Que los ingresos dependen en gran proporción a la industria petrolera reactivándose según todos los indicadores, tiene frente a sí medidas gubernamentales acusadas de tardías en la forma de rechazar con mayor firmeza las desprestigiadas sanciones coercitivas unilaterales en nuestra contra, unidas a la creciente demanda de trabajadores públicos para mejorar su poder adquisitivo, vulnerado por saboteadores internos criminales, atacando la industria petrolera y el gobierno de turno. El descuido actual ha sido desaparecer beneficios en convenios entre la empresa privada y el sector oficial, que favorecían al funcionariado.
Si pedir que los aguinaldos se paguen en dólares es violar leyes del país, en forma similar son violaciones a la ley que empresas privadas matraquean a los compradores con aumentos excesivos en todo lo que les expenden, retirando la orden de impedir acceso a los locales si no lleva tapaboca quien ingrese y no proveer bactericida para las manos a cada comprador. Al dejar de hacerlo algunos se permiten comentarios politiqueros contra antigubernamentales, al tiempo que ganan mucho elevando precios como les da la gana.
Oportunistas politizan situaciones y culpabilizan al presidente en actitud chabacana buscando discusiones innecesarias. Las fisuras en la economía surgidas a raíz de la inyección de 2.400 millones de bolívares para honrar compromisos con los trabajadores de la administración pública, dando prioridad esta vez a la educación, hizo subir la liquidez 22 % en agosto, alterando la disciplina fiscal que explicamos anteriormente sobre la armonía tributaria que aprobaría la Asamblea Nacional, para combatir el relajo heredado, mal crónico de la era demócrata representativa.
En gobiernos anteriores al socialismo bolivariano antiimperialista, al presentárseles crisis económicas, acudían a zanjarlas expulsando funcionarios y justificando desempleo privado, endeudando más a la nación con préstamos a los explotadores mercenarios del FMI, Banco Mundial etc., planificando negocios cambiarios en beneficio de unos pocos, allegados a su politiquería social cristiana o social demócrata.
Los que opinan que la economía 2022 todavía está muy débil porque la palanca o principal motor es el dólar petrolero, les encanta estimar fallas gubernamentales y hacerlas públicas con intereses confesos de campañas electorales, haciéndolos parte de la labor opositora sin mencionar logros presidenciales, como no sea para denostar al Jefe del Estado en críticas de cierto complejo evidente, al ignorar ex profeso como el conductor del Metro ha salido airoso superando todo tipo de agresiones, a su persona y a su gobierno.
Leo cada perorata opositora y aprecio que contienen tibias confesiones a la normalidad de Venezuela, desfiguran la realidad de paz nuestra en comparación con naciones bajo gobernantes pitiyankys sin vergüenza, no atacados por Washington y en bipartidismo capitalista salvaje en el poder, conglomerados que viven peor situación a la nuestra y son "amiguis" de civiles y militares del voraz imperio gringo, con todas las consecuencias humillantes por el capital, que el universo entero ve y sufre.
Analistas de logroño quieren un retoño, vuelven a sembrar dudas y textualmente admiten diciendo "ha mejorado algo la producción en las refinerías, pero todavía hay mucha debilidad, esa palanca no está activada". No critican sabotajes sufridos en instalaciones porque in pectore con disimulo esperan que elijamos Presidente a Darren, esposo de Hechizada, o a Lotario adjunto de Mandrake el Mago, para así poder manejarlos.
Una de muchas pruebas del desarrollo conjunto nacional con aliados internacionales, es la Feria de Ciencia y Tecnología Digital venezolana iraní, que aprovecha la experiencia de más de 40 años de revolución de Irán, independiente del salvajismo mercantilista. Estarán este Septiembre 250 empresas privadas y públicas iraníes junto a 350 empresas de venezolanos, era imposible antes pues dependíamos del salvajismo capital que pedía permiso al imperialismo para convenios, en vergonzosa e ineficaz muestra de sometimiento, disimulada por medios de comunicación metidos en la pomada de negocios y corrupción conjunta con factores oficiales sin castigo, ahora sancionados.