Cada vez que oigo los reportes del PSUV sobre las cifras de los que están participando en el actual proceso organizativo de los Jefes de Calle, Comunidad, CLAP y UBCH, siento escalofríos. La emoción y seguridad que tienen los voceros del gobierno y del partido, de tener una mayoría aplastante de la población participando, me hacen recordar las elecciones que cada 5 años se sucedían durante la 4ta. República, donde el Puntofijismo obtenía la participación del 90% de la población y la izquierda unida no sacaba más del 10% de toda la votación.
AD y COPEI controlaban todos los poderes del Estado, todas las organizaciones sociales, económicas, culturales, sindicales, gremiales, fuerzas armadas y además tenían el apoyo total del imperio norteamericano y de los europeos. El Puntofijismo no podía "pa pierde con nadie".
40 años gobernaron los puntofijista: hicieron la Reforma Agraria, Industrializaron el país, La Promoción Popular, la estabilidad monetaria, controlaban la inflación, exportábamos petróleo a granel, hierro, bauxita, aluminio, plátanos, cacao; teníamos fábricas de carros, de leche en polvo, de cauchos; grandes zonas industriales, grandes autopistas y enormes represas hidroeléctricas; politizaron a la población, vencieron a los comunistas, las F.A.N. eran entrenadas y equipadas por el imperio más poderoso que ha conocido la humanidad; todo eso no fue suficiente. Cuando el pueblo tomó conciencia y decidió acabar con todo lo que significaba la IV República no lo pensó dos veces y se volcó a darle su respaldo a un militar desconocido que apareció por arte de magia, asumiendo su responsabilidad por una rebelión que había fracasado. Todo esto pasó delante de nuestros ojos como una película de esas a las cuales nos tenían acostumbrado el cine hollywoodense.
22 años lleva la V República en el Poder, no tenemos un control total del país como el Puntofijismo en la IV República, pero cuando uno oye hablar a la máxima dirigencia, pareciera que estuviéramos expresando "no podemos, pa pierde con nadie". Hay algo de prepotencia y de arrogancia cuando dicen que el PSUV es el mayor y mejor organizado partido político del Continente y hablan de millones de personas acudiendo a asambleas para elegir Jefes de Calles, de Comunidades de UBCH y de CLAPS. Pareciera que estamos necesitando una dosis de humildad y más cuando en las últimas elecciones nacionales apenas acudieron a las urnas un 30% de la población.
El hecho de que la oposición política esté tan desprestigiada y merezcan todos sus dirigentes, estar encerrados en calabozos por traición a la patria y por los robos que les han hecho al país, no debe hacernos pensar, que en los próximos comicios los que apoyamos a la Revolución Bolivariana, vamos a obtener una mayoría absoluta. En eso hay que tener cuidado. Los ejemplos de Bolivia con Evo, de Brasil con Dilma, de Argentina con los Kirchner, de Ecuador con Correa deben servirnos de algo. Ninguno de esos gobiernos identificados como progresistas fueron tratados como lo hemos sido nosotros. El Imperio no deja de planificar y actuar un minuto del día a día en su afán de exterminar al bolivarianismo-chavista, el cual para ellos les resulta ser un peligro inusual a su seguridad. No van a ceder ni a descansar hasta ver las cabezas de los chavistas rodar por el piso. No debemos perder la perspectiva que esta guerra por la sobrevivencia es sin cuartel y no podemos darnos el lujo de vencer o morir, necesario es vencer.!!.