Los economistas a nivel mundial arreglan sus portafolios para reunirse en congresos y, analizar el flujo del dólar con su volatilidad en el sector cambiario y, donde las tasas tienen un oscilamiento según La Casa del Tesoro de EE.UU. Entonces, hay un monitoreo necesario de los valores para lograr una decisión fundamental entre los países emergentes. China, refleja una imagen adversa lo que se cree de ella. El ex presidente Donald Trump le habló claro sobre sus negociaciones ilícitas en el mercado internacional, porque, la presión ocasionada es inviable por la brecha que se abre en los mercados internacionales que ejercen una función intermediaria. Hay rebotes económicos a nivel doméstico y Pekín alberga numerosas compañías tecnológicas y de automotores que se encuentran entre un pretexto ideológico y una causa de polarización política y esto, se refleja en las relaciones internacionales hacia América Latina que, busca su retorno al pasado y su reinterpretación.
El pasado ha vuelto y no dejamos de hablar sobre él. Se suceden los libros, artículos y debates sobre la guerra fría, el origen de Ucrania en el siglo X, el imperio ruso de Pedro el Grande, la conquista de Tenochtitlán y la colonización española, el sometimiento y asesinato de los pueblos indígenas, la huella persistente del racismo en Estados Unidos y en los imperios coloniales europeos, la transición democrática en España. La historia está siendo diseccionada y convertida en objeto arrojadizo.
Los historiadores buscan entender la nueva historia y su política exterior, donde se manipulan conceptos ya definidos. La construcción de la paz, las guerras del siglo XX, el poder de los individuos y su protagonismo en la historia. "Lo que los dictadores no quieren es que la gente piense que puede haber alternativas. Y lo que hace la historia es dar alternativas", reflexiona la historiadora canadiense Margaret MacMillan.
Hay documentos claros como definidos, que, no se refutan con mentiras sobre el pasado y, por ello, existe una guerra de memoria que continuará indefinidamente y, los ciudadanos ya no tienen confianza en la historia que se le presenta, aún más después del ensañamiento contra Chávez.
Tenemos una polarización progresiva a nivel político que existe, siendo constante y USA ha empeorado desde 2021 con Biden Joseph en el poder demócrata. Es el contraste de las ideologías al interior de este gigante país, con su pensamiento hacia Latinoamérica y China.
Hay resultados con cautela, ya que hay conflictos y, nos acercamos a una guerra civil global, que no suelen hacerse en países ricos y democráticos, como, a la vez, en sus colonias. La polarización en este momento está en el nivel más alto en décadas, si no se remonta a la guerra civil. Es silenciosas y de tribus políticas.
Actualmente, la violencia política en Estados Unidos representa aproximadamente el 1% de toda la violencia que se genera en el país, pese a que la percepción pueda otorgarle un mayor porcentaje.
Sin embargo, la población encuestada considera que en los próximos años dicho porcentaje podría ir en aumento, siendo los republicanos quienes más lo piensan.
Las acciones realizadas en contra del expresidente Donald Trump, como el cateo realizado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas inglés) a la residencia Mar-A-Lago en Palm Beach, han abonado a la división.
Hay un oscurantismo sobre África y Latinoamérica. Existe un movimiento de mercenarios que recorren corredores bursátiles y que han fallado en sus actuaciones y, el último contra la vicepresidenta de Argentina por parte de un brasilero Se han salvado varios presidentes por la debilidad en los anillos de seguridad desde Chávez hasta Cristina. Son hombres y mujeres de poca capacidad y experiencia en actos terroristas. Pero, todo se mueve bajo un criterio del universo de las finanzas.
El presidente Emmanuel Macron expone sus claves sobre África, es una visión de un campo común que ve con delicadeza la intromisión de Xi en el continente africano, latinoamericano y Tierra Santa junto a Mesopotamia, algunos tienen la visión de un espacio común y, mercenarios rusos ya están llegando a Malí, lo que implica más crisis para el Este Asiático.
Macron, que ha asegurado en numerosas ocasiones durante su mandato que África es su prioridad, se enfrenta a un crecimiento del sentimiento antifrancés en el Sahel, que culminó con la expulsión del embajador en Bamako a finales de enero. La degradación de las relaciones bilaterales ha sido meteórica desde el golpe de Estado de agosto del 2020, en el que fue derrocado el presidente Ibrahim Boubacar Keïta. A dicho golpe le siguió otro nueve meses después, protagonizado por el coronel Assimi Goïta,
En Malí, Europa se juega una pieza fundamental en la lucha contra la insurgencia islamista y el control de las redes de tráfico de personas, y un aliado tradicional en una región, el Sahel, inestable, de fronteras porosas. Pero no solo están en entredicho las relaciones con Francia, sino también la presencia militar, tanto de la Operación Barkhane francesa como de la europea Force Take Takuba.
China, viene ejerciendo acciones profundas para evitar su caída a nivel global, pese a su influencia industrial. Los bancos centrales a nivel mundial están impactados y, a nivel doméstico como internacional busca nuevos episodios para evitar en el futuro confinamientos que permitan el rebote de sus mercados en el marco de las tasas variantes que es negativa para su historia desde la época de Mao Zedong hacía acá.
Hay que tener presente que Vladimir Putin acabo con escaso legado de Mijaíl Gorbachov, quién falleció a los 91 años y EE. UU, ante la guerra de Ucrania se ha recuperado con La OTAN y, en Madrid se siente un alivio, siendo un feliz momento para lograr alianzas con países del Indo- pacifico.
La guerra en Ucrania cambió la percepción de amenaza de Rusia, pero no alteró las prioridades estadounidenses respecto de Pekín y la necesidad de dedicar especial atención a la política interna. Los islamitas en el Oriente ya controlan en muchas regiones de la orbita asiática el poder y hacen presencia fuerte en Venezuela y Argentina, donde acaba de ocurrir un fallido atentado contra la vicepresidenta Cristina, se mueven una diversidad de intereses individualistas que buscan en sus personajes controlar el mercado y los mares y océanos que se allegan al mediterráneo.
Mariano Picón Salas pudo predecir que, "Si las dolencias y fallas de Occidente no encontraría salida en otro mundo de justicia establecido en el Este…Es un momento de confusión y prospecto para una nueva época de los intelectuales y literarios franceses, después de la II Guerra Mundial."-
En otro pensamiento, se atrevió a decir, "mundo de culpa o de inocencia".
¿De qué es culpable Cristina para ese atentado terrorista? Basta ver como quedaron las ciudades europeas después de la II Guerra Mundial. Es la historia diplomática de antaño y el balance de los poderes traducido en dólares o, las fronteras geográfico- dinásticas de las iglesias o ideologías, es el futuro de una aciaga especie, donde hay una zozobra apocalíptica, tanto Maduro y su gabinete y Cristina han lograr sobrevivir de las burbujas financieras que manejadas por hombres iracundos desean la muerte de ambos.
En una obra literaria, cuyo autor es Nicholas Wilcox titulada, La Sangre de Dios, trilogía templaria II, leemos," En la calle solo verás relojerías, joyerías, tiendas de ropa cara y comercios por el estilo. Los bancos, todos dedicados a blanquear dinero. Están en los pisos, tras discretas fachadas. De Roma y Grecia llegarán los arqueólogos y antropólogos para animarse y ver en las pantallas de los monitores la escala de la Iglesia del Vaticano, es la disposición de un ajedrez primitivo, esos grupos manejan la informática con magia y cautivar la memoria primitiva".
Es la fuerza de la simplicidad en breves palabras. Admitamos el reflejo de una relación cotidiana, de modo que Latinoamérica es una tierra de los amantes del dinero. Es un asunto de fuerza, simplicidad y excepcional, se acusan unos con otros.
Así que busquemos la manera de alejarnos de esta servidumbre.