No sorprende la actitud falsaria por medios de comunicación que irrespetan a sus lectores, oyentes y televidentes, al no hacerse eco como es debido a las denuncias bien sustentadas que el gobierno socialista bolivariano ha hecho en torno al incendio sabotaje a locales del Seguro Social, donde estaban almacenadas máquinas para diálisis, medicinas y diversos insumos destinados al colectivo. Infelices opositores desviados de conducta, atentan contra la salud del pueblo con ayuda extranjera y sin la más mínima vergüenza ni razones morales.
No son venezolanos ni gente de buena fe sino politiqueros, aquellos que han pedido y continúan solicitando mayores perjuicios contra el gobierno bolivariano, pisotean sus desprestigiadas conductas adversarias revolución, opositores empatados con pandillas de ladrones de bienes nacionales, dentro y fuera de las fronteras patrias, prosternados sin pudor ante quienes sigan dispuestos a mantener inútiles politiqueras contrarrevolucionarias, sin sustento más allá de una ostentosa publicidad en medios de comunicación y redes sociales.
No asimilan que el colectivo popular más allá de los casi cuatro millones de chavistas asistentes a convocatorias de índole partidista formativa este agosto, cuantitativamente ocupan un número significativo de venezolanos con derecho al sufragio. Se niegan a admitir que las y los chavistas están perfectamente enterados y entrenados ideológicamente en defensa a los alcances oficiales constitucionales más acertados que nunca, en la tarea de ayudar a las masas de menores recursos que reciben beneficios de la renta petrolera en condiciones anti venezolanas.
No se les mete en la sesera de sus exageradas y disociadas publicaciones, que el colectivo consciente reconoce a la actual administración como la más atacada de nuestra historia política. Por supuesto hay aumento notable en quienes por actitud personal normal, oyen y ven las respuestas oficiales a cada ataque, sopesando la diferencia entre politiqueros y política, comprendiendo donde está el respeto a la colectividad y dónde hay ausencia de claridad en los planteamientos descolocados por cierta oposición despiadada y nada inteligente
No es desconocido por parte de la colectividad toda, hasta la más despistada, que en las bolsas CLAP y la búsqueda de beneficios oficiales socialistas, las reciben del gobierno bolivariano, aunque no cejan de enviar a cuatro gatos que a la hora de aceptar beneficios lo hacen con chocancia verbal y gestual. Lo viví al acompañar a uno de mis hijos a recibir la bolsa CLAP, observando que a pesar de esas marrullerías, el venezolano solo sonríe con picardía y en líneas generales se abstiene de discusiones con los infames murmuradores.
No, millones de veces no, esta ácida es rotundo rechazo a sabotajes criminales, respuesta nacional que juzga a la prensa impresa, radial y televisiva en campaña desestabilizadora permanente, por dar poco espacio a la respuesta oficial ante los actos terroristas, que evocan las guarimbas, quemas y homicidios por odio, ¿son acaso los medios los principales propaladores de la antidemocracia?, estimo disminuida al máximo la credibilidad comunicacional al crear desconfianza comprobada y naturalmente desacertada.