No se puede hacer un cálculo político con las herramientas de la matemática. Lo digo porque siempre le he restado importancia a las encuestas que son pagadas para usarlas como instrumento para la interpretación sobre las tendencias de la población consultada.
Los porcentajes que reflejan la respuesta de la pregunta, ¿cual es el partido o movimiento donde el consulado participa? Realizada por datanalisis, es fiel reflejo del deterioro y falta de credibilidad hacia las organizaciones políticas y sociales que tiene una referencia histórica en finales de la década de los 90.
Era el principio del fin del pacto de punto fijo y el surgimiento del chavismo como alternativa política y de gobierno.
Pero volviendo al resultado que algunos observarán con triunfalismo y otros con fatalismo, me permito mencionar algunos aspectos que no serán considerados por los bandos involucrados.
El primero de ellos es que ya no existe la tan cacareada polarización y la desmovilización es inmensa, el gran detalle que nadie dirá es la falta de credibilidad y confianza.
Otro aspecto tiene que ver con el pensamiento de las personas consultadas, sin distinción reflejan la militancia dura de ambos grupos sin tomar en cuenta que muchos de los militantes duros fallecieron y una gran cantidad emigró, claro nadie se atreve a determinar la militancia de la gente que se fue del país.
Quiénes promueven este tipo de consultas deberían explorar que piensa la gente sobre los grandes temas como: ¿Cuáles fueron los sectores más afectados en la economía familiar y cotidianidad? Y más importante, ¿Cuál es la opinión de la gente sobre los culpables y responsables de la situación de calamidad nacional? Ambas preguntas recogen las causas y consecuencias del dilema del venezolano y nos arroja un conjunto de ideas que pudieran producir soluciones más allá de los grupos de poder que pugnan el control del gobierno para satisfacer la lógica de acumulación de capital economico de una minoría sobre el infortunio de las mayorías con el agravante de la impunidad, la exclusión y las acciones fascistas que desdibujan las buenas intenciones de Chávez y lesionan la unidad popular de las fuerzas de izquierda, hoy fragmentadas y criminalizada desde el gobierno y la oposición.