me impactó tanto el discurso de Jorge Rodríguez, que no creo exagerar si confieso públicamente que, en ese momento, me asumí como socialista. Al menos, creí develar el misterio de nuestra pobreza material. Y entendí que había una salida: transformar el sistema capitalista y construir un sistema más justo y equitativo ¡el socialismo! Comprendí o acaso me hizo comprender, Jorge Rodríguez, que el Capitalismo es la causa de muchas de nuestras desgracias. Porque a los trabajadores se les explota inmisericordemente. Cosa curiosa: no se hablaba entonces de que el presidente tal o cual era el culpable, aunque lo fuera. No. El responsable según entendí, en esa oportunidad, de que nos mudáramos tanto de un lugar a otro y pasar amos muchas veces hambre y algunas necesidades elementales. Como era el caso de nuestra familia. Era y sigue siendo el sistema capitalista. Entonces comprendí que por ello

mi padre no podía ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades. Era un explotado. Fue por eso que nunca pudo conseguir tener una vivienda propia. Muchos de nosotros tuvimos que irnos a vivir a otros lugares. Yo, por ejemplo, termine en casa de mi abuela paterna Rita Elena (Mamaita) y luego tuve otras madres putativas (Margarita, Berta, Nancy) Seguramente por eso, él no podía pagar el Colegio "Francisco de Miranda" y yo no le comprendía. Una vez, recuerdo, cuando me llamaron a Dirección para sacarme de clases porque no había pagado la mensualidad, tuve que "negociar" con el Bachiller Atilano González de darle clases a los internos y a parte de su familia para poder continuar en el Colegio y luego en el Liceo. Fue así como pude graduarme de Bachiller en "Francisco de Miranda". Mi padre no tenía manera de pagarlo. Para entrar a LUZ, debí contar con la ayuda de mi apreciado y respetado profesor Roberto Luego y con el apoyo del profesor Luis Omar Sulbarán quien me ayudó a ser Preparador de Calculo I . Me dieron la oportunidad de ser profesor en el Liceo donde me gradué. Fue así como pude resolver algunos problemas y necesidades. Contando además con la ayuda de mí siempre solidaria tía Ligia. La razón: Mi padre que era un hombre de gran corazón, supongo se le partía el alma de verme insistiendo en que quería estudiar en "Francisco de Miranda" y él, un trabajador explotado, que apenas tenía para los gastos mínimos de la casa (agua, luz, alquiler, comida, transporte, ropa, etc) no tenía forma de ayudarme. Y yo pensando que era que no quería hacerlo. Craso error de quienes, sólo cuando crecemos y nos hacemos adultos y viejos, comprendemos los esfuerzos y sacrificios que debieron hacer nuestros padres. A la distancia le pido disculpas.

PADRE SIGUES EN NUESTRO RECUERDO. HOY TE HONRAMOS

Bueno padre, ya en otras oportunidades he escrito sobre ti. No quiero extenderme más. Sólo quería compartir con el silencio y l@s "amig@s invisibles" este secreto íntimo: Gracias por todo lo que nos brindaste. Gracias por ayudarme a tomar consciencia de mi papel en esta vida.

VER: ¡Te amo padre! (20/06/2021)

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