No es cuestión de validar presunta aprobación de normas legales indignas, significado de pretermitible, lo hacen sin disimulo en Venezuela quienes, fingiendo influencia en el periodismo, son fatuos inaguantables, palpables día tras día en la televisión, entrevistados y entrevistadores halan la brasa hacia su insinceridad, la cual se les nota por su opacidad sin convencer, ni acordarse de lo que defendían y expresaban con ligereza e inusitado descuido y antipatía, tiempo atrás.
Mañana, tarde y noche en los espacios de opinión tratan de justificar los fiascos cometidos en tiempos de luchas y linchamientos opositores tratando de derruir al socialismo bolivariano hoy en el año 23 del mando popular, con elecciones que desmienten a la presunta dictadura creada por la oposición nacional e internacional. Reciben respuestas a sus desatinos que hicieron pomposamente apresurados con altanería, no exenta de amenazas y contribución infructífera al odio.
A un mes y dos semanas de haber sido electo presidente de Colombia GUSTAVO PETRO, leo de un fanático de Álvaro Uribe e Iván Duque, que en sus loas al candidato perdedor la noche del 7 de agosto aseguró había ganado Hernández contrincante de Petro, el tipo felicitaba a Colombia por impedir un parecido con Venezuela… El vencedor fue el izquierdista y aumenta su popularidad, también intensifica la apertura lógica e ideológica del acercamiento entre pueblos hermanos bolivarianos.
Creer que se olvide el halamecatismo entusiasta del día de los comicios, por un twittero luego desaparecido y silencioso, describe sujetos que no ofrecen disculpas y esperan borrar sus dislates con el tiempo. Los vencedores izquierdistas colombianos dijeron basta a oligarcas y conchabados, avanzando a la Colombia de paz bolivarianizada o venezolanizada, con más de 6 millones de colombianos en Venezuela, xenofobia bajo nuestro socialismo, ¡CARAJO!
La interjección CARAJO en el plano político no fue usual en el bipartidismo disimulócrata 1959 a 1999 mundillo de arbitrariedad y malos ejemplos blanquiverdes o verdiblancos "representativos", los carajos pronunciados por el comandante barinés me hicieron evocar al eximio poeta Andrés Eloy Blanco que, en lucha contra Pérez Jiménez último dictador acá, escribió en poesía "para decirte en un grito/que estremezca tierra y cielo/ viva mi patria CARAJO/que ya está libre mi pueblo/.
En el folleto ¡CARAJO! del Prof. Uribe Bueno año 2005, Maracay en su quinta edición, éste cita a la Lcda. Conchita Rodríguez de Roa que en un pequeño verso afirma "después de tanto sufrir/y tanto pasar trabajo/tenerse uno que morir/que buena vaina CARAJO. Y del poeta Pancho Gil Colmenares en 1942 en San Fernando de Apure, "no hay trance alguno de la amarga vida/ en que no sienta con primor un ajo/y por eso quien habla nuestro idioma/no puede conversar sin el CARAJO/.
A los insoportables siglo XXI váyanse al… dígalo ahí y con fuerza, al CARAJO, faltándoles fe y atragantándose de odio, usando redes sociales en insultos y vulgaridades escritos sin legado intelectual para sus respectivos hijos, a menos que sean humanos mamón macho… Son como beodos en el beisbol o el futbol infantil, acompañan a sus hijos y nietos con la caja de lupulosas para volverse leña, sin integrarse al deporte, en ebriedades lejanas a la función deportiva.
En el Océano Indico existen las Islas Carajo, allí podrían migrar los que nos llenan de inquietudes hostiles mediante medios de agitación social, e igualmente los que por vanidad se la dan de honrados y son grandes CARAJOS, insoportables e impretermitibles, sin siquiera darse cuenta del rechazo que siembran entre quienes los lean, oigan o tengan que aguantar peroratas incendiarias de cualquiera de los dos lados de la política nacional, respondiendo al oficialismo o al escualidismo.